Celine No iba a mentir cuando diría que había sido el mejor sexo oral de mi jodida vida, nunca había hecho algo como eso y me había encantado, excitándome de maneras que no conocía. Pero lo que más me descoloco y me saco de eje fue la manera en que se comportó después de eso, fue ...podríamos decir hasta cariñoso. Me ayudo a levantarme, beso mis muñecas algo enrojecidas por las ataduras y luego me beso quitándome el aliento. No estaba preparada para nada de eso. —Me excita saborearme en ti, gatita— me saco de mi nebulosa, ruborizándome, pero luego con la mirada fría me guio hasta fuera del salón—. Nos vemos, Celine. Y cerró la puerta. Y eso fue hace una semana, con lo cual había tenido siete enteros días sin saber de él o verlo en clase, pero eso estaba por acabarse pronto, porque e