Despejando dudas

1454 Words
ANYA Ya ni siquiera sabía qué pensar al respecto, las cosas entre el padre de Ellie y yo eran tan… extrañas, por llamarlo de alguna manera. Además de que no puedo llamarlo por su nombre cuando me refiero a él, siento que estoy cruzando una línea demasiado delgada y si la cruzo, creo que no habrá marcha atrás. La noche anterior, cuando miré cómo es que follaban él y Lisa, no tuve más remedio que terminar con mi suplicio yo misma. Imaginando que era Anthony quien me tocaba de esa manera, ¡Dios!, creo que lo mejor es alejarme por un tiempo de esta casa. Cuando miré que se encontraba solo, tuve que pedirle una disculpa por haber visto algo que se supone, no debí ver, además de que Lisa también siempre me ha tendido una mano o hasta el pie cuando lo necesito. Sin embargo, cuando me tomó de la mano, creí sentir una pequeña explosión, una corriente, ni siquiera sé cómo llamar a esto que está formándose dentro de mí. Quería acercarme aún más a él, sentir ese asombro cuerpo que tiene, tocarlo, acariciarlo, besarlo; pero terminó interrumpiéndonos. Por supuesto, lo primero que hizo fue mirar nuestras manos, lo solté rápidamente, y para desviar la atención y que esto no fuera malinterpretado por él, tuve que decirle lo que pasó anoche. Obvio, Anthony se dio cuenta de mis intenciones y nos dejó para que pudiéramos hablar a solas. —Nena, ¿por qué no me lo dijiste anoche?, por eso te encontrabas más callada de lo normal, ¿verdad? —asentí. Y aunque en parte era por eso, también se trataba de otra persona, bueno, otro hombre para ser más precisos. Harry no se merece que le esté haciendo todo esto, yo lo amo, pero… será mejor dejar de pensar en él, no me hace nada bien y mucho menos a mi relación. —Vayamos con los demás, seguro deben estarse preguntando dónde estamos. —De acuerdo —me tomó de la mano y salimos directo al jardín, junto a los demás. Ellie inmediatamente comenzó a vitorear, mientras yo solo negaba con la cabeza y sonreía por saber en lo que se encontraba pensando. Ella, más que nadie, me pedía que no lo hiciera si no me encontraba segura, si sentía que no era el hombre correcto o si solamente no quería. Aunque, lamentablemente me estaba planteando el preguntarle un par de cosas, que solo ella podría responderme. —¡Hasta que finalmente aparecen los tortolitos!, no creí que fueran a ser tan veloces —se burló. Mientras que Harry solo ponía mala cara, al entenderla. Lo entendía un poco, llevábamos varios años de relación y a lo máximo que habíamos llegado eran unos cuantos toqueteos. Pero eso es algo que amo y admiro de Harry. Sabe controlarse en las peores situaciones, sobre todo si me encuentro yo de por medio. El resto de la tarde, no volví a ver o encontrarme con Anthony, incluso hasta se me olvido un poco su presencia, pero siempre sentí que se encontraba cerca, mirándome, aunque todas las veces que miré a mi alrededor, no logre divisarlo. Supuse que todo era producto de mi imaginación, y me enfoqué en divertirme y pasarla bien. El atardecer ya se encontraba cerca, Harry recibió una llamada de su padre y tuvo que retirarse. Los demás también poco a poco se fueron, hasta que solamente quedamos Ellie y yo. —Oye, ¿qué paso entre tu Harry por la mañana?, traía una cara de pocos amigos, aunque trato de disimularlo. —Tuve que contarle lo que paso. —¿En serio?, pero si tú eras la más reacia a no hacerlo, ¿qué te hizo cambiar de parecer? —Me encontró hablando con tu padre, escuchó que le daba las gracias y no quería que lo malinterpretara, por ello tuve que explicarle lo que pasó. —Entiendo, creo que hiciste lo correcto —obviamente omití la parte donde su padre me tomó de la mano, ¿qué razón tendría para hacerlo? —bueno, será mejor entrar, no quiero que alguna de las dos vayamos a enfermar. —Sí, me iré a cambiar para ir a casa, llevo varios días aquí y la verdad no quiero molestarlos. —¡Que!, por supuesto que no Anya, no volverás a ese lugar