Ella lo quería y él la quería a ella. Nada más importaba, por ahora. La preocupación y la inquietud desaparecieron, ya no eran hermanastro y hermana, sino dos almas que compartían una conexión que no podían expresar con palabras. Eso era suficiente.
Scarlett gimió suavemente contra sus labios, enredando sus piernas alrededor de su cintura mientras compartían ardientes besos.
Sus manos recorrían su cuerpo con ansia mientras su mano bajaba por sus caderas y apretaba su trasero, y la otra acariciaba su cuello.
Sus cuerpos estaban llenos de chispas de placer.
La necesidad y el deseo del otro los consumían.
Scarlett tiró de su camisa queriendo sentir su piel contra la suya, rompiendo el beso para quitarse su camisa.
Elijah alcanzó su cabello, quitando la cola de caballo y dejando su c
