-Mami, ¿Puedo ver televisión ya terminamos? - La estaba ayudando hacer sus tareas.
-Si mi vida. - Mi móvil suena y es él.
Hola mi hechicera, ¿Cómo te fue hoy en el
trabajo?, Te extraño mucho.
Ti amo... David Pizza
-Lo leo una y otra vez, éste aparece, así como así, sin decirme disculpa
que no te eh respondido los mensajes, ni llamadas, estoy que me pinchan y no me
sale sangre.
¿Se puede saber en dónde estás y por qué no
contestabas mis llamadas y mensajes?
Estefanía Martínez.
-Pasa el tiempo y nada que responde, ¿Qué se creé éste?, en
dejarme así, hasta que si llega un mensaje.
He tenido mucho trabajo y hoy fue un
día de reuniones, no te molestes, ¿Me perdonas?
Ti amo. David Piazza.
- ¡Dios Estefanía!, Cómo no piensas un poquito más, sabiendo
como está nuestro jefecito de impertinente.
Siiiiiiiiiiiiiiiiii... Claro que te perdono, extraño tus caricias, tus besos.
Te
adoro. Estefanía Martínez tú hechizada.
-Mami, ¿Hoy no viene principito? - Sé viene a que la cargué, aun mirando la película.
-No se. - Le hago pucheros, como ella me hace.
- ¿Puedo ir a jugar con los niños de Juanita? - Voy a la cocina,
la dejó para que siga mirando su película.
-Si. - Escucho la puerta cerrar, no ha pasado ni cinco minutos
cuándo ya está tocando, alguna muñeca se le quedó, cuándo la abro, está David
con un ramo de flores, una botella de vino y una bolsa de regalo, corro hacía
él, me subo ahorcajadas lo beso, él trata de no caerse y tirar nada, igual me
abraza.
-Voy a desaparecer más seguido. - Me dice entre risas y besándome.
-Ni sé te ocurra desaparecerte, porqué te buscaré, hasta en el
mismísimo infierno, tenlo por seguro. - Le gruño aún encima de él.
- ¿Me gustaría saber, si te gustaron las flores? - Sé burla.
- ¿Flores? - Susurro, me acuerdo de lo que traía, me bajo agarró
las flores entramos, vemos a mi abuela en la cocina, él se va a saludarla, las
flores son rosas rojas, las cuento, siento sus manos que pasean por mi cintura,
para abrazarme por detrás.
-Son cincos rosas, una por cada día que hemos estado juntos,
gracias por ser mi novia ¿Me perdonas? - Lo último me susurra al oído, ¡Por
Dios! es un perdonavidas romántico, estoy loca por él.
-Ya te lo había dicho en el mensaje, que sí.
-Quería escucharlo, para saber sí era verdad. - Me gira para
darnos un beso, estoy que lo arrastro a la habitación, vamos bájate de esa
burbuja.
-No sé, que es lo que siento por ti David, esto es tan rápido,
eres un hombre muy especial, siento que no es real, ¿Qué hiciste conmigo? -
Entrecierro mis ojos.
-No he hecho nada, tú fuiste la que me hechizaste, tampoco me
había pasado algo así con alguien, como me siento ahora, pero me gusta. - Y hay
va otro beso.
-A ver, no se come de lengua, tú descorcha el vino que ha traído
y tú ve por mi princesa. - Nos gruñe mi abuela yéndose a poner la mesa, nos
reímos David se va ayudarla, mientras voy por mi princesa.
-Hola Luis, ¿Como estas? - Está con un disfraz de pirata.
-Bien, ¿Vienes por Estefanía verdad? - Tan lindo y caballeroso.
-Luis ¿Quién es?, no te he dicho que no abras la puerta, sin
antes preguntar. -Le gruñe Juanita desde la cocina.
-Si, ya se, mami. - se va corriendo, Juanita se asoma.
-Hola Juanita, vengo por mi hija. - Me hace señas con su mano,
para que pasé.
-Madrecita, no me ha dado tiempo de preguntarte, ¿Quién es ese
majo con quién andas? - Giovanni entra la cocina, me echo a reír.
-Mujer deja a Estefanía en paz, hola Estefanía. - Trata de que
su esposa, no me interrogue.
-Muy bien Giovanni y si Juanita ése majo que has visto es mi
novio. - Giovanni me mira, no se lo creé.
- ¿Tú tienes novio, desde cuándo?, si no tienes ni tiempo para
ti, mujer. - Me dice sorprendido.
-Mi vida, ¿Es que acaso no puede tener novio?, Se merece a un
buen hombre que la ame. - Le gruñe Juanita.
