CAPÍTULO IV-2

1943 Words

El Príncipe comprendió que ella quería hablar acerca de las diosas griegas. Pero en ese momento llegaron ante lo que él estaba seguro que era la posada de la que les habían hablado. No era muy impresionante, pero sí lo suficientemente grande como para alojar a varios turistas. El Príncipe deseó que hubiera habitaciones disponibles para ellos. Cuando entraron, el propietario se mostró un tanto impresionado por el aspecto de la pareja. Les informó que tenía dos habitaciones disponibles, pero sólo por una noche y que también podía encargarse de los caballos. Las habitaciones en cuestión estaban reservadas para viajeros que llegarían por barco al día siguiente. —¿Se trata de un barco de turistas?— preguntó el Príncipe. —No lo sé— respondió el propietario—, se trata de dos personas que e

Free reading for new users
Scan code to download app
Facebookexpand_more
  • author-avatar
    Writer
  • chap_listContents
  • likeADD