16. Sólo una opción.
1009 Words
Aless.
Mientras me ducho lloro por todo lo que no puedo hacerlo delante de mi hija. La frustración de los últimos días cae sobre mi y me doy este momento para pensar que todo pudo haber sido diferente si no fuera tan cobarde. Sus intercambios de miradas, de caricias y las lágrimas que ambos dejaron regadas por la emoción, pasan como flashes por mi mente una y otra vez.
Me abrazo a mi misma y tiro de mi pelo frustrada y enojada conmigo por la situación en la que estoy.
El agua comienza a tornarse fría y se que llegó el momento de afrontar todos mis problemas. El doctor no debe de tardar en volver.
Me seco el cuerpo notando todo lo que he adelgazado. Estoy comiendo muy poco por la ansiedad y se comienza a notar. En cualquier momento va a ser evidente para mí hija, que es tan observadora asique comienzo a mentalizarme en cambiar mi alimentación.
Una ves vestida y peinada salgo para encontrarme con ellos. Aún permanecen en la camilla. Uno de sus brazos pasa debajo del cuerpo de mi hija y el otro sobre ella.
Brandon calló rendido y mi hija lo mira sonriendo.
-Se durmió hace un rato, mami. - me dice mi hija en un susurro.
-Esta bien, amor. Vamos a dejar que descanse. - contestó en el mismo tono.
Ella se acomoda junto a él, que al sentirla moverse se pega más a su cuerpo como si temiera que fuera a escaparse y sigue dormido.
Mi hija lo acaricia tocando su barba de dos días, mira su rostro sonriendo y cada tanto tiempo lo abraza despacito. ¿Cuánto tiempo les robé a ambos? ¿Porque no pude confiar en que él no la alejaría de mi? ¿Podré perdonarme algún día? son algunas de las preguntas que rondan por mi mente mientras los veo darse amor.
Soy consciente de que debí decírselo a Noemí. Sólo espero encontrar el valor necesario para hacerlo. Ahora que Brandon lo sabe, es inevitable que ella también lo sepa.
Me siento en el sillón de la habitación y me repuesto para mirarlos interactuar.
En un momento caigo profundamente dormida después de tanto observarlos.
Los veo jugando animados mientras corren a los establos uno detrás del otro. Ponen las monturas a Pegaso, Blanquita y a Chocolate y me hacen señas de que me apure. Trato de caminar más rápido hasta ellos, pero están muy lejos. Los veo que se suben a sus caballos y salen al galope con rumbo al campo.
De pronto siento la puerta abrirse y me despierto de un salto. Miro por la ventana y noto que está amaneciendo. ¿Cuánto tiempo dormí? Fue un sueño, algo que no va a pasar porque no creo que Brandon quiera compartir mucho conmigo despues de como lo destruí a base de mentiras.
Miro hacia la cama de mi hija y veo que Brandon esta en la misma posición que yo, sentado y viendo hacia la puerta.
En la puerta se encuentra el doctor con un sobre en sus manos y no tardo en reaccionar. Tienen que ser los resultados.
Brandon se separa de Noemí con mucha delicadeza mientras que la pequeña aún duerme y se acerca al doctor. Yo hago lo mismo.
-¿Son los resultados? - Le pregunta.
- Si y no son nada alentadores, señores. - extiende el sobre hacia Bran.
Él saca los papeles del sobre y el porcentaje es de 20 por ciento.
Yo me tapo la boca y Brandon pasa las manos por su rostro.
-¿Sabe cual es la última opción, cierto doctor?- se dirige a Brandon y luego me mira a mi.
-Un hermano salvador- dice el papá de mi hija y yo no comprendo nada.
-Si señor, Ferreira. La única opción es gestar un hermano Salvador que pueda donar a la pequeña.
Bran asiente.
-Yo le lo explico- me señala mientras mira al doctor.
Se da media vuelta y se marcha. Yo sigo parada sin comprender. Considero que mi cara ha de ser un poema porque Brandon me guía a la silla y me hace sentarme.
-No sabes lo que es un hermano Salvador. ¿o si?- me pregunta con calma.
Yo solo puedo negar porque no encuentro palabras.
-Un hermano Salvador se hace en un laboratorio y se incemina a la madre con la finalidad de que las posibilidades de que sean cien por ciento compatibles aumente considerablemente.
¿Esta diciéndome que tenemos que tener otro hijo? ¿El único modo de poner a salvo a mi hija es tener otro hijo?
-Escuchame- me toma el rostro y me hace verlo a los ojos- no va a pasar si tu no quieres, Alessandra. Es lo normal en estos casos. Existe la posibilidad de encontrar en el mundo a alguna persona que sea compatible con ella sin que sea familiar.
-¿Cuan grande es esa posibilidad, Brandon?- necesito conocer todo lo qie pasa o pueda llegar a pasar.
-Del uno por ciento, aproximadamente- me contesta con los ojos cerrados.
-Casi nula. Me estas dando una alternativa casi nula. Brandon. - eso es malo, muy malo.
-Te estoy dando una alternativa para que no hagas algo que no quieres, Alessandra.
Esto no puede estar pasando. No puede.
-O sea lo que más viable es gestar ese hermano Salvador. - más afirmo que pregunto.
-Si, pero toma tiempo y no es al cien por ciento seguro. - mis ojos lo buscan temerosos de lo que eso signifique- Tienes que saberlo de antemano.
No puedo hacer otra cosa más que mirarlo a el y mirar a mi hija en esa cama. Ella no tiene la culpa de lo que hacemos los adultos y no puedo dejarla irse sin pelear. Si es lo que necesita mi hija es lo que voy a hacer.
-¿Tu estás de acuerdo con esto?- ya tomé decisiones por él y no volverá a pasar.
-Lo que sea para tener a mi hija conmigo Alessandra.
-Entonces tenemos que intentarlo. Estoy de acuerdo.
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