Noche en el Clud Puertito.

1465 Words
-Esto me quedara muy bien. - Estoy acomodándome para mi noche, hoy es de bailar y tomar mucho a veces le metemos hasta karaoke, decidí por un vestido que me queda un poco más arriba de mis rodillas color vede, mis hombros descubiertos es un lindo cuello tortuga, mis tacones blancos, me hace lucir un poco más alta, no puedo negar tengo unas lindas piernas, como dicen mis amigas de infarto, soy española mi madre y mis abuelos latinos. Apenas llego se siente una gran euforia, parejas bailando, divirtiéndose, tomando, las chicas ya estaban desde hace rato y por lo que se ve, llevan varios tragos. - Mira qué guapa estás. -Tú no te quedas atrás Carmencita. - Le doy un gran abrazo. -Siempre estoy guapa mi niña, si no fuera así, mi marido me hubiera botado. - Nos reímos las tres, me siento para empezar agarrar el ambiente del lugar. - ¡Oh Dios mío¡, mira quien viene hay, el Dios griego. - Dice Paty mientras se toma su trago de un sorbo, volteamos a verlo y si está como para comérselo a besos, tiene su camisa manga larga entre abierta, su bufanda cae por todo su pecho, unos vaqueros que le queda muy bien tallado, su melena alocada a la vez arreglada, es tan sexy, salido de una portada de revista. -Con solo verlo, se me bajan las bragas. - Dice Carmencita abanicándose. -Y a mí. - Las dos vemos a Paty sorprendida, porque ella al único hombre que ve así, es a su marido y con lo que acaba de decir, nos reímos de su comentario. -Buonanotte, mis bellas. -Hasta qué por fin llegas, estaba pensando que no venías. - Carmencita como siempre, hasta le está dando un beso en la mejilla, hace lo mismo con Paty, viene a saludarme, no, nos quitamos la mirada. -Buenas noches, David - Le doy una linda sonrisa, se me acerca, coloca su mano en la parte baja de mi espalda, siento un escalofrió que va por toda mi columna, me pongo nerviosa, su beso es diferente al que les dio a las chicas muy cerca de mis labios, menos mal que estoy sentado, si no, ya estuviera en el suelo, mis piernas están en hormigueo. -Estás muy hermosa, nena. -Gracias tú también estás muy guapo. - Aun estamos sin quitarnos las miradas. - ¿Vas a tomar algo, David? - Le dice Paty muy alegre, mirando el espectáculo que estábamos dando. -Claro. -Holaaa, ¿Cómo están?, chicas tiempo sin verlas. - Nos dice Johana la mesera, Carmencita le presenta a David, todos piden sus bebidas, ella sabe lo que tomó, ni me pregunta. - ¿Tú no tomas? - Esta intrigado. -Si. - Me rio. - ¿Por qué no pediste tu bebida? - Iba a responder en ese momento llega Johana, con todo, en el centro de mesa coloca una botella de ron con dos chups delante de mí. -No me hace falta pedir, ya saben. - Sirvo mi primer trago. - ¿Te tomás esa botella tú sola? - Está muy sorprendido. -No siempre alcanzo a tomármela toda. - Tomo el primer chup... -Sera Ron, entonces - Dice entre risas, me quita mi otro trago... - ¡Heyyyy!, tú ya tienes tu bebida. - Le gruño, quitándole mi trago. -Ten mucho cuidado papasito, que ella por el ron, es peligrosa. - Carmencita exagerando no pierde la costumbre. -Si ya veo. - Se burla de mí. - ¿Que, Nunca habías conocido a una mujer que tome ron?, al menos que no sea daiquiris - Le arqueo una ceja. -Si conozco, así como tú, ¡no! - Dice sarcástico. -Hummm, bueno, ya conoces a una. -Y me encantó conocerte, nena. - Se acerca más a mí, tomó de mi trago de un sorbo para alejarlo un poco. -Igual, David. - Le quito la mirada, pasada la noche, hablando de todo un poco, escucho una canción que me gusta cantarla y bailarla (Olga Tañon- A partir de hoy), ya estoy cantándola y bailando en mi asiento. -Bailas conmigo. - Me susurra en el oído, está tan cerca qué huelo su perfume caro mezclado con el alcohol, ¡Diosss! -Si. - Me levantó de mi silla, él lleva su mano a mi espalda guiándome a la pista de baile. -Bailas muy bien...