Junio
Max
En ningún momento del viaje tenía estipulado esto, ni en mis más locas ideas, pero continuar junto a Alex, Iván y David nuestro recorrido ha sido increíble en muchos sentidos, miles de fotos terminaron en la memoria y millones de recuerdos fueron los que creamos en este mes solamente en Italia, todo este tiempo fue repartido en risas, sexo, trabajo, gastronomía, paisajes y aventuras con David que dio mucho de qué hablar.
Realmente no había que tomarlo a la ligera, el pequeño solo tiene dos años, pero es muy inteligente, en algunas ocasiones que se quedó a solas con Alex y conmigo, se nos terminó perdiendo para luego aparecer como si nada en brazos de Iván o de Ragnar, eso sí, siempre asegurándose de que ella lo viera, luego le preguntaba si se había perdido porque no le prestábamos atención, el muy traidor decía que sí y se ponía a hacerle ojitos tiernos, Alex y yo solo estábamos con caras de idiotas por esa escena y mientras ellos se alejaban, ella le hacía cariñitos hablándole mal de nosotros y él riéndose.
Además, cuando se nos perdió en aquella feria, esos dos terminaron perdiéndose y no fue sino hasta varios días después que dieron señales de vida anunciando que nos veríamos en Génova, último destino que vivimos en Italia, puesto que Alex recibió una llamada avisando que habían intervenido su mercancía en España, así que decidimos viajar allá.
No obstante, sea lo que sea que hicieran ese par en Génova se lo guardaron como un secreto, ni siquiera Iván lo sabe ya que él se quedó en Alessandria y nos obligó a hacer toda una serie de actividades impuestas por Rag que nos dejó a Alex y a mí agotados, solo de recordarlo me duele la cabeza.
También nos percatamos que ella solía hablarle en alemán a David, así que más aprendía y más lo hablaba fastidiando a Alex, quien me contó, había tenido problemas con algunos alemanes hace un tiempo, entre ellos dos hermanos que están en la Orquídea y son muy buenos amigos de Ragnar.
Muy a pesar de los momentos negativos, este viaje ha sido único y muy especial para todos, incluso para mí.
(…)
Hoy llegamos a España, más exactamente a la bella ciudad de Barcelona. Luego de dejar nuestras cosas en una propiedad de Alex, salimos al acuario para divertirnos un poco antes de asistir en la noche a una reunión donde Rag y yo lo acompañaríamos.
En cuanto entramos al acuario, David quedó encantado con todos los peces que veía y no hacía más que presentarnos a todos los que iban pasando, pero él no era el único pues nosotros también estábamos maravillados con todo lo que veíamos en cada sector, los pingüinos, tiburones, los acuarios temáticos y lo más increíble eran los túneles de cristal, son maravillosos y más al ver pasar toda una cantidad de vida marítima sobre nosotros, por supuesto, en todo el recorrido las fotos y videos no se hicieron esperar.
-¿Te imaginaste que en nuestro viaje terminaríamos de esta forma y en este lugar? –pregunto a mi noche aprovechando que teníamos un momento a solas.
-Nunca se me pasó por la mente, pero Max, ¿si estás cómodo con esto? Se suponía que solo seríamos los dos y no quiero que te sientas obligado o que solo lo haces por complacerme, quiero que también disfrutes y hagamos las cosas juntos.
-Gracias noche, pero esto es mejor que cualquier cosa que pudiera planear, no te niego que me gustaría pasar a veces tiempo a solas contigo, pero no me quejo de nada y verte en ese rol de mamá es hermoso.
-La verdad no estoy cómoda haciendo esto, me siento mal por Katherina.
-Te entiendo, pero eso es problema de ellos, no nuestro y David está demasiado feliz contigo –su semblante se torna un poco apagado, así que cambio un poco el tema para animarla. -Sabes, he estado pensando que podríamos volver a Barcelona con ellos y traernos a las gemelas para que disfruten también de todo esto.
-Es una buena idea, quedarán encantadas, ya me imagino a Vicky molestando a Nick con sus locuras –comenta con su bella sonrisa un poco más animada.
Se nota que ese par son su debilidad y es que, solo de recordar sus risas y travesuras es imposible no sonreír.
