16 | Ganándose a la suegra |

1616 Words
SANDY Abro mis ojos y escucho unas voces en la sala, me asusto un poco ya que solo somos Lis y yo ahora que mamá no está. Salgo y la encuentro llorando. — ¿Qué pasó hermanita? — Sandra estuvo aquí — no hace falta que me diga más ya sé que discutieron de nuevo. — ¡oh Lis! Tranquila, ¿quieres contarme? — niega con la cabeza. — Solo prométeme que tú no te irás — mira a mis ojos y yo asiento con la cabeza — Sandy ese hombre no es bueno para ti, te apartará de nosotras, él tiene dinero te puede dar la vida que mereces pero no todo en la vida es dinero bebé — no creo que William intente algo así pero tendré cuidado. — Yo lo sé hermanita, jamás me alejaría de ti o de mamá, son mi todo — por supuesto jamás dejaría mi familia, no soy como la ingrata de mi hermana, desde que mamá enfermo Lis ha sido como una madre para mi. — Vamos a ver a mamá, no sigas triste hermosa — le digo y veo como trata de sentirse mejor — Tienes razón, no puede verme así, vamos. Nos alistamos y salimos rápido de la casa, el transporte público demora mucho en llegar y se nos hizo un poco tarde. Veo mi teléfono y no puedo evitar suspirar. > dice el mensaje de Willy. Así lo guarde en mi celular, me acuerdo cuando me dijo que lo llamara de esa manera y siento cómo la temperatura empieza a subir. ¿Será que hoy lo veré de nuevo? El dijo que sí, pero veremos que tan cumplido sea. Seguimos hablando de cosas tontas por mensaje y me dice que si puede invitarme a almorzar, la verdad es que aunque muero de ganas de verlo, es el único día que tenemos para estar las tres juntas. Solo le aviso en qué hospital estaré y el me dice que está bien. Llegamos a la habitación de mi madre y la vemos decaída. — Mamá estamos aquí — dice Lis y ella voltea a vernos. — Que alegría mis amores, debe ser mi día de suerte mis tres princesas me visitan hoy. — ¿ Sandra vino hasta aquí? — pregunta Lis muy enojada — Sí pero ya se fue, dijo que no quería más problemas contigo — dice mi madre — Mamá no la justifiques, hace meses no sabemos nada de ella y viene solo por unas joyas seguro que no tiene dinero — dice mi hermana llamando mi atención. Cuando Sandra se fue a vivir a otro estado fue para tener una vida mejor ¿no? — Es que yo se las prometí pero luego no puede dárselas, si va a la casa se las das por favor — dice mamá pero Lis niega con la cabeza — No mamá, no haré eso, a ella no le importamos. No hemos usado las joyas para pagar la operación, no se las daré a ella para que lo gaste en vanidades. — Hija no hables así de tu hermana son ¡mellizas!, ella trabaja muy duro, no tiene tiempo. — Mamá si ella trabaja, ¿por qué no nos ayuda?. Nosotras tenemos dos trabajos y aún así no nos alcanza, incluso aún tenemos que pagar el préstamo que sacaste para pagar su universidad. — Lo siento mi Lis, es que tu hermana quería estudiar. — Mamá ¿y tú crees que yo no? No vamos a discutir, no vale la pena. — Está bien hija, tú eres grande y yo respeto tus decisiones. ¿Cómo han estado, está todo bien? — Si mami, algo cansadas pero estamos bien — digo y empiezo a contarle sobre la escuela y los trabajos. — Mi hermoso zafiro, abre la cómoda te hice una pulsera . ¡Feliz cumpleaños mi princesa! — dice y encuentro una pulsera muy linda de color azul. Está tejida y tiene unas cuantas piedras, que se parecen a mi collar, se ven hermosas. Me encanta, así que me la pongo inmediatamente. — ¡Oh mamá! No tenías por qué hacerlo, me encanta!