Una noche bastante agitada

1597 Words
ANYA Jamás había conocido a un hombre tan imponente como el padre de Ellie, tenía que aceptar, que, a pesar de su edad, era un hombre bastante atractivo, seguro por eso es por lo que Lisa se derretía por él, lo mira como si fuera su Dios y bueno… ¿Quién no lo haría? Lo observé a lo lejos, sin que nadie notara que lo miraba precisamente a él, no quería dar una mala impresión, pero simplemente, el hombre parecía tener un imán. Sin embargo, y a pesar de que traté de no mirarlo más, fallé en el intento. Por ello decidí salir al jardín, necesitaba dejar de mirar a un hombre que es prohibido para mí, no solo por su edad, sino porque es el padre de mi mejor amiga y el esposo de una buena mujer, que me trata como si fuera una más de su familia, incluso me trata como si fuera una segunda hija para ella. Aunque cuando me di cuenta, un ebrio idiota, quería propasarse conmigo. Gracias al cielo, llegó el padre de Ellie y el idiota se tuvo que ir. Unos minutos después, apareció Ellie quien, al percatarse de mi rostro, preguntó qué fue lo que había pasado. Cuando trate de decirle lo que estuvo a punto de pasar, por supuesto que se molestó, y hasta supo de quién se trataba, pero le pedí que se calmara, puesto que su padre había llegado a tiempo para ayudarme. Después llegó Lisa y al final fue ella quien nos terminó acompañando hasta la habitación de Ellie. —Anya, sabes que tanto mi esposo como yo siempre te cuidaremos, espero que nada de esto vuelva a suceder porque te juro que, de lo contrario, se las verán conmigo. —Gracias, Lisa, no sabes cómo agradezco tus palabras, pero será mejor que no le digamos nada de esto a Harry, no creo que se lo tome de la mejor manera. —No te preocupes, mis labios estarán sellados como una tumba, ¿verdad madre? —Lisa asintió. —Bueno, las dejo a solas, seguro van a cambiarse, así que… —Lisa salió de la habitación de Ellie, mientras que ella y yo nos cambiábamos para irnos al club. —No puedo creer que ese maldito bastardo se haya atrevido a tanto, es el hijo de uno de los socios de mi padre y lamentablemente ya lo conozco, además de que también conozco sus mañas, el muy pendejo cree que haciéndose el ebrio no pueden hacerle nada, pero ya verás que… —Ósea que, ¿no se encontraba ebrio?, todo el tiempo estuvo mintiendo. —Por supuesto que sí, solo finge estarlo, para como ahora salir ileso, pero te aseguro que con nosotras no se vuelve a meter nunca más, ya verás —no sé lo que Ellie tenía en mente, pero seguro no debía ser anda bueno, para el idiota ese obviamente. Una vez que terminamos de cambiarnos, bajamos para encontrarnos con Harry, quien ya nos esperaba para irnos al club. —No entiendo cómo es que Harry y tú, aún no… —sabía que se refería a acostarme con él, pero simplemente, yo quería esperar y Harry también estaba dispuesto a esperarme. —Ellie, ni a él ni a mí nos importa eso, por ahora… —reímos y los padres de Ellie aparecieron frente a nosotros. Lisa terminó convenciendo a su esposo que hablara conmigo, aunque no entendía por qué, o quizá debió intuir que me encontraba un poco incómoda, buscando al imbécil mentiroso. Lo seguí y me pidió que entrara al que al parecer era algo así como una oficina. Tomé asiento y él frente a mí, detrás de su escritorio. La verdad sus palabras me terminaron conmoviendo y al final no pude resistirme a darle un abrazo, yo más que nada tomé cada una de sus palabras como si vinieran de mi padre, el cual parece que también murió. Además de que me proporcionó su número, por si alguna vez tenía algún problema y eso realmente lo aprecio demasiado. Una vez que terminamos de hablar, Ellie y yo nos fuimos con Harry. Ya en el club, se me olvidó absolutamente todo, estando con Harry, podía olvidar todos mis problemas, miré a Ellie, quien se encontraba besuqueando con algún hombre con el cual seguramente terminaría durmiendo dentro de un par de días. Ese era su modus operandi, negué con la cabeza y seguí bailando con Harry; aunque cada tanto, la voz, el olor, y el rostro de un hombre aparecía en mi mente. Trate de olvidarlo por el resto de la noche, pero fue imposible. Como sabía que Harry comenzaría a hacer preguntas si me notaba extraña, entonces le pedí a Ellie irnos, con el pretexto de que Harry empezaba a notarme extraña por lo que había sucedido en la velada de sus padres, cuando eso no tenía nada que