La temperatura bajó drásticamente y la neblina ocultó la mansión sobre la montaña. Dominick abrazó a Alexa, él llevaba una camisa y ella un suéter delgado que parecía una sudadera. Al sentir los brazos que la cubrían Alexa extendió su mano hacia uno de los lobos y acarició su frente, la temperatura de su cuerpo se volvió cálida y lo mismo pasó con Dominick, libres del aire frío, Alexa caminó para volver a la casa. Estaba hambrienta y el pollo frio olía increíble, apenas se sentó, buscó una pierna y una servilleta. Dominick sonrió ligeramente – ¿cerveza o refresco? – Refresco – respondió Alexa abriendo el paquete de puré de papa, salió de casa con un desayuno ligero y eso fue horas atrás, siguió revisando el paquete y encontró la salsa. Dominick se sentó frente a ella – ¿qué fue lo que