…llegamos a la casa que estaba casi al llegar al templo cuando nuevamente oímos ese alarido largo y profundo. José y Manuel que eran hermanos se metieron corriendo sin decir nada, los que quedamos continuamos caminando. Ya íbamos por la bajada del Carmen donde vivía Daniel cuando de pronto vimos en la esquina una mujer sentada en la banqueta de la esquina, se paró y se fue. El siguiente alarido que se oyó fue delante de nosotros, Daniel se metió a su casa y Eleazar y yo nos quedamos parados, nos vimos a los ojos como diciendo que hacemos, pero sin decir palabra, así que corrimos. Yo solo quería llegar a mi casa, ya no me di cuenta en que momento Eleazar llego a su casa o si entro o no, de eso no me di cuenta solo continúe corriendo, cuando al doblar en la calle vi a la mujer estaba enfre