3| Zafiro |

1115 Words
¡Mi mujer está aquí!, será que ella vino para estar con mi amigo, no, no lo voy a permitir. ¡No es tu mujer William!. — ¿Qué haces aquí? — le digo, casi gritando ya que el ruido de la música aún es fuerte — Señor pervertido, ya me imaginaba que debería estar aquí buscando otro tipo de “diversión” — ¿señor pervertido?, ¡tan viejo me veo! — y tú ¿Qué haces aquí? — pregunte en un tono demandante — Trabajando, ¿Cómo todas?, ahora con permiso — me hirvió la sangre ¡Trabajando! — ¡NO VAS A ENTRAR! — le grité — ¿Por qué no? ¡ES MI TRABAJO! — ahora quien gritaba era ella, y aunque su voz me encantaba preferiría que gritara otras cosas — No voy a dejar que te vendas por unos pocos dólares — ¡¿Qué?!, ¡No! está equivocado — no sé qué más decía, pero no me importaba, la subí a mis hombros y me la lleve — ¡BÁJAME! ¡AYUDA! — gritaba, pero no me detuve, le di una palmada en una de sus nalgas — Si no te callas, te callaré yo, y será con mi polla enterrada hasta tu garganta — no se que me pasaba, creo que esta mujer me hechizo. Yo no hablo así, lo único s****l en mi vida es Alex. Pero ella es tan sensual/ ¡Maldita hechicera! Yo quería que me tuviera confianza y con mi comportamiento más la asustaba. Llegué a un cuarto que parecía estar vacío, lo abrí de golpe y la llevé adentro. — ¿Me va a violar? — pregunto asustada — jajaja, no te voy a violar, de hecho ni siquiera estoy buscando tener sexo esta noche. — Entonces ¿por qué me trajo aquí? — me pregunta en un tono inocente — No quiero que estuvieras con mi amigo, al menos no delante de mí eso es todo — decidí hablar con la verdad — Entonces solo quiere cuidarme, pero ¡no me conoce! ¿y si yo quería? — quería provocarme, ¿Cómo que si quería?, si quiere una buena cogida ¡aquí estoy yo para dársela! — Bueno te aguantas por que no saldrás de aquí — le dije desafiante — ¿Qué va a pasar conmigo? — pregunto acercándose a mi, acaso me quieres seducir hechicera, que bueno que no sabes que ya me tienes a tus pies. — Nada ya te dije no quiero tener sexo contigo ni con nadie — quería hacerlo con ella, pero tenia que rechazarla. No soy de tener sexo casual desde hace mucho tiempo. — ¿Es gay? — si muy gay tanto que ahorita mismo ya te tendría en 4 sobre la cama pensé. — jajaja, NO, y si lo vuelves a insinuar te dejare sin caminar por una semana, no creo que una mujer tan pequeña como tu pueda con mi polla. — ¿Cómo está tan seguro? — preguntó con un tono de sarcasmo. Pequeña no me tientes que ya me tienes duro desde hace un buen rato. ¡WILLY CONTROLATE!. Exclama mi subconsciente. — ¡ES WILLIAM! …Te ves muy joven, ahora con esta luz, parece que no tienes ni 20 años, ¿Cómo entraste aquí? — vi que se puso nerviosa, ahora era mi turno de intimidarla. —- ¿Quién es William? — hable en voz alta, no quería decirle mi nombre aún. — Yo, yo soy William, ¿y tú? — uhmmm, creo que Zafiro — Bueno creo que Zafiro, ¿dime cómo entraste a este lugar? — se fue acercando a mi, paso sus manos alrededor de mi cuello hasta tocar mi cabeza, me hizo inclinarme hasta estar más cerca — Hablas demasiado, ¿Qué tal si hacemos algo más interesante? — me miró a los ojos y pegó sus labios con los míos. No podía creerlo, está pasando otra vez. La apreté desde la cintura, quería sentir su cuerpo junto al mío. Ahora era ella la que me besaba con hambre, y yo le respondí. ¡Mierda! ¿Quién es esta mujer que me domina? Se sentía muy bien. Sus labios carnosos y dulces serían mi primera adicción. Seguimos besándonos, nos soltamos solo para respirar, cuando quiero seguir, solo me da un beso corto y empieza a bajar sus manos por mi pecho abriendo los botones de mi camisa. Jala para sacar la tela de dentro de mis pantalones. Al estar un poco apretado guía sus manos hasta mi correa, la dejó seguir, la abre la correa y mi pantalón al mismo tiempo, termina de sacar la camisa por mis brazos dejando mi torso desnudo. Pasa sus manos por mi piel, y cada caricia siento que me quema. Conectamos miradas y nos besamos nuevamente. Beso su boca, su cuello, sigo bajando por su escote hasta que llegó a sus pechos, ella se voltea y me hace señales para que le baje el cierre del vestido sin decir nada, cuando lo termino de bajar ella se baja el vestido dejándome ver que no tiene brasier. Me pego a su cuerpo y la abrazo por detrás rodeando su cintura, ella se suelta de mi agarre y guía mis manos a sus pechos, los masajea ella misma a su ritmo. Sube sus manos para agarrar mi cuello, los agarro y los amanso a mi gusto. Un par de gemidos suaves se escapan de su boca, mientras contornea su cuerpo cerca del mío. Lo cual me excita demasiado. Cuando voltea a mirarme se cubre los pechos con las manos, y camina hacia la cama, se sube en ella, se sube el vestido, dejándome ver su hermoso trasero gateando sobre la cama, esa carne grande y redonda que espero poder morder hoy y muchos días más. — Ven William — dice con voz sensual que me derrito, ¿Qué me hizo esta mujer?, me tiene hipnotizado. Suelta sus pechos para jalarme de la cintura, y empezar a bajar mi pantalón. Puedo ver sus hermosos pechos los cuales me muero por dar placer. Término de deslizar mi pantalón por mis piernas para ir por ella. Cuando levanto la vista ella ya está sin el vestido, acostada en la cama con las piernas abiertas, dejándome ver su hermoso coño brilloso listo para mi. El cual pienso disfrutar en todos los sentidos. — ¿Qué esperas? — me dice, aun no se si podré follar con ella, ya he dejado de hacer estas cosas hace unos años. Pero hay algo demasiado fuerte que me impulsa hacia ella. El sexo nunca ha sido una necesidad para mi, pero aquí con ella si lo es.
Free reading for new users
Scan code to download app
Facebookexpand_more
  • author-avatar
    Writer
  • chap_listContents
  • likeADD