¿Y ahora...?

1775 Words
Yo abro la puerta de casa y sonrío al ver a Mickey, el que hace de mi chofer, desesperado tocando la puerta, me explica que ha ido a mi casa, queme ha llamado y le han pedido que me contactara con la agencia. A pesar de que no entiendo por qué, tomo el teléfono asustada, pensando que les han reportado del hospital alguna enfermedad maligna y si se trata de algo infeccioso, tipo sífilis, me prometo a mí misma matar a Raúl con mis propias, pequeñas y santas manos. —Hola, habla Mina. —Habla, Álvaro, ¿de qué vas? —¿Quién es usted, perdón? —Soy, el jefe de tu jefa. ¿Cómo que no quieres salir conmigo? —Tengo compromisos las próximas dos semanas, clientes muy buenos y me parece na pésima idea. —¿Cuánto te están pagando? —pregunta y sé cuál será su oferta de inmediato. —No sé, pero es mucho. —Lo que te pagan los dos, súmalo y te lo duplico. —No, no, entonces al final se cansa de mí y me despide. ¿Con qué quedo yo? No invente, prefiero renunciar. —Ni siquiera me has visto.—comenta escandalizado. —No necesito verlo, estoy casi segura de que usted, con todo el respeto que me merece. —Es un mafioso —El hombre ríe, su carcajada es vibrante y contagiosa, no le doy el gusto de escucharme reír, pero la verdad, conversar con él me ha hecho el día. —Una cita como mínimo. —No, tengo toda la semana ocupada, el mes. —Sabes que puedo verificar si mientes. —Me imagino que sí, Señor Mafia. Lo que pasa es que sí es verdad, mañana voy a un compromiso con uno de mis clientes y pasado mañana me voy a un viaje con él, regreso como en dos semanas, luego tengo que complacer a mi otro cliente quien cree que va para Cancún y tal vez quiere llevarme, lo siento, pero no puede competir. —Me has quitado puntos por mi profesión, eso no es justo. —La vida, está llena de injusticias —él vuelve a reír y me asegura que si alguno de los dos clientes que tengo se va, él tomará la vacante libre de inmediato. —Me parece fenomenal, a la semana siguiente de eso póngalo en su agenda y la más, renuncio —Álvaro y yo me despido antes de colgar. —Tu jefe es muy intenso. —Me pidió, de manera inapropiada, que te dijera que es guapo, la tiene grande y gorda y que no te dejes confundir por su edad o su pene—Me da el teléfono nuevamente y veo en su chat la foto de un hombre verdaderamente guapo. Bien preservado, pero no menos de 45 años o más, lo cual es más de lo que he dejado que pase por mi cuerpo, además me manda una foto de su polla. De inmediato le escribo de vuelta: De verdad, muy atrevido, muy indiscreto y sobre todo niñato, los hombres de verdad, y sobre todo los de tu edad, mandan rosas. ¡Hazme el favor! Gracias pero no. Atentamente: Carmina, y por favor, cuidado con el viagra mezclado con alcohol, se escuchan cosas terribles en gente de su edad ¿Cálculo… 66? Le guiño un ojo a Mickey y le pregunto si quiere llevarse un poco de mi sopa para él y su mujer. —Ni me mires así, Albita es una Diosa y siempre me manda pan. Ya te sirvo para que le lleves al trabajo. Un detalle de los dos. Mickey me da las gracias y yo voy corriendo. A servirle un poco de sopa para él y su mujer, de verdad la señora es una santa y yo si tuviese que renunciar tendría que encontrar la manera de ver a Mickey una vez a la semana, es que es como el papá que siempre he soñado, o sea, Rod, sin las drogas. Me despido de Mickey y le digo que puede despreocuparse porque regresaré a casa en un taxi. —A la hora que sea me llamas, vivo cerca de aquí. —No es necesario. —Sí, y voy a venir, si no me enojo. —Gracias, Mic.—Él sonríe y me da las gracias por la sopa. Cuando regreso a la habitación de Brenda la pobre parece haber perdido una batalla contra las secreciones nasales, los estornudos y el malestar general. Regreso a la sala y tomo asiento para revisar mi celular. Tengo un mensaje de Raúl que acaba de entrar Raúl Tengo listos los papeles. ¿Los papeles? No sé si se ha equivocado, ¿se refiere a su divorcio? ¿Tan rápido? Así que le lleno de signos de preguntas como respuesta. Unos veinte mensajes de Felipe, los abro y veo todas sus invitaciones a socializar: ¿Cómo amaneciste? ¿Vamos a caminar? ¿Qué estás haciendo? ¿Se te olvidó cargar el celular? ¿Me estás ignorando? ¿Pasó algo? Mina, si no contestas pensaré que te ha pasado algo. Estoy por abandonar el chat cuando veo un mensaje de Felipe: ¿Mina, qué es lo que pasa? Salgo del chat e ingreso al de Álvaro. Soy Álvaro, para que contestes la próxima vez que te llame y si necesitas ver más fotos de mi polla para convencerte te dejo un par. Me río, porque nade puede estar tan