19. Resultados.

1008 Words
Bran. Al llegar a la casa de la madre de mi hija, nos recibieron felices de tener el alta de mi princesa. Mientras ella se entretiene con sus tíos y lo que supongo en una amiga, Alessandra me conduce al dormitorio de mi hija para que guarde mis cosas. Me indica donde está todo, pero no presto demasiada atención. Estoy realmente abrumado. No hace 48 horas que estoy en este país y mi vida dio un foro de ciento ochenta grados. Luego paso al baño. Necesito relajarme con mucha agua caliente. Realmente me bañe antes de subir al avión y a las carreras, al igual que hace rato, en plena madrugada, lo que aceleró la primera parte del procedimiento de inseminación y me permitió ir allí prolijo. En el baño me miró al espejo y veo las ojeras que me cargo. Tengo los ojos rojos y debe de ser la combinación de la discusión con Alessandra, el miedo de que todo salga regular o mal y el ver a mi hija así. Recuerdo que Alessandra me mencionó las maquinitas para quitarme la barba, pero mi hija parece disfrutar tocandola y peinandola, por lo que no pienso quitarla. Observó el baño y veo que es muy lindo. Tiene los escencial. Un inodoro, un videt, la mesada de extremo a extremo de la pared en madera con su bacha salida hacia una canilla monocomando pulcaramente plateada. A mi izquierda hay una tina con ducha que separa el espacio con una mampara de vidrio. Solo espero no golpearme la cabeza con el lluvero. Abro el grifo de agua caliente y luego el del agua fría. Mientras se templa saco mi ropa y cruzó el pie hacia la tina. Tengo que maniobrar con el lluvero porque mi cabeza queda rosandolo. Una de dos. O lo muevo o tengo que bañarme agachado. Cuando lo acomodó me dispongo a disfrutar un momento del agua caliente. Apoyo mis manos en la pared y dejo que el agua arrase todo mi pesar. Soy un adulto y tengo que encontrar el modo de poner mis emociones en orden. Noemí lo necesita. Solo pensar en su nombre me roba una sonrisa y lágrimas de emoción. Momentos después ya me estoy secando para ir de nuevo con mi princesa y pienso como le vamos a explicar que soy su papá. Por lo que pude observar, solo en su dormitorio hay una foto de ella de bebé con David. Luego no hay rastros de que el hubiera vivido acá alguna vez. El dormitorio de mi hija me recordó a los de la finca. Cama de madera tamaño plaza y media, un escritorio de madera y alfombras de lana cruda como camineros. Tiene un baúl donde guarda todos sus juguetes y una pequeña biblioteca con libros y alguna muñeca. Salgo del baño y veo a Noemí parada frente a la puerta. -Pensé que te habías ido- me dice con un puchero. -Nunca más, princesa.- me agachó a su altura para darle un beso- Voy a llamar a un señor y voy a comprar uno de los apartamentos de acá para qie vivamos bien cerquita. ¿Te gusta la idea?- realmente me interesa su respuesta. Ella abre sus ojitos bien grande y se tapa la boca. Por un momento pienso que no va a querer, pero nada está más lejos de la realidad. -Iupiii siiii- grita enocionada y sale corriendo a la sala y yo detrás de ella. - mami Brandon va a comprar una casa y se va a quedar acá! siiii. Puedo ver que todos me miran asombrados hasta que Darien se acerca y me abraza. -No esperaba menos de ti, amigo. No emito mayor comentario. Solo puedo pensar en lo que tengo que organizar en casa y los tramites que tengo que hacer para instalarme acá, lo más cerca de mi hija que me sea posible. Compartimos lo que resta de la tarde hablando de cualquier trivialidad y conociendo a la Rosita y Alfonsina. En la noche me armo la cama en la sala. No quiero invadirle su espacio de trabajo a Alessandra ni hacer sentir incómodo a mi amigo. Ella tiene un hermoso estudio de trabajo y parece que aún ama los planos y las maquetas. Al otro día logró comunicarme con el encargado del edificio. Lo bueno es que uno de los propietarios ya estaba pensando en vender su apartamento y con la oferta que le hice no pudo rechazar. En estos ultimoz dos meses hemos estado yendo a quimioterapia con Noemí y al otro día le cuesta mucho estar bien. Verla devolver hasta el agua que toma me hace añicos el corazón. El apartamento lo he ido amueblando de a poco, porque quiero seguir cerca de ella para apoyarla. Alessandra ha tenido sus escapes a la clínica de fertilidad ya dos veces en estos dos meses desde que llegué, pero nada ha dado resultados. Puedo notar como su estado de ánimo decae en cada vez que recibimos la negativa y no puedo expresar exactamente como me hace sentir eso. Darien y Tamara están esperando al cumpleaños número ocho de mi princesa para irse de nuevo. Más allá de que quieren estar presentes, alguien tiene que hacerse cargo de la finca de Javier. Esta semana es la tercera vez que vamos a la clínica de fertilidad para ver si tenemos resultados positivos. Noemí quedó con Darien mientras nosotros 'organizamos su cumpleaños'. Hoy le van a hacer una ecografia para ver si el bebé se implantó y decidí acompañarla en muestra se apoyo. No quiero separarme de mi princesa, pero se que ella también me necesita y aquí estoy. -Lo siento- nos dice la experta- el embrión no logramos implantarse. En este caso la ciencia no esta de su parte. A Alessandra y a mí se nos llenan los ojos de lágrimas. ¿Qué vamos a hacer? Es nuestra única posibilidad para salvar a nuestra hija. Ahora se con exactitud como se sintió antes. -Estos casos son muy especiales, solo puedo recomendar que lo hagan con método natural.
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