1. RENACER
—¿Entonces esos dos por fin decidieron estar juntos? —pregunta Tony al enterarse que Ragnar ha aceptado a su nieto.
—Así es y sé que la hará muy feliz —responde Marcus satisfecho.
—No imaginas la alegría que me da saber que mi hija al fin puede ser libre de todo su pasado —comenta Olivia con entusiasmo.
—Es cierto, es una mujer increíble y merece ser feliz, le debo mucho a tu hija —Tony.
—Brindemos por Ragnar y Max, porque su felicidad sea eterna… Salud —dice Oz levantando su vaso con una sonrisa melancólica que supo ocultar bien a los presentes.
—¡Salud! —responden los demás al unísono brindando muy felices.
—Bueno, yo me retiro, aun debo atender un par de pendientes, no olvides lo que te dije Marcus.
—Claro que no Tony, cuenta con eso, bien sabes que es un placer hacer negocios contigo.
—Lo mismo digo, con permiso, cuídense —se despide Tony para después retirarse de la mesa.
—Es increíble ver cómo cambian las cosas —Ismael.
—Es verdad, pero creo que ella es la mejor representación de esa frase Isma —Olivia.
—Bueno ¿y ustedes dos piensan seguir dándole vueltas a su cuento o qué? porque la verdad estoy cansado de esperar la invitación —pronuncia Oz para desviar el tema.
—Ya no tendrás que esperar más porque ella dijo que sí —comentó Marcus con una enorme felicidad tatuada en su rostro.
—¿¡En serio!? —gritan Ismael y Oz al unísono con una gran sonrisa. —¡¡Felicidades!!
De pronto se escucha una explosión a lo lejos provocando que los vidrios del restaurante estallen, Marcus y Olivia se quedan juntos mientras Ismael y Oz van a revisar el lugar y algunos heridos, a lo lejos ven el auto de Tony en llamas, estos salen corriendo en esa dirección, con rapidez logran sacarlo para darle primeros auxilios y llevarlo al hospital apenas con vida.
(…)
Max
Llevamos casi dos semanas en nuestro paraíso y he de admitir que han sido días increíbles, ella terminó de contarme su historia hasta el punto en que nos conocimos, de ahí en adelante apenas mencionó algunas cosas; puesto que su otra vida procuraba mantenerla lo más lejos posible para evitar que nos alcanzara, especialmente a mí.
Durante muchos años tuve la incógnita de si ella, al igual que su padre, estuvo trabajando en la mafia y una vez me lo confirmó extrañamente sentí una gran curiosidad sobre ese mundo, lo bueno es que mi abuelo me había hablado bastante a lo largo de estos años y ahora que tenía mucha más experiencia en la vida quería ayudarlos en ese trabajo sin que nos afectase directamente.
También estuve comentándole lo ocurrido en mi vida durante estos dos años de ausencia, hablamos de planes a futuro como el vivir juntos del todo y los planes laborales para sostenernos económicamente. Sé que ella tiene el dinero suficiente para tener una vida acomodada, pero eso no significa que quiera que me mantenga, por el contrario, quiero demostrarle que en verdad soy el hombre que merece y darle la vida que desee.
Por otra parte, me encanta que en este tiempo hemos disfrutado mucho el uno del otro, no solo como los excelentes amigos que siempre hemos sido, sino también, con ese gran amor que nos hemos tenido y no habíamos podido expresar libremente durante diez años. Por fin llegamos al punto perfecto para amarnos, desearnos y esta vez no existirían límites de ningún tipo, salvo que alguno de los dos no quisiera continuar, pero por mi parte eso sería imposible pues la amo demasiado como para dejarla ir.
—Noche, hay algo que me ha estado rondando la mente, imagino que en estos años te has mantenido con tus negocios legales, ¿pero qué hiciste con todo el capital que recogiste de los otros negocios en la mafia?
—Lo invertí en más negocios, solo que estos son más de causas sociales.
—¿De qué tipo?