obsesionado consigo mismo, y también me advierte saber ca cuántas mujeres les ha enviado estas fotos muy profesionales de su paquete. Mina ¿Esto es real? ¿Te sacaste fotos profesionales o las bajaste de internet? Álvaro Se me ve la cara, obviamente son fotos profesionales, es un fotógrafo erótico, para que te enteres. Mina Dios me libre de tus perversiones. Álvaro, soy pobre no tonta. Que te quede claro, tengo sexo por dinero no por placer, y tú eres el dueño de la compañía para la que trabajo, no voy a renunciar a mi estilo de vida por ti, seguro puedes tener sexo con más empleadas, hasta orgías. Álvaro Mi polla y yo queremos lo que queremos. Punto. Lo que nosotros queremos es a ti, guapa, desnuda en una cama a la orilla del ar con el sol brillando y gimiendo lo bueno que soy en la cama. ¿Así o más claro? Mina Puta, hasta poeta el señor. Cuéntame un detalle íntimo antes de que te bloquee, guapo: ¿te depilas para que no se vean las canas? La verdad sí, razón principal por la que me depilo, pero he notado menos sudoración, comezón y otras cosas, sinceramente estoy considerando el láser y si me bloqueas cambiaré de número las veces que sea necesario. Mina Bye. Regreso al chat con Felipe. Felipe Bien, estás pasado de mí. ¿Podemos hablar como los adultos? Mina Te escuché, antes de que te fueras a mitad de la noche y lo presentía desde que tuviste la necesidad de cruzar el país para no verme. Creo que has empezado algo para lo que no estás listo y yo tengo sentimientos estúpidos por alguien que no puede corresponderme. Felipe Claro que tengo sentimientos, por ti. No quiero escribir esto por teléfono. Opino que es mejor vernos cara a cara y hablar. Mina Quiero espacio. Mañana iré a buscar un vestido si quieres que te acompañe con tu mamá, tal vez podamos vernos en la tarde. Felipe Estás siendo injusta, Mina, pero si es lo que quieres te daré espacio, mañana a las 3 en Garden´s. La puerta de casa se abre y Rod sonríe al verme. Me pongo de pie y bloqueo el celular, no vaya a ser una de las fotografías de Álvaro que aparezcan justo en el momento en que Rodrigo se acerque. Nos damos un beso y un abrazo, y él me cuenta los chismes del barrio. Resulta que el vecino a una cuadra ha sido botado de su casa por su esposa, quien lo encontró en la cama con el vecino de al lado. El chisme en Mainvillage se expande rápido y siempre es sabroso. Rodrigo ha traído una especie de repostería, una oreja de azúcar que está muy morena, justo como me gusta. Él prepara el café rápidamente y la saca para ponerla en un plato. —¿Estás a dieta? —pregunta antes de animarme a comer. —No, soy diabética. —¿Desde cuándo? —Desde que fui al médico. Me inyecto y todo, Rodrigo, hazme el favor. Brenda se ríe detrás de mí y rompe un pedazo de la oreja gigante, me lo mete en la boca y me tapa la nariz. —No puedo compartir con ustedes, me llenan de cosas ricas —Los dos se ríen y Rodrigo reconoce que mi broma se la ha tragado por completo. Pasamos una tarde espectacular con la familia y la cena se siente aún mejor. Todos comemos la sopa curativa para Brenda hasta que el alma se siente tan llena y cálida como mi panza. Casi a las nueve y a pesar de las insistencias de Brenda y Rodrigo, me despido de ambos y les lleno de besos. —Gracias por adoptarme. —Te amamos todos los días —me recuerda Brenda. —Y ahora, tienes llave. Solo ven más seguido —Rodrigo me acompaña hasta la puerta del auto y me vuelve a preguntar por el trabajo. Esta vez encogí los hombros y subo al lado de Mick. Él me dice que su esposa ha quedado encantada con la sopa y me pide la receta. Me río porque acabo de inventarla, pero en cuanto la sepa, se la pasaré. Cuando llegamos a casa, veo a Felipe sentado en la entrada de mi casa. Todo el corredor está lleno de rosas y detrás de nosotros estaciona un auto, que reconozco de inmediato. Es Raúl. Me despido de Mick, quien pregunta si requiero asistencia, y niego mientras salgo del auto. Me pregunto: ¿Qué puede ser peor? Y como si el universo se sintiera ofendido ante mi pregunta; la puerta de mi casa se abre y veo a un hombre salir con tan solo mi delantal de cocina puesto y sus gigantes extremidades al desnudo. No necesito acercarme para saber que se trata de Álvaro. Gracias a Dios no nos ha saludado su polla de frente, pero esto es demasiado, incluso para mí. Chicas, lean la nota, un poco de paciencia y no sean malas, no esperen a que falte un día para comentar si pueden hacerlo cada capítulo así a veces hasta comentan entre ustedes y se hace vacilón.
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