- Estaba dando una vuelta, me arrastra hasta él. -Puedo decir lo mismo. - Lo dice con un tono en doble sentido, se terminó la canción, no me suelta, seguíamos bailando otra y está, no es de bailar muy lejos, más bien estar muy cerquita es una canción romántica, todas las parejas enamoradas se levantan a bailarla, estoy a centímetros de su cara, posas sus dos manos casi llegando a mi trasero, mi piel se eriza, subo mis manos alrededor de su cuello, agacha un poco su cara para tener sus labios muy cerca a los míos, su respiración chocando con la mía, mientras íbamos al ritmo de la música, su mano pasea por toda mi espalda hasta llegar a mi cuello, subiendo mi cara lentamente para chocar nuestros labios, esto sí que es besar, me siento en una burbuja que no quiero qué explote, puedo decir lo que dice Paty, besa como un ¡Dios griego!. - Tengo la intuición de que con las personas que recién conoces, actúas de cierta manera qué no eres, la persona que eres en realidad; tus amigas más cercanas pueden apreciar un poco de ti, pero lo que nadie conoce, es qué muy dentro de ti, hay una mujer que nadie conoce, esa mujer que tiene sueños y fantasías que nunca vas a revelar, que por momentos puede ser traviesa o sería, lo cual, por cuestiones sociales y reglas, no puedes salir a la superficie. - Me susurra al oído, ¿Qué coño es lo que acaba de pasar? ¿Por qué me dijo eso?, Todavía estoy en la nebulosa, me lleva a la mesa sin soltar mi mano, mi cabeza da vueltas, apenas llegó, la cara de la chica es cara de póker, de qué no podemos creerlo, te lo has besado, lo bueno es que no dicen nada, les agradezco para no incomodar más. - Mis amores es hora de irnos, es tarde y dentro de unas horas, hay que trabajar. - Todas asentimos y salimos del local atrás de David. - ¿A ver papasito y en dónde dejaste tú coche?, Hip... - Carmencita está bastante pasadita de tragos, estamos llegando a su coche, me sorprendo qué cochezaso, un lujoso. -! ¡Vaya! para ser quién eres, te das buenos gustos y muy costosos. - Le dice Paty casi que silbando sorprendida, Carmencita estaba buscando algo en su cartera cuando sube la mirada. - ¡Guaaaaaaooo...! Papasito ni que trabajara en un millón de año, podría pagarlo. - Él ya está subiéndose al coche, me echo a reír, es que ella no se guarda nada. - ¿Van a quedarse mirando el coche o ya pueden subirse para llevarlas a su casa? - Se burla de nosotras riéndose a carcajadas, las chicas se sientan atrás, nos ponemos el cinturón. - ¿Papasito de dónde sacaste este cochezaso? - Ella no se quedará con la duda. -Me lo asignaron en la empresa. - Se ríe. - ¿Y por qué no me asigna uno a mí?, Hip.... -! AY ¡Carmencita, ni se te ocurra vomitar, qué ni para mandarlo a limpiar, vamos a tener. - Le gruñe Paty, ella seguía haciendo preguntas estaba impertinente, es fastidiosa cuándo está ebria, él seguía respondiendo entré risas, cuándo siento su mano en mi muslo, doy un respingo, ¡Dios!, Estefanía te estas metiendo en una camisa de mil balas y lo peor cómo siempre te gusta. - ¿Dónde vives nena? - Lo veo está con su sonrisa de lo más encantadora, quedó sin habla, mi mente está en blanco por unos segundos. -Ni niña, él papasito te ha hecho una pregunta. - Carmencita me saca de mí ensimismamiento, reaccionó le doy mi dirección, Paty se había dormido, está aparcando frente a mi edificio, me bajo del coche, David se viene a mí. -No pensaras, irte sin despedirte ¿Verdad? - Me susurra en los labios, todo me falla me besa, nuestros labios danzan un ritmo tan lento y apasionado, qué me hace creer que somos los únicos en la faz de la tierra, sus manos se posan en mis caderas apretándome a él y contra el coche. -No coman delante de los pobres, ¡JODER! - Nos gruñe Carmencita, nos reímos ella tan sutil. -Qué tengas dulces sueños, nena. - Ese acento tan hermoso. -Buenas noches. - Me despido toda sonrojada, ¡Dios! ¿ahora cómo lo veré mañana?, ¿con que ojos? L. R.
Free reading for new users
Scan code to download app
Facebookexpand_more
  • author-avatar
    Writer
  • chap_listContents
  • likeADD