—Un poco de varias cosas, si quieres mañana podemos ir a una de esas instalaciones, no está muy lejos de aquí.
—Me encantaría.
Al día siguiente nos levantamos temprano, nos duchamos (con mucha agua fría he de admitir pues el calor que ambos emanábamos era colosal y es que solo con verla desnuda con esa mirada de fuego encendía todo el calor de mi cuerpo), disfrutamos de un exquisito desayuno y nos dirigimos al garaje tomando solo una de las motos; la cual ella condujo para ir a nuestro siguiente destino.
Estos días estuvimos de esa forma, a veces yo escogía el destino, otras veces era ella quien lo hacía y otras simplemente íbamos a donde nos llevara el viento, pero en cada trayecto que recorrimos llegamos a disfrutar de muchos paisajes hermosos, sonrisas que grababa y guardaba con recelo en mi memoria y unos besos que siempre se sentían como el primero.
Al llegar al lugar se puede apreciar cuan increíble e imponente es, parece una universidad, las zonas verdes son exquisitas y las edificaciones poseen unos detalles soberbios, ella toma una ruta rodeando uno de los edificios hasta llegar al parqueadero de otro bastante colorido, nos bajamos y acomodamos los cascos en la moto.
—Bienvenido al Renacer —dice con una bella sonrisa provocando que robe un beso de sus adictivos labios.
Tomo su mano e ingresamos al edificio, ella comienza a mostrarme los mapas de todo el lugar el cual se encuentra compuesto por un total de cinco edificios repartidos de la siguiente forma: la clínica, una escuela, un centro de investigación y sistemas, una fundación para personas víctimas de violencia y el orfanato, cada uno posee un diseño en su estructura único y se encuentran equipados con lo mejor en seguridad y tecnología, pero el más increíble de todos es donde nos encontramos.
—Este es el Orfanato Pemberton, está compuesto de cinco pisos donde se ubican los dormitorios, oficinas, enfermería, salones de proyección y estudio, comedor, salón de juegos, zonas verdes y la biblioteca. En este edificio se hizo una estructura colorida, bastante iluminada y con diseños modernos para no hacer peor la estadía de los chicos, tenemos menores de todas las edades, aquí mismo estudian y una vez cumplen la mayoría de edad, les ofrecemos la oportunidad de hacer una carrera y estudiar en alguna de las empresas aliadas.
Era impresionante escucharla hablar con tanto orgullo del lugar, es bastante evidente por la expresión en su rostro que le colocó mucho empeño, dedicación y sin lugar a dudas todo su corazón a este proyecto.
—Es increíble noche, de verdad me dejas sin palabras… y por lo visto fue bastante lo que recogiste de tu liquidación —digo en broma.
—Solo es cuestión de saber administrar bien los recursos, pero sí, la cifra también fue muy alta.
—Espero poder ayudarte algún día a hacer algo como esto.
—Sé que lo harás, incluso podrías encargarte de los planos para futuros proyectos.
Y en efecto así sería, pues le daría el regalo más grande e importante de todos entre esos planos, pero para eso faltaría un tiempo.
—¡Ragnar! qué felicidad verte de nuevo nos tenías abandonados, al menos pudiste avisar que venias.
Vemos aparecer a una mujer de treinta y cinco años muy hermosa con rasgos latinos, se acerca a nosotros saludando a Rag feliz y con mucha familiaridad.
—Disculpa, pero el viaje fue de improvisto. Permítanme presentarlos, ella es Laura Contreras está a cargo de dirigir todo el orfanato y parte de la escuela, Laura, él es Massimo D’Porti, un increíble arquitecto a nuestra total disposición.
—Mucho gusto señorita Contreras —saludo cortés estirando mi mano a lo que ella la recibe con interés.
—Vaya, el gusto es mío Arquitecto D’Porti… y es solo un arquitecto ¿o algo más? —pronuncia ella muy perspicaz.
—Es una buena pregunta, quizá la señorita Wintar pueda responderla mejor que yo.
—Eso lo definiremos después —responde Rag entrecerrando sus ojos con picardía.
