Demian Era viernes por fin, había terminado con las clases esta semana y había podido cortar temprano el trabajo en el estudio. Estaba agotado. Mason y Adele habían salido a beber a algún bar y quizás hubiera sido buena idea ir con ellos para aclarar mi cabeza, pero no estaba de ánimo para eso. A pesar de la constante insistencia de mi amigo preferí irme a casa y descargar en el gimnasio. Mi mente volvía una y otra vez a ella, a la forma en que se entregaba a mí y como me estaba volviendo loco. Estaba mal por mil razones diferentes, pero no podía mantenerme alejado o dejarla en paz como había planeado. Había algo que siempre me atraía hacia ella, como si fuera la miel en un panal. La quería para mí, pero al mismo tiempo no lo hacía porque no estaba seguro de que aceptara entregarse c