-Suena mi teléfono a lo lejos, ¿Quién carajo llama tan temprano?, busco con mi mano a David no está, entro el sol por la ventana, trató de seguir despierta, esto de madrugar es lo peor, agarró mi móvil, tengo más de tres llamadas perdidas y mensajes.
Bounjour Bella, creó que, a mi hechizada, se le han pegado las sábanas.
Ti amo "tu hechizado"
David Piazza.
-Ti amo, en serio, ¡Dios! Este hombre en tampoco tiempo me está
haciendo sentir cosas, qué jamás pensé en sentirlas, busco el otro mensaje y es
una canción muy linda, la escucho mientras me acomodo para ir a desayunar, le
responderé antes de qué se me olvide.
Buenos días, ¿Por qué te fuiste?, quería amanecer a tu lado, gracias por la canción.
"Tu hechicera"
Estefanía Martínez.
-Buenos días, ¿Cómo amanecieron? - Le doy un gran beso a mi
hija, lo más hermoso que tengo.
-Creó qué no tan feliz, como tú. - Se burla mi abuela.
-No lo negare, si lo estoy. - No me quitaré está estúpida
sonrisa.
- ¿Café mi ángel? - Ella sé va a la cocina.
-Necesitó uno urgente.
-Mi angelito se fue muy temprano, no le dio tiempo de desayunar,
ni él café. - Ella me da mi taza.
- ¿Tú que abuela? - No sé, ni de que me habla.
- ¿Cómo que de mí qué? de David. - Me gruñe.
-Humm ¿Cómo a qué hora se fue?
-Muy temprano, esa eres tú, que no te gusta madrugar.
-Abuela, no sabes lo divino que es dormir. - Voy por los niños
de Juanita.
-Es mejor que te des prisa, sé te está haciendo tarde. - Me
grita.
-Holaaaaaaa. - Entro a los vestidores.
-Buenoooorrrooosss días, me encanta esa sonrisa de oreja a oreja
que tienes y ese brillo en los ojos, que jamás había visto. - Grita Carmencita.
-Si, estoy más feliz que una perdiz. - Nos reímos a carcajadas,
Paty siempre estuvo callada, la veo de reojo se está colocando la camisa, no
puede ser tiene un gran hematoma en su costilla, él c*****o de su marido le
haré pagar, no le pregunto nada será más tarde.
-Hola. - Saludo a Esmeralda.
-No pierdes la costumbre de estar perdiendo la mañana, con tus
amiguitas. - Me gruñe, la ignoró por completó, quisiera decirle que ella lo
pierde con Nefario, pero me calmo, voy por los informes está vez escuchando la
canción que me dedico mi italianísimo, lo que vi, es que no me respondió el
mensaje está mañana.
-Buen provecho mis niñas, recuerden que este fin de semana, si
vamos por los vestidos.
-Vale. - Fui la única qué le respondió, me acuerdo lo que vi
está mañana, no aguantare más.
-Paty ¿Cómo están las niñas? - Vamos Estefanía no vayas a ser
tan brusca.
-Bien. - En serio solo bien, la mató.
- ¿Por qué tienes un morado en tu costilla? - Trato de ser
sutil, pero no puedo.
- ¡La madre que te parió!, no me digas que él c*****o de tú
marido te pego, por qué te juro que le corto la mano. - Ella agacha la mirada,
mientras que Carmencita está igual, comiéndosela con la mirada.
- ¡Ay! Paty no te pongas así. - La abrazo a la final, la brusca
fue Carmencita.
-Ese gilipollas no te merece, cómo se atrevió a pegarte ¿Por qué?
- Le pongo los ojos como platos, para que no siga bombardeándola a pregunta.
-No mi niña, esos ojos no, no pienso callarme, me canse de aguantarme en verla
así, ese c*****o se salió de la raya, estoy tan cabreadísima contigo Paty, por
ser tan tonta y dejarte llevar hasta esto.
-E.ee... Es el padre de mis hijas, lo quiero mucho. - Empieza a
llorar.
-Por qué sea el padre de tus hijas, no tiene derecho de
aguantarte todo esto, te monta los cuernos y ahora te pega, no, no, no, eso sí qué
no, Paty. - Carmencita está que la mata.
-A ver Paty, ¿Qué fue lo que paso? - Trato de que nos expliqué.
-Le estaba reclamando por unos chupones que tenía en el cuello y
la camisa estaba toda de pinta labios, se enfureció me dijo que lo dejará en
paz, que ya no me quería, lanzo el plato de comida que tenía y me lo pego por
las cotillas. - Sigue llorando.
