La luna en lo alto brillaba con la intensidad de la plata, el cielo nocturno la lucia majestuoso en medio de sus penumbras, cada rosa y recoveco en los hermosos jardines de Le Rosey se bañaba en la luz del bellísimo satélite natural que desde tiempos remotos y antiguos había excitado a las musas de las mas vividas imaginaciones de muchísimos artistas, música, poemas, versos y hasta leyendas la tenían como perfecta protagonista y era además considerada una deidad en un sinfín de diversas culturas alrededor del mundo…la luna invitaba a los jóvenes enamorados a besarse y cantar promesas de amor ante ella en medio de las fragantes y coloridas rosas en aquellos jardines románticos. Helena se sentía incomoda entre las muchas muestras de tierno romanticismo que había para ver en medio de los ja