POV. AMELIA. La mano alrededor de mi copa amenaza con romper la misma. Ha transcurrido un par de horas tensas, donde el juego ha ido subiendo de nivel y no hablo precisamente de las apuestas. La tensión en el lugar puede contarse con un cuchillo. A mi lado Olympia también lo nota, ella puede ver lo mismo que yo. Ve a cinco hombres, frente a una mesa y todos quieren ser los ganadores absolutos. Demostrar lo que traen. Hasta Jack, el hombre que sigue a Roman como su sombra tiene una expresión estoica. La única que no parece darse cuenta es la zorra que está junto a Atlas y solo le falta que le baje los pantalones al hombre y lo monte. ¡Qué grotesca! Roman por su parte, de vez en cuando, deja caer su mirada sobre mí, pero le devuelvo la misma esperando que pueda ver lo cabreada que estoy