-Tienes que dejarlo, no es bueno, ni para ti, mucho menos para
las niñas. - También estoy que me hierve la sangre.
-Vamos mi niña, come algo, no has probado ni un bocado de tú
comida. - Carmencita le acerca su comida.
-No tengo hambre...
-Tienes que comer algo, estás muy delgada, Paty no es bueno que
andes así. - Le gruño.
-Lo sé, es que no tengo ánimos de nada. - Se calma un poco.
-Tienes que buscar el ánimo como de a lugar y más por tus hijas.
- Creo que Carmencita está que le da la comida, ella lo hace parsimonia. - ¿Mi
niña en dónde está David, hoy no lo he visto?
-La verdad qué no lo sé, está mañana le escribí, ni respondió. -
Miró de nuevo mi móvil y nada.
-Llámalo, nunca ha dejado de venir a comer con nosotras. - Me
gruñe.
-Lo hago cuándo salgamos de aquí...
- ¿Y ahora que querrá, MISTIKA? - Gruñe Carmencita, en esa veo a
dónde ella está mirando y es Esmeralda.
-Holaaaa. - Saluda con una sonrisita burlona.
- ¿Se te perdió algo? - Le gruño, me arrecuesto del espaldar.
-Vengo a ver, como están las perras del comedor.
- ¡La madre que te pario! - Dice Carmencita, pongo los ojos en
blanco respiro hondo, para decirle sus cuatro cosas.
- ¿Que te has creído tú?, para venir a insultarnos, lagarta
inmunda. - Paty se me adelanta levantándose de su silla, nos levantamos con
ella parándonos a su lado.
-Me creó, lo que, a mí, me da la gana y tú.
-Esmeralda, es mejor qué sigas tú camino y no dejes en paz. - La
interrumpo, se ríe maquiavélica.
-Prepárate, por qué saldrás de aquí, lo más pronto de lo que te imaginas.
-Sé da vuelta yéndose con su risa horrible.
- ¿Qué fue eso, por qué te dijo eso? - Carmencita me brinca.
- ¿Será que sabe lo tuyo con David?, recuerda la política de las
empresas. - Paty se asusta, coloca sus manos en su pecho.
-No creó y si llega a decir algo, también hablaré, no seré la
única que saldrá de aquí. - Salimos del comedor.
- ¿Y tú qué sabes, para decir eso mi niña? Y me bombardea.
-Ella también, tiene su romance con alguien de aquí de la
empresa. - Les arqueo una ceja, comienzo a caminar más rápido dejándolas
paradas asimilando lo que le dije, comienzan a corretearme detrás, suplicándome
para que les cuente.
-Estefanía, hazme el favor y te paras, tú no me vas a dejar con
esa intriga, de saber con quién se acuesta, esa perra. - Se para delante de mí,
estamos en medio de la calle, queda hacía los depósitos.
-No puedes ser Carmencita, que me he enterado de algo, antes que
tú. - Me burlo de ella parándome igual.
-Si tengo que sacarte la información con cucharita, lo haré. - Y
está cabreada.
-Vamos dile, por qué se le va a explotar la vena de su frente. -
Paty también se burla de ella, riéndose.
-Vale, vale les diré, ¿Prométanme que no le dirán a nadie, ni a
su sombra? - Les amenazo.
- ¡Ay mi madre!, creó que nos contara una bomba atómica. - Se
abanica con su mano.
-Ella se está acostando con Nefario.
- ¿Queeee...? - Las dos gritan con cara de póquer.
-Así es, con su jefe. - Sigo caminando.
- ¿Tú cómo sabes eso mi niña, haz visto? - Me acuerdo cómo, me
da una puntada en mi vientre, ¡Dios¡, con solo pensarlo me pongo cachonda.
- ¡Heysss!, llamando a Estefanía a la tierra. - Paty trata de
captar mí atención y Carmencita me pellizca.
- ¡La madre que te parió!, ¿Por qué hiciste eso? - Le gruñó por
el pellizco.
-Te hice una pregunta y no respondiste, de pasó tenías una
sonrisa de lo más tonta.
-No tenías que hacerlo duele y me entere por qué estaba en las
duchas y escuche cuándo lo estaban haciendo. - Me sobo el brazo.
- ¿No se dignaron a ver, si alguien estaba? - Paty se sorprende.
-No y lo otro es cómo se dicen, cuchurro y cuchurra.
- ¿En serio?, no te lo puedo creer. - Carmencita sale de su
asombro, nos vemos a las caras, no aguantamos nos reímos a carcajadas hasta
dolernos el estómago, seguimos laborando en el transcurso de la tarde, perdí la
cuenta las veces que llame a David, me preocupa ¿Qué pasaría?
L.R.