CAPÍTULO V-2

1958 Words

—¿Se encuentra usted bien?— preguntó el Capitán al ver lo distinguido que estaba el Príncipe entre toda aquella chusma tirada sobre cubierta. El Príncipe subió al puente. —Sé que debo estarle agradecido por detener a esa turba anoche— comentó el Capitán—, escuché sus disparos y me informaron que usted evitó que entraran en más camarotes. —Hicieron algo de daño— respondió Nicolo—, pero no tanto como el que podían haber hecho. —Gracias— expresó el Capitán—, y gracias a Dios podremos deshacernos de esa turba dentro de una hora. —¿En Ostia?— preguntó el Príncipe, sorprendido. —No, en Civitavvecchia — respondió el Capitán—, es de ahí de dónde vienen. Es un grupo muy vulgar, pero jamás lo había visto tan alebrestado como anoche. —Demasiado vino— opinó el Príncipe. —Me di cuenta de eso cu

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