El viento soplaba cada día un poco mas fresco que el anterior, los días eran casi imperceptiblemente mas cortos y las noches un poco mas largas, las copas de los arboles comenzaban paulatinamente a teñirse de tonalidades rojizas y amarillentas, el otoño estaba llegando tan de prisa como el tiempo mismo pasaba para Helena. Parecía casi increíble que fueran ya 3 meses desde aquel infortunado incidente en la vieja carnicería, incidente que había marcado su destino de una manera en que nunca habría podido imaginar…no quería pensar en ello, al menos no mientras tomaba su desayuno, su rutina era la misma ya acostumbrada, se había levantado temprano para ir a correr, disfrutaba quedándose atrapada en miles de escenarios imposibles pero que le brindaban la calma del hubiera cada vez que soñaba d