— digo y me acerco a abrazarla, cuando nos separamos ella ve el collar en mi pecho y lo sostiene entre sus dedos. — Zafirito, ¿eso de dónde salió? — Fue un regalo de cumpleaños, de un amigo — me mira con duda — De su novio — dice Lis. — ¡Oh, mi bebe tiene novio! — dice mi mama con mucha alegría — No es mi novio, solo nos estamos conociendo — de pronto escucho que me llegó un mensaje lo leo y es de Willy. > > es todo lo que escribo, hablaré con él en persona. — Vengo en un momento — digo saliendo de la habitación. Llego a recepción y lo veo aun mas guapo con la luz del día. — Hola Sandy, estas son para ti — dice entregándome un ramo de hortensias azules, nunca me gustaron las flores, pero quizá era porque nadie nunca me las había regalado, ahora me encantan. Tomo las flores y me atrae hacia él dejando un dulce beso en mis labios, que me hace suspirar de lo tierno que es. Veo que enfermeras y la gente que pasa nos quedan mirando, debemos estar dando un espectáculo. — ¿Qué haces aquí? — digo y él baja su vista hacia su otra mano, tiene una bolsa grande que parece ser comida. — No puedes almorzar conmigo, entonces les traje comida — dice regalándome una hermosa sonrisa, me estoy obsesionando con el rápidamente. — No te hubieras molestado — le digo con pena — No es una molestia hermosa, ¿puedo dejarla yo mismo a tu mamá? — pregunta y no se que decir, todo entre nosotros esta pasando muy rápido, pero se siente bien este parece ser el camino correcto, solo asiento con la cabeza. Llegamos a la habitación de mamá y veo que a Lis no le gusta que William está aquí. — Mami, él es mi amigo que me regaló el collar — digo a mamá y ella lo ve y le regala una linda sonrisa. — Buenas tardes señora, soy William Stagliano — dice ofreciendo su mano a mi madre, la cual acepta encantada. Ya sé que le cayó bien. Un punto para William. — Buenas tardes, soy Maribel Pitt, mucho gusto — dice mi mama sonriente. — El gusto es mío — dice mi hombre, ¿mío? aun no pero es lo que yo quisiera — Hola Lis. — Lisandra para ti — dice mi hermana y sale de la habitación — Traje un poco de comida para compartir, las dejo solas para que almuercen gracias por recibirme — dice William listo par retirarse de la habitación — oh, no, no, no, por favor quédese, Sandy ver a conseguir platos y algo para poder comer y llama a Lis. — Si mamá, ya vuelvo. MARIBEL (MAMA DE SANDY) Veo a este hombre entrar de la mano de mi bebé y la imagen me parece irreal. ¿No es muy mayor para ella? Veo cuando mi pequeña sale por la puerta y el ve cuando se aleja, se ve ¿tierno? — Muchas gracias por la comida, me gustaría hacerle unas preguntas — digo directamente en algún momento volverán — Si por supuesto, aunque de antemano quiero decirle que mis intenciones con Sandy son las mejores, pedí permiso a Lis para conocernos y ahora que la conozco a usted quisiera hacer lo mismo. No quiero andar con rodeos, me interesa su hija — dice firmemente mirándome a los ojos, no sé por qué razón pero le creo. Este hombre me inspira confianza y de lejos se ve cómo mira a mi hija con unos ojos de enamorado. — Bien, me ahorraste el regaño, si hablaste con Lis, estoy satisfecha si ella te aprueba. He estado enferma tanto tiempo, que me da gusto que mis niñas no se queden solas cuando muera. — Yo estaré para ellas, pero no piense en morir, ellas la necesitan. — Y por eso estoy aquí luchando, ven aquí muchacho, siéntate. — se acerca a mí y se sienta a mi lado — yo voy a confiar en ti, pero no hagas sufrir a mi bebé, siempre la hemos cuidado como un hermoso Za… — Un hermoso Zafiro, lo sé, de hecho con ese nombre la conocí por eso le regalé ese collar — dice y parece que se acuerda de algo, veo como se forma una hermosa sonrisa en su rostro y sus ojos se iluminan. — Es bonito pero … — No se preocupe señora, no más regalos caros ya sus hijas me lo dijeron — este muchacho tiene las cosas claras, solo quiero que mis bebes encuentren su camino y sean muy felices. — Solo dime Maribel y cuenta conmigo yo te ayudaré. Pero solo me queda un pequeña pregunta no te importa que ella tenga veint La puerta se abre y entran mis princesas — Ya volvimos mamá, ¿de qué nos pedimos? — dice Lis más relajada. — De nada amor, vamos a comer. Pasamos una tarde amena con William, la verdad es que me gusta mucho este muchacho, se ve honesto, me emociona que mi niña haya conocido a una persona como él. Ahora solo me queda encontrar pareja para las mellizas, de Sandra no me preocupo, pero Lis, está siempre lista para atacar. Ella es mi pequeña una chihuahua, pero solo lo pienso en mi cabeza no me atrevo a decirle.
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