Aless.
-Estos casos son muy especiales, solo puedo recomendar que lo hagan con método natural. -nos dice la especialista y yo quedo muda.
-¿Al natural?- dice Brandon tan sorprendido como yo.
-Su, doctor. No es muy complicado lo que le digo- se cruza de brazos mirandolo sería.- usted sabe. Sexo normal
Oh por dios. ¿sexo normal ha dicho?
Brandon no habla y yo tampoco. Es bastante incómodo.
-Usted me está diciendo que está clínica, que es especializada en esto ¿no puede lograr que se implante el feto?- su voz es ruda y me encojo en mi lugar.
- Aunque usted no lo crea, el cuerpo de la madre pasa por mucho estrés con el procedimiento. No es del todo irracional que el feto no logre implantarse, doctor. Pensé que lo tendría claro.
Por su cara puedo apreciar que se está enojando y las palabras que dice a continuación lo dejan bastante claro.
-Para aclarar soy medico de medicina general. No tengo una especialización como ustedes. Segundo que nada ¿Qué clase se clínica son que en lo que se supone que son especialistas no pueden hacerlo?- su dedo se posa una y otra vez en el escritorio de la doctora con severidad.
Pienso que ya es suficiente y la doctora no tiene la culpa de lo que está pasando. En último caso es totalmente mía que no soy capaz de retener el bebe.
-Brandon, por favor- las lágrimas corren por mi mejilla mientras el está rojo de furia- La doctora no tiene la culpa, ellos hacen todo lo posible. La única culpable soy yo.
-No Alessandra. - me mira directamente- Esto no es tu culpa. Se supone que ellos son los que saben. Pero iremos a buscar a alguien quien en verdad sepa. -Su mirada vuelve retador a la especialista.
-Mire. Puede ir y recorrer el mundo y le aseguro que en todos lados le van a decir que somos los mejores. La naturaleza es sabía y cuando podemos ayudar, podemos ayudar. Cuando no es posible solo hablamos con la verdad.- Le dice sería pero sin rastro de enfado en su voz.
-Vamos, Alessandra. - me toma la mano y me saca de ahí prácticamente corriendo y yo no aguanto más.
Lloro por todo. La situación de mi hija. El odio de Brandon al mirarme. Mi hermano se regresa y yo no puedo retener un bebé.
Cuando estamos fuera de la clínica, él me abraza.
-Tranquila. Vamos a buscar otra clínica para hacer esto. No te preocupes.
Yo solo puedo asentir, pero sentir su rechazo de esta manera me duele como nunca imaginé. A pulso me lo he ganado y no puedo hacer más que entenderlo.
Luego de mucha búsqueda de información, ponerse en contacto con un montón de colegas y visitar muchos especialistas, logramos dar con otra alternativa para la inseminación, lo que nos deja algo de paz para festejar el cumpleaños de Noemí.
El cumpleaños de mi hija lo festejamos solo una semana después con sus tíos, mi amiga Rosi y su hija, vino Micaela con su niña también y el amigo que tiene del colegio.
Le decoré toda la sala con los unicornios que le gustan, Brandon puso películas y comimos comida sana como ya se había echo habitual. Resulta que el azúcar es mala asique prácticamente comemos como diabeticos, pero ella en verdad lo entiende y no hace problema. Tuvo su torta y las personas más especiales en nuestras vidas.
Ella parecía realmente feliz de tenernos a todos allí. Aún más feliz que el año anterior. Supongo que tener a Brandon cerca le da una fuerza que ella aún no sabe que lazo tiene. Lucha valientemente cada vez que va a quimioterapia. Nos destroza ver la reacción a la terapia, pero no nos queda de otra que seguir adelante.
Dos meses más han pasado y la relación con Brandon sigue exactamente igual. Lo que ha cambiado es que ya no hay odio en su mirada por lo que estoy más calmada que antes respecto a eso, además de que ahora me acompaña tanto para el procedimiento de inseminación como para verificar si hay implante fetal. Hemos tratado de ponernos de acuerdo de como hablar con Noemí que es su papá y los dos estamos de acuerdo en que deberíamos estar solos para contenerla.
Él pasa la mayor parte de su día en casa, aún más ahora que mi hermano ha regresado a nuestro país, prácticamente se instaló en el dormitorio de nuestra hija, porque me niego a que duerma sola o apartada de mi. Puedo ver que a él también le cuesta retirarse a su dormitorio y me causa risa cada vez que se queja de cambiarse de lugar. Risa tierna, por supuesto. Son muy amorosos entre ellos.
Camino a la consulta me pregunto que pasa si vuelve a fracasar si otra vez es el mismo resultado. Esta es la sexta vez que lo intentamos desde que supimos que se necesita un hermano salvador. La tercera en esta nueva clinica, que además de privada es super costosa. Quizá la especialista de Orion tenga razón y se me ocurre comunicárselo a Brandon. Mientras el conduce yo pienso como se lo voy a decir. La curita se arranca de una vez, me decía el Tito.
No puedo desconocer el miedo que me causaría si me rechaza, porque en verdad puedo notar que aunque exista un cambio en la forma en como se comporta conmigo, se que no me ama.
-Brandon. - llamo su atención mientras miro y refriego mis manos ansiosa.
-Dime. - sus ojos están concentrados en el camino, pero los desvía hacia mi para expresar que me presta atención.
-Si esta vez tampoco funciona ¿lo podemos intentar?- por algún lado hay que comenzar.
-¿Intentar que cosas, Aless. ?- su intriga y su mirada me abren un vacío en el estómago.
Que me vuelva a llamar por mi nombre me da un poco de paz y se lo digo sin dudar.
- Intentar concebir al natural.