-Si bueno, no te prometo nada, quizás lo ponga a nadar con los peces si me llega a fastidiar demasiado –bromeé, pero por esa sonrisa que ella me daba haría lo que sea.
-Tú en serio no tienes reparo D’Porti, pero gracias por esto.
Al final se nos fue todo el día en el acuario y ya para el atardecer, Iván nos había preparado una sorpresa a todos llevándonos a la fuente mágica de Montjuïc y en verdad que era mágica, el espectáculo de agua con los sonidos y las luces eran increíbles, todos quedamos maravillados al punto de no querer irnos.
Ninguno de nosotros dejó de sonreír en todo el espectáculo, las luces cambiaban de colores, nos divertíamos adivinando la melodía y a veces hasta cantábamos, parecíamos unos locos en medio de toda esa gente, pero lo más increíble era ver las diversas formas en las que salía el agua.
David siempre nos señalaba cuando aparecía algo que llamaba su atención entre todas esas figuras, incluso insistía en acercarse, pero al haber tanta gente en el lugar era difícil y ya de por sí Rag hacía un esfuerzo por no irse, no le gustaba estar en lugares tan llenos de personas.
-Si así es con el agua, no imagino cuando aprenda a manejar una moto –comenta Alex.
-Lo sé y espero que tengas todo asegurado o la cuenta será muy alta –responde ella.
-Noche, si quieres podemos llevarlo en lo que te alejas un momento.
Sé que ella anhela eso, pero también sabemos que David nos hará una jugada porque es a ella a quien quiere en ese lugar.
-Está bien, pero vayan con Iván, no sea que de nuevo se les escape.
-Es el colmo, que poca fe nos tienes.
-Creo que Italia fue la prueba suficiente para perderles la fe a los dos ¿o les recuerdo la última aventura?
Solo eso bastó para guardar silencio, en verdad no quiero recordar ese castigo. Iván toma a David en brazos para asegurarse de que no haga nada y los cuatro nos vamos a la fuente en lo que ella se aleja para despejarse un poco.
-Alex, ¿te importaría ir con ella?
-¿Estás seguro?
-Sí, necesita un poco de compañía y sé que no le caerá mal la tuya, nosotros cuidaremos de David.
Su sonrisa me lo dijo todo, se nota que estaba preocupado por ella y aun cuando sea mi rival; no quiero que ella piense que los estoy alejando. Lo veo moverse entre la multitud mientras Iván se me queda mirando fijamente.
-No creí que lo dejaría hacerlo, tengo que admitir que me ha sorprendido en este viaje señor D’Porti.
-No puedo sacarlo de su vida Iván, él lleva años de conocerla y el amor que se tienen ha prevalecido mucho tiempo, además… -me quedo mirando a David, así que él supo a lo que me refería.
-¿Piensa que es realmente de ella?
-Es imposible no hacerlo, pero también sé que ella no puede tener hijos y aun con el tratamiento adecuado las probabilidades son pocas.
Nos quedamos en silencio unos minutos mientras el pequeño está viendo el cambio de luces y sonido, entonces vuelvo a escuchar su voz.
-¿Qué pasaría si supiera que ella es la madre biológica? ¿la dejaría hacer su vida con ellos?
Sentí un vacío en mi cuerpo al escuchar la pregunta, llevaba todo este tiempo preguntándome lo mismo y tampoco podía negar que me sentía cercano a ellos, apreciaba a Alex hasta el punto de empezar a verlo como un amigo, pero…
-No lo sé, primero tendría que hablar con ella para saber lo que quisiera hacer, sé lo que Alex y David desean, pero respetaría la decisión que ella tome, lo que me interesa es que sea feliz y a pesar de todo sé que me dejaría estar en su vida de alguna u otra forma.
-¿Por qué está tan seguro?
-Porque nos amamos Iván, lo hemos hecho desde que nos conocimos y nuestra conexión también es fuerte, le prometí que estaría a su lado sin importar nada y le cumpliré mi palabra.
-Cree ciegamente en ella y eso puede ser peligroso.
-Lo sé, pero es la única a quien le permito eso, solo ella puede hacerme el hombre más feliz o el más desdichado de todos.
-Me alegra saber que tiene a tantas personas que harían lo que sea por ella, cuídela señor D’Porti, nunca la abandone.