—¡Ragnar!
Escuchamos un grito entusiasta tras nosotros y al girarnos, veo una hermosa niña de diez años, piel blanca, cabello castaño cobrizo, ojos verdes y una hermosa sonrisa, viene corriendo hacia Rag saltándole encima muy feliz y dándole besos en su mejilla en lo que se aferra a su cuello.
—¿Qué te he dicho acerca de hacer eso? Puedes lastimarte, ten más cuidado por favor —Laura la reprende, aunque no en un tono fuerte.
—No te preocupes Laura, si quieres continúa con lo que estabas que yo me haré cargo desde aquí.
—De acuerdo, en cuanto puedas pasa por la oficina para hablar un poco, los dejo que debo ir a una reunión, nos vemos más tarde.
—Mami qué sorpresa, no sabía que vendrías —¿mami?
—Lo siento cariño fue algo de improvisto, pero déjame presentarte a alguien, él es Massimo D’Porti —menciona mi noche pasando su mirar de la niña a mí. —y esta pequeña es Lily —le regalo una sonrisa y le extiendo mi mano con cariño.
—Un placer conocerte Lily puedes decirme Max.
Ella me entrega su mano, dejo un beso en esta y noto cómo se sonroja haciéndola ver sumamente tierna y más al esconderse en el cuello de Rag.
—Disculpa, es un poco tímida al comienzo —me dice ella con una sonrisa que no le había visto antes, pero que me enamora más.
—No te preocupes, tampoco es que sea algo malo.
—Mami, ¿vas a quedarte a la fiesta? papá también está aquí. Max si quieres puedes venir también, yo te invito.
—Gracias Lily, me encantaría —sonrío y de nuevo surge ese tierno rubor de ella.
Creo que esto se hará habitual con Lily, incluso me recuerda a cuando conocí a mi noche quien siempre me provocaba ese sonrojo con su sola mirada hipnotizante.
—¿Cuándo llegó tu padre?
—Ayer, pero Vicky lo convenció de quedarse para la fiesta de hoy, están en el jardín jugando con otros niños.
—Interesante —susurra Ragnar dejándome intrigado.
Me hago el desentendido, pero sospecho que algo se trae entre manos con el padre de Lily. La pequeña le pide que la baje, toma su mano y seguimos el camino hacia el jardín los tres juntos.
—Lily ¿estás bien? Te noto un poco inquieta —pregunta Rag, a lo que los tres nos detenemos.
Lily se me queda mirando tímida con ese sonrojo en sus mejillas que me enamora más, realmente se ve como una muñeca cuando pasa eso. Ella le da una señal a Ragnar para decirle algo a su oído provocándome una sensación familiar en el acto.
—Ella dice que quiere que la cargues.
En eso, Lily de la vergüenza se esconde detrás de ella en lo que yo me inclino para quedar a su altura.
—Será un placer, vamos Lily.
Le tiendo mi mano la cual toma con suavidad, y sin que lo espere, la cargo rápidamente haciéndole muchas cosquillas en su abdomen.
—No Max, por favor, no más —me dice apenas entre risas, unas, que me llegan a lo más profundo del corazón.
—Eso pasa por esconderte de mí —detengo mi acción dejándola recuperar el aliento en su enorme felicidad. —Si quieres decirme algo puedes hacerlo que no me voy a enojar muñeca.
Realmente sus sonrojos me sacarán muchas sonrisas, es toda una preciosura y aunque no digo nada, puedo notar las cicatrices de quemaduras en sus brazos y cuello.
Seguimos caminando un poco más hasta llegar a un enorme jardín, hay muchos niños de diversas edades, tienen juegos de todo tipo, flores… es realmente hermoso, ni siquiera te hace pensar que es un orfanato.
Lo que me parece interesante es encontrar ese toque tan propio de mi noche en este edificio, es como si lo hubiese pensado con tanto detalle, pero no solo como un adulto, sino también como un niño, es probable que parte del deseo de una infancia feliz lo quisiera dejar en este lugar para ellos.