Aless.
Ya han pasado unos cuantos días de la internación de mi pequeña y se puede notar su mejoría.
Tiene el alta por completo lo que le permite ir a la escuela con normalidad.
Hoy se despertó un poco decaída y me preocupa un poco.
-Hija, ¿te sientes bien para ir a la escuela?
-Si mami, es solo que soñé con Tito y me puse un poco triste porque los extraño mucho.
-Mi cielo. Voy a llamar a los tíos para invitarlos a que vengan. ¿Quieres?
Una sonrisa brillante se hace en su carita, dejando ver dos hoyuelos de sus dientes de leche que se han caído hace apenas una semana.
-¡Si mami! Invita a Brandon, también porfis.
Mi cara debe de ser un poema. Piensa rápido Alessandra, piensa rápido.
-Lo puedo invitar pero no se si podrá venir, ya que está muy ocupado con sus pacientes.
-Esta bien mami. - aunque lo último no le agrada mucho, ella se va feliz a su colegio junto con Alfonsina, como siempre que van en el mismo vehículo.
Yo me concentro en hacer mi trabajo. Estoy haciendo los planos para un nuevo complejo de oficinas en el medio de la ciudad y me toma tiempo decidir la disposición de las oficinas, los baños y las áreas comunes. Todo debe quedar de modo que los espacios se aprovechen al máximo porque es lo que pidió el cliente.
El quiere locales de venta en la planta baja y en el segundo piso para todo tipo de mercadería, como si fuera un shopping, pero separado por pasillos. En el tercer y cuarto piso quiere oficinas estilo comerciales y debo preparar cuatro que sirvan de consultorios. Aparentemente su ganancia viene de los alquileres, por qué ese señor es solo un inversor.
Cuando está siendo cerca del medio día me preparo para recibir a mi pequeña y ayudarla con sus deberes antes de almorzar.
Son tan ruidosas que apenas cruzan la puerta las puedo escuchar a las risas. Alfonsina y su mamá se mudaron al apartamento de enfrente, que también es mío y lo compré como inversión cuando regresé. Fue un arduo trabajo, pero logré convencer de alquilarselo a Rosita en un módico precio para tenerlas cerca. Mi hija pasa entretenida cruzando de una puerta a la otra y yo puedo trabajar tranquila si lo necesito en las tardes. La verdad ha sido de mucha ayuda y se han convertido en parte de nuestra familia.
Rosi al igual que yo, enviudó muy joven, entonces compartimos muchas cosas.
Noemí y Alfonsina entran a la carrera y mi hija viene corriendo a abrazarme.
-Mami mami, ya podemos llamar a los tios- me sorprende.
Realmente había olvidado que los íbamos a llamar asique me rio junto con ella.
-Bien, vamos a hacer tus deberes y llamamos.
-No trajimos deberes hoy, mami. Es viernes.
-Esta bien, hija. Vamos a la sala.
Una vez allí saco mi celular y busco el contacto de Darien para hacer videollamada. Su bebe nació hace un mes y están felices.
-Pero miren nada más quien llama. ¡Si es mi sobrina adorada!- mi hermano contesta con su peliculiar entusiasmo.
-Hola tío. Te llamaba para que vengan unos días y así poder abrazar a mi primito Agustín.
-Con la tía Támara tenemos unos días libres y pensábamos ir a visitarlas.
Yo no conocía esa información por lo que me toma por sorpresa y no puedo ocultar mi felicidad.
-Que bueno Dar, los vamos a esperar con muchas ansias.
-Queriamos darle la sorpresa, pero no puedo decirle que no a mi pequeña dulzura.
-Ja ja ja te espero tío. Te amo.
Y mi hija corta la llamada.
-Ahora llama a Brandon, mami.
Trato de sonreír con naturalidad, pero no creo que me salga tan bien. Respiro disimulada y cuento hasta tres. Hace unos meses bloquee su contacto para evitar que Noemí lo llamará todo el tiempo. Espero que permanezca de la misma manera.
-Esta bien, amor. Aquí vamos.
Disimuladamente entro a la aplicación y busco su número. Lo bueno de esta aplicación es que te permite marcar al contacto aunque este bloqueado porque está asociada a una aplicación de restricción de llamadas en mi computadora y si no autorizo la llamada desde ahí, en el celular solo parece como si el contacto no contestara.
Mientras el celular suena pienso en la cantidad de veces que mi hija ha tratado de llamarlo y gracias a la app en mi computadora, he podido evitar que se contacten. Obviamente Brandon se negó a rechazar las llamadas o enviar mi contacto a los bloqueados.
Luego de varios intentos trato de disuadirla.
-Debe de estar ocupado, mi vida. Pero luego lo intentamos. Los tíos si vienen.
Con una sonrisa timida, esta de acuerdo conmigo.