Scarlett y Elijah la miraron sorprendidos. Scarlett nunca había oído hablar de eso antes. Aunque Elijah sí lo había hecho, era una práctica enferma y retorcida que casi nadie conocía. La mujer miró a su alrededor, luego les hizo señas a los dos para que la siguieran. —No debería hablar de esto, pero creo que deberían saberlo —dijo ella, sus ojos posándose en ellos. Algo en los dos le daba una buena sensación. Scarlett dejó el cuchillo pero Elijah se negó a soltarla, ella frunció el ceño pero él simplemente miró esos ojos verdes, haciendo que su corazón diera un salto y la culpa se asentara en ella. —No me toques —dijo ella, apartando la mirada mientras su brazo se posaba alrededor de su cintura, rozando juguetonamente el borde de su camiseta. Elijah sonrió a pesar de sus comentarios