Para mí el sexo es impersonal, es una herramienta para conseguir lo que quieres, es un placer momentáneo, efímero. Pero que para los hombres, parece ser sin importar que lo hagan con una escoba, lo mejor del mundo. Esa opinión fue reafirmada en esta cama de motel, sintiendo cómo el peso de Fran me libera por fin. Había tardado mareándome con sus falsas palabras de amor y caricias burdas, como media hora; y en el asunto como 13 minutos. Estaba obstinada y agradecida de que hubiese finalizado. —Eso fue… maravilloso Lily — exclama satisfecho de sí mismo acostado al lado en la cama. Coloca sus brazos cruzados debajo de su cabeza y mira al techo cansado — ¿no te lo pareció? No lo hizo, no lo ha hecho desde hace un tiempo ya. Al iniciar con Fran teníamos algo de química, disfrutaba del sexo c