– Hay una señal de humo inusual – nos dijo Lucero aquella mañana – los exorcistas están en camino. A diferencia de los cazadores de brujas que tienen una sola posición, los exorcistas son ambiguos, algunos defienden a las brujas, otros las atacan y a la mayoría no les importamos, es difícil saber a qué grupo pertenece cada exorcista y decidimos que no perderíamos el tiempo interrogándolos. Si vemos uno, nos alejamos. – Este lugar ya no es seguro – declaró Miranda – hagan sus maletas, llevaremos lo necesario, y esta noche, decidiremos qué hacer con el cazador. Me sentí abrumada, durante dos semanas estuve a su lado, preocupada por su salud, su bienestar y escuché cada palabra que salía de sus labios, me volví tan cercana que sentí temor y esa situación no podía sostenerse. Tenía que des