La puerta se cierra con un chasquido detrás de mí y aliso las manos sobre la falda granate oscura de mi vestido. Tirando de la tela rígida para que me caiga por encima de las rodillas, me empujo el pelo hacia detrás de la oreja. Pasando de nuevo los dedos por debajo de los ojos, me desvío hacia un lado para buscar a alguien y vuelvo a mi escritorio sintiéndome un poco mejor. Si eso fuera posible.
Agotada y con un tiempo lluvioso que no ayuda, cojo los auriculares del cajón y los conecto. Abriendo YouTube, inspiro profundamente antes de dar un sorbo a mi fuerte café. Con las piernas cruzadas y la música fluyendo en mis oídos, cambio de pestaña y encuentro todos los correos electrónicos. Un icono aparece en la esquina inferior de mi pantalla: «Un nuevo correo electrónico», dice.
De: harry.steeleatsteeleandlawson.org
Para: rebecca.holteatsteeleandlawson.org
Re: Para hacer hoy
September, 16th, 2021 — 9:17 am
Esta es tu lista para el día. Espero que todo se haga de manera oportuna, y que se haga después de que sus correos electrónicos estén terminados. Puede que te lleve todo el día, así que dedica el resto de la tarde a hacerlas. Y no creas que no sé qué quieres apresurarte a terminarlas para poder irte antes, pero si lo haces, simplemente encontraré más mierda para que hagas. No quiero ningún pero ni ninguna maldita pregunta. Hazlo, sin dudar.
— En primer lugar, hay que hacer los calendarios diarios para el resto de la semana. Ya sabéis que hay que mirar la aplicación de calendario en sss para ayudaros, pero no todo está ahí.
— Necesito que me recojan el traje a rayas negras y rojas de la tintorería. La factura debe ser pagada en el momento de la recogida.
— Me estoy quedando sin leche de almendras.
— Me he quedado sin espinacas.
— Necesito que le envíen una tarjeta a mi primo para felicitarle por su boda. Escoge una y déjala y la firmaré, y luego quiero que la envíen por correo lo antes posible.
— ¿Hay algún p**o pendiente?
— Fuera de mi café favorito. Vea este archivo adjunto.
— Mira MI lista de deseos de sss, asegúrate de que estás en la correcta porque una es de navidad y otra es para mí.
— Myles quiere que vaya a esta cosa de caridad el veintitrés, a última hora, pero apúntame o me dará una patada en el culo. El 23 de septiembre a las 7pm en el Madison Hills Inn. Necesito programar una prueba con mi sastre también para eso lo antes posible. Su número, etc., está en el diario n***o, se llama —Dirk.
— El juez Carter quiere almorzar esta semana, busca un momento para ello.
— Mis botas favoritas han hecho un agujero, así que voy a necesitar un nuevo par. Tengo la talla 11, y aquí está el enlace a ellos en el sitio web de Saint Laurent.
— La nueva temporada de Chopped la pusieron en Netflix, agrégala a mi lista para no olvidarme de verla
— Billy Joel tocará en el O2 en mayo, intenta conseguir unas buenas entradas, ¿quieres? Quiero dos, uno para Myles y otros para mí. Busca a 'Will' en el diario, es mi chico de las entradas. Sólo dile que estoy interesado y él sabrá lo que quiero...
No para de crecer y de crecer. Dios mío.
Parece que mi llavero tarda unas diez veces en funcionar
Parece que mi llavero tarda unas diez veces en funcionar. Vuelvo a tirar de la manilla, pero no cede. Con un gemido, retuerzo el cordón en mi mano para poder coger la llave del coche. Con una bolsa tras otra pesando sobre mi muñeca, es como otra montaña que tengo que escalar.
Maldita sea.
Con marcas rojas en las muñecas, giro la llave en el contacto y el coche empieza a zumbar. El aire caliente sale de las rejillas de ventilación mientras la emisora de radio elegida lanza una canción de Robbie Williams por los altavoces.
El aire caliente sale de las rejillas de ventilación mientras la emisora de radio elegida lanza una canción de Robbie Williams por los altavoces
Llamo y no obtengo respuesta. Para asegurarme, vuelvo a golpear la puerta con los nudillos. No hay sonido. No hay gritos ni —pase. Dando un giro a la manilla, la puerta se abre y encuentro su despacho vacío. Que se vaya a la mierda. Cierro la puerta con el pie y avanzo con las bolsas que me pesan en los brazos. Uf. Mis cejas se arrugan cuando mis ojos se posan en el extraño sofá n***o sentado contra la pared de la derecha, entre altas plantas verdes en el lado izquierdo, y su alta librería beige. Dang, ¿haces algo de redecoración sin mí? No deberías haberlo hecho. Recordando su breve correo electrónico anterior, me desvío alrededor de su escritorio para llegar al archivador contra la pared izquierda y me pongo en cuclillas.