ver. Ella lo entendió y le pedimos a Harry que nos llevara a su casa. En cuanto llegamos, ella fue la primera en salir del auto, mientras yo me despedía de Harry. Una vez que se fue, entre y me dirigí a la habitación que por lo regular suelo usar cuando me quedo a dormir aquí. Tenía también un par de prendas que uso para dormir, así que me cambie de inmediato. Traté de dormir, pero me fue imposible, por ello salí a tomar un vaso de agua, sin saber que presenciaría una escena bastante… caliente, entre los padres de Ellie. Estaba a punto de regresar a mi habitación, cuando escuche un par de ruidos, los cuales rápidamente se convirtieron en gemidos. Me quedé plantada en el suelo, sin saber qué hacer, si seguir mi camino, esconderme o seguir mirando. A pesar de que estaba un poco oscuro, pude observar cada uno de los movimientos que Lisa y Anthony se encontraban haciendo. Sentí un hormigueo en mi vientre, la verdad no era la primera vez que lo sentía, supe de inmediato por qué. Mis pezones parecían querer traspasar la ligera playera con la que vestía y mi centro comenzó a palpitar y mojarse. Me encontraba mojada y caliente al ver tal escena. Es como si me encontrara mirando un video porno en vivo y a todo color. Pero, por supuesto, era mucho mejor. Ni siquiera sabía el tiempo que habían tardado; sin embargo, me encontraba fascinada con lo que acababa de ver. Una vez que terminaron, no había a dónde correr, por ello, me quede escondida entra las sombras, para que no notaran mi presencia. Lisa pasó delante de mí, solamente cubriéndose un poco con su ropa, mientras que Anthony seguía en su despacho. No podía pasar por ahí sin ser percibida, por ello esperaría a que subiera a su habitación. Pero lamentablemente, los nervios terminaron haciendo de las suyas y Anthony me terminó descubriendo. —Yo… lo siento mucho, no era mi intención… yo no… no quería verte a ti y a Lisa… —de pronto tomó mi rostro con su enorme mano, me miro de arriba abajo. A pesar de la oscuridad, pude notar una mirada bastante extraña en él, y sinceramente no me desagradaba. —Anya —, mencionó mi nombre, se acercó un poco a mí, más de lo necesario de hecho, pero no me aparte en ningún momento. Pude percibir algo extraño entre los dos, sentí su duro pecho contra mis tetas, mientras que su polla al parecer necesitaba más acción. Estuve a punto de cometer la peor de las locuras, cuando él negó con la cabeza y se parto rápidamente de mi lado. —Descansa —se dio la media vuelta y yo corrí de regreso a la habitación. Cerré la puerta con seguro, como si alguien fuera a entrar y me metí a la cama, pensando en lo que acababa de suceder. Necesitaba un poco de atención y que mejor que ahora. No es que jamás me hubiera tocado, sabía lo que era un orgasmo, pero en esta ocasión, algo se sentía diferente en mi cuerpo, es como si algo dentro de mí hubiera cambiado y no sabía que era. Me quité mi ropa rápidamente, el tanga que traía puesto jamás había estado tan mojado como ahora, aventé todo al suelo y los gemidos de Lisa, junto con las embestidas de Anthony, vinieron a mi mente como si de una película se tratara. Mis manos parecían tener mente propia, fueron directo a una de mis tetas, mientras que la otra se dirigió a mi centro. Mientras amasaba una de mis tetas, pensaba en Anthony, en que era su mano la que se encontraba ahí tocándome. Con la otra mano, comencé a tocar mi centro. Sé que no tardaría demasiado, por ello, hundí dos de mis dedos lo más profundo que pude, entretanto mi palma rozaba mi cli*toris, solamente tenía la imagen de él en mi cabeza, mis gemidos inundaron la habitación. Moví más rápido mi mano, me encontraba a punto de estallar, por eso no me detuve ni un momento y entonces ese familiar hormigueo recorriendo mi cuerpo fue aún más fuerte que otras veces. Cerré los ojos con fuerza al sentir un orgasmo arrollador. Seguro no se comparaba a nada de lo que Lisa acababa de sentir, pero de eso a nada, prefería esto. Mi respiración se encontraba bastante agitada, así que trate de normalizarla. Mi cuerpo poco a poco se tranquilizó y el sueño estaba por vencerme, me tape con una sabana y me quede completamente dormida, con la imagen de Anthony en mente e ignorando todo lo que estaba a punto de suceder.
Free reading for new users
Scan code to download app
Facebookexpand_more
  • author-avatar
    Writer
  • chap_listContents
  • likeADD