El cielo nublado de la tarde comenzaba a teñirse de penumbras, la terrible tormenta finalmente había cesado dejando solo un remanente de lloviznas frías, las flores en los jardines de aquella mansión Da Silva lucían maltratadas debido a la terrible furia que sufrieron en manos de la violenta tormenta, Geraldo miraba aquel desolado panorama mientras la servidumbre limpiaba el desastre en los jardines. Eran ya tres noches desde la fiesta en honor al cumpleaños de su padre donde su mejor amigo había desafiado abiertamente a Caín Slorach en defensa de la siempre hermosa Helena, aquellos bailes siempre eran por demás aburridos, mascaras, falsedad, ambición…nadie asistía simplemente por el placer de celebrar un cumpleaños, solo eran oportunidades para cerrar negocios y tramar alguna nueva consp