Pongo las bolsas contra la pared, donde están algo escondidas detrás del armario, como me dijo que hiciera siempre al empezar el otro día. Los productos perecederos son otra historia.
Salgo de allí antes de que pueda volver. Recordar que hoy tiene una especie de reunión no me tranquiliza, pues sé que le gusta escabullirse de ellas o no ir del todo.
Vaya mierda.
El ruidoso reloj que cuelga de la pared me llama la atención cuando entro en lo que se conoce como —la sala de las fotocopiadoras —lo cual supongo que es cierto. En realidad, es sólo la enorme impresora y la fotocopiadora que está al lado, y algunos estantes de alambre de pie con mierda, desde papel de impresora hasta resaltadores y post—its. No hay mucho aquí, pero supongo que a la gente le encanta venir y hablar de mierda en privado con su taza de café de poliestireno.
Gran cosa.
La impresora imprime una página tras otra, y yo cruzo los brazos sobre el pecho mientras me apoyo en la pared esperando a que termine. Una vez que termina de imprimir unas veinte páginas, recojo la pila de papel caliente y la hojeo. Por favor, que no sea porno. Por favor, que no sean capturas de pantalla de correos electrónicos asquerosamente personales. Contento de encontrar sólo gráficos confusos y letras de culo largo, encuentro lo que necesitaba de mí y me voy a la mierda antes de que entre alguien más y se produzca la incomodidad.
Contento de encontrar sólo gráficos confusos y letras de culo largo, encuentro lo que me faltaba de la mía y soplar esa articulación antes de que alguien más entró y la incomodidad sobrevino
El correo electrónico se aleja, y no sé si suspirar de alivio, o que mi respiración se agite por los nervios.
De: rebecca.holteatsteeleandlawson.org
Para: harry.steeleatstylesandlawson.org
Re: mis recados del día
17 de septiembre 15:48
Hola, Sr. Steele. Sólo quería hacerle saber que he vuelto y que he terminado todos sus recados —o lo que he conseguido hacer hasta ahora hoy— y por si hay algo más que necesite que haga antes de irme. Házmelo saber. Que pases una buena noche.
Becky.
Hago clic en la flechita rizada una y otra vez, hasta el punto de que el clic del ratón empieza a ser molesto. El correo electrónico se actualiza por quinta vez en el último minuto y, de nuevo, no hay nada. Gracias a Dios, es casi como si fuera demasiado bueno para ser verdad. Lo que viene a continuación no me sorprende en absoluto.
—Steele y Lawson, soy Becky —digo después de descolgar el teléfono, sin saber si espero que el dinosaurio deje caer esta llamada o no.
—¿Qué quieres decir con que has hecho lo que podías hoy? —ladra una voz agotada.
—Conseguí hacer la mayor parte de la lista, pero con las llamadas telefónicas me salieron los contestadores automáticos en algunas, así que tuve que dejar un mensaje para concertar una cita. Desgraciadamente, no pude concertar la cita en ese momento, así que dejé un mensaje diciendo dónde podían llamarme para que eligiéramos una hora y un día.
—¿Me estás diciendo que no les volviste a llamar más tarde para ver si respondían? —replica el Sr. Steele.
—Sí, lo hice, pero tampoco respondieron entonces.
—Deja la maldita actitud, Holte. No soy un fanático —responde. Pongo los ojos en blanco mientras permanecen fijos en la sucia pantalla de mi ordenador. —Ahora, ¿dejaste todo donde te dije en mi oficina?
—Sí.
—Bien.
—¿Puedo ir ya que he terminado con los recados de hoy? —pregunto amablemente, pero tengo el mal presentimiento de que no va a salir tan bien como espero, por mucho azúcar y especias y todo lo bueno que le eche a mi voz.
—¿Por qué tienes tanta prisa por irte, Holte? ¿Hay algo que deba saber? ¿Tienes un trabajo paralelo o algo así?
—No, ¿cuándo tendría tiempo para trabajar en otro empleo? —le respondo, estupefacta ante su pregunta. ¿Cuánto tiempo de mi puto día te dedicas, y cuántos correos electrónicos me has enviado durante el fin de semana porque no puedes esperar hasta el lunes?
—Quiero hablar contigo en mi despacho ahora mismo, así que deja lo que sea que estés haciendo y trae tu culo aquí.
—Sí, señor Steele —suspiro, y él suelta su teléfono primero. Empujando mi silla hacia atrás y sin molestarme en empujarla, arrastro mis pies hacia su estúpida puerta esmerilada.