Aless.
La noticia me cae como agua helada y no logro asimilar nada.
-¿Disculpe? -mi corazon se olvida de latir y mis pulmones de respirar- ¿Qué es lo que dijo doctor?
Mis piernas pierden fuerzas y el doctor me toma del brazo y me lleva a la silla para que me pueda sentar.
-Lo siento mucho, pero luego de hacer los análisis minuciosamente descubrimos que el exceso de glóbulos blancos tiene origen en un problema de la médula osea.
-Se lo que es la leucemia. ¿Porque no salió antes?- en verdad no lo entiendo. Me paro nuevamente tratando de respirar con normalidad.
El doctor suspira y me invita a sentarme nuevamente con una señal. No tengo ganas de estar sentada, pero su cara me dice que va a ser una charla larga.
-Mire, en los primeros análisis no se pudo observar porque los glóbulos blancos en exceso demostraban que estaban atacando al virus de la gripe ¿recuerda?
-Si doctor. Lo recuerdo. ¿y su desmayo?- todo lo que ha pasado en nuestras vidas de unos meses para acá, pasa por mi mente en cámara lenta.
-La niña estaba deshidratada y todo su organismo batallando contra ese virus, por eso se curó con los analgésicos. Nosotros estamos investigando que puede haber desatado esto en sólo unos meses, porque hasta la fecha no había indicios de algo más grave.
-¿Saben que puede ser?- en ese momento me paro y comienzo a caminar delante de él, por lo que el también se para y me toca el brazo con delicadeza.
-La verdad puede ser hereditario. ¿Antecedentes de leucemia?- niego porque nadie lo ha tenido- ¿algún accidente donde haya perdido mucha sangre?- continúa interrogando firmemente.
-No doctor, algún corte menor en un dedo pero sin hemorragias ni nada similar. ¿solo eso?
-Otro desencadenante puede ser emocional. Últimamente los estudios demuestran que la depresión y la ansiedad modifican el funcionamiento normal del cuerpo y puede desatar en enfermedades complejas.
-Pero no ha estado deprimida ni nada- la recuerdo sonriente todo el tiempo- no puede ser doctor.
-¿Ningún cambio en sus rutinas entonces?
-No, doctor- excepto las llamadas con Brandon, pero lo descarto de inmediato- ¿Qué podemos hacer?
-Como Noemí es pequeña aunque la quimioterapia va a ser un buen tratamiento, le sugiero que busque donantes de médula osea para atacar el problema de raíz.
Sus palabras me dejan anclada en ese lugar. Esto es muy complejo si hablamos de donar médula osea.
-No puede ser. ¿Tan grave es su situacion?- todo es mucho para procesar y mi corazón late demasiado rápido.
-En realidad con ese trasplante aseguramos la renovación de todo el sistema inmunitario y que no sea una enfermedad recurrente. La quimioterapia va a actuar, pero por un tiempo y luego la enfermedad vuelve a aparecer porque es un problema en la médula en sí. ¿comprende, madre?
Mi cabeza da vueltas todo el tiempo, no soy capaz de pensar con claridad y me siento devastada. Es mucho y no es justo.
-Puede comenzar a hacerse los análisis de compatibilidad usted, el papá, tíos o primos, si quiere. - me orienta con tranquilidad.
-Si si. Ya comienzo con eso. - tomo una respiración profunda.
Busco la valentía valla a saber Dios de donde, porque mi pequeña me necesita. Ordenó mi mente y abro y cierro mis manos para calmarme. Tengo que centrarme.
Debo hacerme todo yo primero. Esta situación es demasiado estresante. Me dirigen a Hematomografia donde me realizan los análisis de compatibilidad que demoran un par de horas.
Debo pensar en todas las personas que conozco. No puedo llamarlo ahora. Darien. Tengo que llamarlo.
-Hermano- mis lágrimas no me permiten hablar normalmente.
-Aless. ¿porque lloras?- sus nervios se notan a través del auricular.
-Necesito que vengan por favor. Los necesito. - gruesas lágrimas carne de mis ojos y me esfuerzo en que mis palabras salgan claras.
-¿Puedes decirnos que pasó ¿amiga? -Támara siempre tan atenta que no puedo evitar que más lágrimas escurren de mis ojos.
-Solo los necesito acá ¿Pueden venir?- no puedo arriesgarme y dar toda la informacion- ¿por favor pueden venir? en verdad los necesito. - ruego desde el fondo de mi alma.
-Si hermana, ya sacamos el pasaje y mañana estamos ahí junto a ti. - la voz de Dar se escucha apresurada y puedo sentir como presiona las teclas con velocidad en su computadora.
-Está bien. Los espero. Los amo.
Mi llanto desconsolado me envía al piso. Tal vez soy demasiado egoísta pero no puedo permitirme perder a mi bebé.
Los resultados míos me son entregados y me desmoronan. No soy compatible con mi hija.
Espero y riego al cielo que mi hermano si lo sea.
Cuando llegan los voy a buscar al aeropuerto y camino al hospital les cuento lo que pasa.
-Necesito si pueden hacerse el análisis de compatibilidad de médula osea para el trasplante.- suelto sin más tratando de ser clara.
-¿De qué estás hablando Alessandra?- Darien junta sus cejas asustado y no puedo culparlo
-Yo no soy compatible Darien. Pero tu o tu hijo pueden serlo.
Sus ojos se abren grandes.
-¿No pensaste en su padre?- se nota realmente enojado, pero el no me entiende, jamás me entendería- Ni siquiera le has dicho la verdad, que vas a pensar en el. - me acusa a medida que sus manos se mueven por el auto.
-Ya les dije que no tienen derecho y juraron que no se meterían. Bien puedes hacer esto o no Darien. Sin recriminaciones. - presionó el volante con fuerza para sostenerme de algo.
-Lo hago por mi sobrina, no por ti. Pero si no resulta tendrás que hablarlo con el. - me señala cuando bajamos del auto.
Yo asentí y rezé que alguno fuera compatible, pero ninguno de los tres lo era.
Las opciones se escapan de mis manos y no me queda otra opción que hacer la llamada que no quería.
-Soy yo. Necesito que vengas.