-Sí, es qué si, lo que quiero decir, es que cuál tiempo, sí
siempre está ocupada, ni para ella, tiene tiempo. - Trata de que lo entendamos.
-Ya estoy lista, mami. - La subo en peso.
- ¿Cómo se llama, tú novio? - Juanita ignora a Giovanni.
-Mami, ¿Mi principito vino a verme? - Le quitó su cabello de la carita.
- Él novio de mi mami sé llama, David. - Ella responde por mí, Giovanni se
ahoga con su vaso de agua, Juanita trata de que se componga, no me quita la
mirada, buscando una explicación de lo que dijo la niña.
- ¿Qué es lo que te pasó, mi amor? - Juanita se preocupa.
-Tú estás loca mujer, si se enteran en la empresa los pueden
votar y es más él acaba de llegar, ¿Cómo es qué ya son novios? - Me gruñe.
- ¿Dé que estás hablando, como que, a echarla, conoces al novio
de Estefanía? - Juanita no entiende nada.
-Por qué David Piazza, es mi jefe. - Gruñe.
- ¿Queee..eee.. eso es cierto madrecita?... Me mira como si
tuviera dos cabezas.
-Sí, sé que tenemos poco tiempo conociéndolo, es amor a primera
vista, se ha portado muy bien con nosotras, esperó que no se enteren en la
empresa, necesitó el empleó, por eso está en secreto nuestro noviazgo.
-Mujer, tú más que nadie sabes que "Pueblo chiquito,
infierno grande". Aquí todo el mundo se entera de las cosas muy rápido y
un noviazgo más. - Mientras me estaba gruñendo, recorría un escalofrió horrible
por mí cuerpo, no por qué me vayan a votar de las empresas, si no, que se vaya
a enterar de mí pasado, todo se irá a la mierda...
-Ya Giovanni, deja a Estefanía tranquila, se merece todo y mucho
más, tú madrecita quita esa cara, lo que dijo mi marido olvídalo, se feliz. -
Me da un beso en la frente, me despido de ellos, apenas entramos a mi piso, mí
princesa se bajó de mis brazos, salió corriendo en busca de David.
-Principitoo..oo, ¿Por qué no llegaste con mami, pensé que ya no
venias?. - Ya está reclamando.
-Cómo puedes pensar que no venía a ver a mi principessa, te
traje algo, para que me perdones por llegar tarde. - Le da la bolsa de regalo.
- ¿Qué es? - Se emociona.
-Si no lo abres mi angelito, no sabrás. - Le dice mi abuelo
sentándose en el comedor, estoy aún mirándolos desde la sala.
- ¿Por qué te tardaste tanto y vienés con una carita triste?
-Acabo de ver a Guadalupe, abuela me parte el alma, no está nada
bien. - Y hay está una mentirita blanca, tenía tiempo que no las decía, no
quiero qué se preocupe por nada.
-Lo se mi ángel, también me parte el alma, cada vez que la veo, ese
cáncer es muy fuerte, se lo que está sufriendo Juanita, me pasa cada vez que
veo a tú abuelo, no sé, que haría sin él, el día qué se vaya, también se
llevara mi vida. - Sé le cristalizan sus ojos.
- ¿Por qué están llorando? - Nos gruñe mi abuelo, no sé en qué
momento David está a mi lado.
- ¿Todo está bien, nena?
-Si, lo que pasó, es que nos hemos puestos triste por mi culpa,
me puse a contarle algunas cosas y nos pusimos sensibles, no es nada, estamos bien.
- Le dice mi abuela a David y se va a la cocina.
-Nena. - Llama mi atención, no eh dicho nada.
-Sí mi hechicero. - Me burló, es que sus mensajes son muy
románticos, yo no lo soy. - Estoy bien y más si tú estás a mí lado, eres mi
pócima. - Se ríe, me da un casto beso en los labios, ayude a mi abuela con la
cena, la niña nunca se le quitó de encima.
-La voy a llevar a su habitación. - Ellos estaban mirando
televisión, mientras que terminaba de acomodar todo en el pisó, ayudando a mi
abuela con los quehaceres.
-Por fin se durmió, cada vez que se acuesta tarde, es una
pesadilla para levantarla.
- ¿Sabes?, Aún no se, si me perdonaste. - Me lleva arrastra a mí
habitación.
-Es que aún, no sé lo eh dicho de la manera qué quiere saberlo.
- Me alejó un poco quitándome la camisa, sus ojos se van directo a mis senos.
- ¿Y qué esperas en demostrármelo? - Se quita su camisa.
-No quiero que espere más. - Muerdo mí labio, él se viene a mi
como fiera, me encanta hacerlo con él, mi burbuja de placer está inflándose
más, mañana no querré levantarme.
L.R.