Prologo
Cuando sientas remordimientos al recordar que has sido malo, un calor en tu entrepierna te quemará tanto que se te hará evidente que, si volvieras atrás en el tiempo, volverías a hacer lo mismo de nuevo y que no hay culpa que borre de tu mente lo que sentiste al verme retorcerme de placer por tu maldad descarada.
-Átame... por favor- Susurre, incapaz de negarme a tu pedido.
Una noche basto para que empujras mis limites llevandome a lugares que no crei posibles.
varias noches mas para mostrarme cuan equivocada estaba.
Caí ante su dominio y seducción, me hizo adicta hasta que no hubo nada que quisiera más, solo él.
Mi dominante.
Mi maestro.
Mi amor.
Mi destrucción.
Sabía que eras fuego cuando supe quien eras, pero era tanto el deseo y el recuerdo de esa noche que no me importo quemarme, me tuviste a tu merced y me consumiste hasta que no quedo nada para dar.
Se convirtió en mi amo y señor, me convertí en su esclava y sumisa, y terminamos con sentimientos que no deberían existir.
Atracción prohibida.
Deseo incontrolable.
Eso éramos.
Eso fuimos.
Ahora me había quedado vacía, el no solo me consumió, me destruyo y ya nada volvería a ser igual para ninguno de los dos.