-Aunque me lo pidiera no sería capaz de hacerlo, incluso protegería a sus hijos así no lleven mi sangre o mi apellido.
Sonreímos cómplices quedando más tranquilos al respecto.
Alexandre
-Ángel ¿estás bien? –tomo su brazo y ella gira dándome un abrazo.
-Lo siento, es que fue demasiado.
-Lo sé y soy yo quien lo siente, sé que no deberíamos estar en este viaje con ustedes y les agradezco por dejarnos venir, así como también les agradezco que vinieran a ayudarme.
-Sabes que siempre contarás conmigo, por lo otro no hay problema, la compañía de ustedes me hace bien y Max no está incómodo.
-Pero…
-Pero no creo que esté bien que David se apegue de esta forma a mí, él tiene a su madre y es ella quien debería estar aquí Alex, es a ella a quien debería de insistirle para ir a la fuente y hacer todo lo que ha hecho conmigo.
-Pero ella no está aquí ángel y mi hijo te quiere, te ama más que a nada ni nadie en el mundo.
-Alex no está bien, una cosa es que no ames a Katherina y otra muy distinta es que la prives de ser madre.
-No lo hago, ella escogió alejarse de nosotros y sobre todo de él. Mira, no voy a explicarte estas cosas porque no quiero una discusión ahora, pero quiero que entiendas que somos felices a tu lado.
-¿Y qué pasará el día de mañana? ¿vas a quitarle el apellido de ella así como así? Ella es su madre Alex y lo sabes bien.
-Su madre eres tú Ragnar y lo sabes bien, desde el primer momento en que lo viste; lo sentiste, lo sé porque lo vi en la mirada de ambos, así que no intentes tapar el sol con un dedo porque eso no es propio de ti.
-Alex…
-Dime ¿a qué le temes ángel? ¿qué te angustia realmente? Porque sé que esto no es por Katherina ni por David, hay algo más, ¿acaso es por Max o el problema soy yo?
Esto parecía superarla porque reflejaba esa duda con mucha facilidad, necesito saber lo que ocurre, pero también tengo miedo de la respuesta, no quiero que nos aleje, no quiero que se separe de nuestro hijo.
Al ver que ninguno de los dos puede soltar una palabra más, tomo su mano atrayéndola a mí, nos abrazamos fuerte y entre suspiros de angustia brindamos nuestro apoyo al otro, beso su frente y acaricio su espalda para confortarla.
-No quiero presionarte con nada ángel, sabes que te amo demasiado, pero tampoco niegues lo que es evidente.
-No lo tomes a mal, pero creo que te aprovechas de lo que pasa con Katherina.
-No lo tomo a mal porque en parte es así, pero si lo piensas bien todo ha encajado desde el comienzo, si ella no hubiese sufrido de depresión post parto o al menos se hubiese empeñado en querer solucionar ese problema la situación sería otra.
Ella se separa un poco de mí observándome con atención.
-Con Katherina ya hablé lo que debía hablar, dejamos las cosas claras y solo estoy esperando a que finalice el contrato, incluso pedí que trasladaran las cosas de nosotros a la mansión de la playa y ella se mudará a París.
-Por lo visto tomaste tu decisión.
-Eso lo hice desde que nació nuestro hijo, incluso antes, desde que supe cuánto te amaba, pero por ahora disfruta del viaje con él y no pienses en eso, cuando llegue el momento hablaremos con todos porque sé que Nico también debe estar presente.
-Gracias por comprender angelo, aun cuando es difícil para ti.
Sonreí mirándola con todo mi amor dejando una caricia en su mejilla.
-Ese es el problema de amarte tanto ángel, es imposible dejarte ir y a la vez es complejo estar contigo, pero no tengo dudas de lo que quiero ni de lo que siento.
Quedamos un poco más tranquilos, no quise seguir insistiendo con nada, aunque creo que fue más por miedo a escuchar esa respuesta que no quiso darme, pero ya habrá tiempo para eso, después afrontaremos todo como se debe.
Volvimos con los demás y después de una hora disfrutando del espectáculo, comiendo y caminando un poco, decidimos que Iván y David se regresarían a casa mientras nosotros nos ocuparíamos del asunto que vinimos a atender.