Que toda la imponencia y tamaño de tu jefe se te haya desmayado encima, fue una situación complicada de la cual salir. De la cual no pude salir hasta que dos empleados me ayudaron a levantarlo de encima de mí. En lo que Adrián se desmayó, con una puntualidad extrema, el ascensor fue subido lo suficiente para que saliésemos con normalidad de este. Solo que yo no podía levantarme por mí misma, tampoco mi jefe que estaba sin conocimiento. Por suerte, la escena no se vio tan erótica como en mi mente la había pintado. Lo que vieron fue a mí en el suelo y explicando que se desmayó pero lo pude atrapar a tiempo. Los empleados se llevaron a Adrián a la enfermería de la empresa, que no sabía tenía una, por cierto. Y allí hicieron que recuperará el conocimiento. A duras penas, le dijeron lo que h