que llamas casa, ni siquiera lo es, además tu padre me dijiste que no se encuentra ahora por asuntos de trabajo, que caso tiene que llegues o no, él ni siquiera lo nota. —Tienes razón —dije con tristeza— no tiene caso que vaya para allá, al final pasaré sola la noche y seré como un mueble más. —Mejor veamos una peli, que te parece. Ya mañana podremos ir a clases y seguir con nuestra vida. Para colmo, la película se trataba sobre el romance prohibido entre un profesor y su alumna, quienes se terminaron enamorando, la pasaban demasiado bien en la cama, pero les hicieron la vida miserable de sus parejas. Terminamos de ver la película, y fuimos a preparar algo para cenar. No podía dejar de pensar en lo que acababa de ver, por ello le hice una pregunta a Ellie. —¿De verdad es muy bueno acostarse con alguien con experiencia?, te lo pregunto, porque bueno… tú tienes experiencia en ello. —No tienes una idea Anya —mencionó soñadoramente— sin duda, no me arrepiento de haberlo hecho con alguien que tiene bastante experiencia, no solo porque no solo piensa en su placer, sino que primero estas tú. ¿Por qué lo preguntas? —Es solo por… curiosidad, conoces mejor que nadie mi situación y la verdad siento que Harry no quiere esperar más, aunque siempre dice lo contrario. Y bueno, no es porque me quiera meter con cualquiera, pero… —No quieres parecer una inexperta ante Harry, ¿no es así? —Algo así —¿Cómo revelarle la verdad?, vi a tu padre follar con tu madre y desde esa noche, no dejo de pensar en lo que sería pasar una noche con él— pero, sabes que no puedo hacerlo, Harry sabría de inmediato que me acosté con alguien más. —Tienes razón, Harry lo descubriría, y se te armaría tremendo circo, ni siquiera quiero imaginarlo; sin embargo, ¿por qué piensas que Harry ya no quiere esperar más?, ¿acaso lo has visto coquetear con alguien? —No, para nada, no lo he visto, pero ciertas actitudes de su parte me hacen dudar de sus palabras y… no sé, no quiero imaginar cosas. ¿Crees que sería bueno acostarme con él?, o es mejor esperar. —Eso solo lo puedes saber tu Anya, si te encuentras lista adelante. Pero si no lo estás, es mejor esperar. Sabes que Harry te adora, no creo que te obligue a hacerlo, ¿o sí? —No, él jamás haría alguna estupidez como esa. —Hola, ¿cómo se encuentran mis chicas favoritas? —preguntó Lisa. —Hola, Lisa, bien —respondí. —¿Dónde has estado madre?, moría de hambre y… —Ellie, que yo sepa, tienes manos, brazos y piernas para moverte y poder hacer lo que quieras, no me necesitas para hacer algo tan básico —Ellie puso los ojos en blanco, mientras yo solo reía. Justo en ese momento, apareció Anthony, nos saludó y enseguida beso a Lisa. Solo miré a mi plato para seguir comiendo, este acto es suficiente para sacar de mi cabeza, al padre de Ellie de una buena vez. —Padre, estamos comiendo por si no te has dado cuenta, vayan a hacer sus vulgaridades a otro lado, ¡es asqueroso! —Solo fue un pequeño beso de bienvenida, no había visto a tu madre desde la mañana. —No le hagas caso cariño, cuando encuentre al hombre indicado, ya podremos hacer lo mismo que ella hace con nosotros. —Bueno, no quiero que Anya se asquee al ver tanta miel —solo negué con la cabeza y le di una patada a Ellie. —Por mí no se preocupen, les aseguro que no me incomoda para nada. La verdad es que me encantaría ver a mis padres como a ustedes, pero eso es imposible. Me despedí y salí de la cocina, Ellie me alcanzó y se disculpó. Ella creyó que mis palabras eran ciertas y aunque las dije para poder salir de ese lugar. En realidad, sí que me incomodaba ver cómo es que Anthony se derrite por Lisa. Y no porque yo no tenga padres, sino porque… ni siquiera quería pensarlo. No quiero hacerme cuentos en mi cabeza, que después no sepa cómo detener y mucho menos si tienen que ver con él.
Free reading for new users
Scan code to download app
Facebookexpand_more
  • author-avatar
    Writer
  • chap_listContents
  • likeADD