Celine
Si antes de lo que paso en su despacho mirarlo era difícil, luego de eso se había vuelto imposible, todo había llegado a otro nivel. Faltar a clase no era una opción, por eso cada martes y jueves me encontraba sentada en la cuarta fila, escuchándolo.
Tenía la vista clavada en mis apuntes, no lo había mirado nunca y batallaba contra mi concentración porque solo su voz mandaba ondas eléctricas a mi cuerpo.
Mi padre estaría tan avergonzado de mi viéndome fracasar en mis clases.
—Sé que no me vas a creer, pero el profesor te está mirando— susurro Evie.
—No es cierto— le respondí, sin mirar si era verdad o no.
—Ojalá me mirara a mi así.
Mis mejillas se sonrojaron sin saber que decir asique hice lo que mejor se hacer y fue quedarme en silencio ¿Por qué el dueño de mis fantasías sex
