Lo resuelvo por ti

1030 Words
Tomé mi bolso y Demetrio volvió a tomar mi mano. Le lancé una mirada amenazante y él me rogó que volviera a tomar asiento. Demetrio explicó que por mucho dinero que esta persona pudiera tener, era muy improbable que fuera dinero limpio. La prostitución, aunque esté dirigida a altas clases, siempre está relacionada con drogas y otros crímenes. —No quiero que te enamores de la persona incorrecta, Mina —respondió Demetrio y los dos nos quedamos en silencio, mirándonos—. Soy duro usualmente con mis hijos, Mina. Espero lo mejor de cada uno de ustedes, no porque yo sea perfecto, sino porque en el caso de tus hermanos han tenido todas las herramientas para vivir vidas que yo no me atrevería a soñar. Creo en darle la vuelta a la página y sé una cosa, yo soy un negociante innato, y tu madre, ella era una mujer impresionantemente inteligente. Sacaste un tercio de lo bueno que somos académicamente, entonces podrás enfrentar cualquier reto de la vida. —Porque soy tu hija me irá bien en la vida. —Correcto, tienes mis genes —se encogió de hombros—. Voy a pagarle a Felipe lo que sea que invirtió en la terminación del contrato. Y voy a invertir la cifra que he gastado con todos mis otros hijos en un negocio para ti. Eres lista, eres joven y puede que no lo tengas claro ahora, pero en unos años, si no se te ocurre algo mejor, tendrás ese negocio como colchón. —¿Y qué ganas tú? —Saber que te di algo bueno, que los próximos veinte años de tu vida, conmigo o sin mí, con un marido del culo pero de tu elección, puedas vivir cómoda y feliz. Y si aprendes a gestionarlo, tus hijos y los suyos vivirán muy cómodos. —Okay. —Ahora, pediremos un postre que aquí estará buenísimo y esperaremos a mi abogado para que puedas pagarle a Felipe hoy mismo y, sobre todo, para que escuchemos algunos planes de negocios. —Sabes... como soy una adicta, no debería ser responsable de grandes responsabilidades. —Conozco a un montón de adictos y nunca había escuchado esa descripción. No eres una adicta, eres una persona que se recuperó de sus adicciones. —Me gustaría proteger el dinero, me gustaría tener acceso a una mensualidad de lo que gane, pero no tener la oportunidad de tocarlo y pasármelo por la nariz. —Okay, podemos tener una sociedad los dos. Para ventas masivas y algunas cosas, tienes que tener mi firma. —Un amigo me regaló unos dúplex porque generan dinero a largo plazo. Puedo comprar más propiedades o algo y tenerlo a largo plazo. —Sí, eso es ideal. Las licencias de bienes raíces no requieren demasiado tiempo de estudio, son unas semanas y lo tendrás. Hay varias propiedades en las que puedes asesorarte y comprar. —¿En serio es una buena idea? —Es una idea fantástica, incluso si quieres irte del país o si no quieres tener que trabajar todos los días. No es lo mismo ser agente que ser dueño. —Vale... —¿Sabes cocinar? —No. —Debemos arreglar eso —respondió Demetrio divertido. Demetrio pidió un tiramisú y un café buenísimo. Me contó que eran producidos y procesados en Mainvillage y que había visitado una vez el cafetal. Me emocionó lo impresionante que es poner un grano de café en tu mesa. Siempre me gusta ver partes de él en mí o partes de Brenda en mí. Me hace sentir cerca de algo o alguien. En cuanto su abogado llegó, la reunión se volvió intensa. Los dos discutieron con seriedad, me hicieron preguntas y yo traté de mantenerme atenta a todo. Sé que Demetrio no me defraudará comercialmente, pero me asusta, sobre todo cuando escucho la cantidad de millones que planea invertir inicialmente en mi negocio. —¿Qué tal? —preguntó. —Sí, estamos hablando de dos edificios medianos en zonas de crecimiento que en unos años podrían valer el doble. Estamos hablando de casas de alquiler para personas de perfil de ingresos intermedio, bodegas y dos locales en el centro de Mainvillage. —Cuando hablas de dos locales, ¿te refieres a la avenida principal? —Sí. —Mañana iremos a ver apartamentos para ti y nos encargaremos de lo de la licencia. —Así no tengo que hacer nada más que sentarme en el auto. —Te lo agradeceré, hija, que no te mates. Pero las fechas serán tan pronto como puedas estar lista. —Yo les compré a todas mis hojas —aseguró el abogado—. Las evité que intentaran tres veces pero estar peleando por ir a recoger a una u otra, es un coñazo. —Vas a aprender bien —insistió Demetrio. Unas horas más tarde, Demetrio me dejó frente a la puerta de mi casa con la promesa de llevarme a ver departamentos temprano en la mañana. Estuve esperando minuto tras minuto por una llamada de Felipe, un mensaje, y en su lugar sentí el reconocimiento, el rechazo y el abandono. Siempre serán mi peor pesadilla, pero tan pronto como aprendamos que la gente se puede ir cualquier día de nuestras vidas, puede que sea menos doloroso. Escuché que mi celular sonaba y fui corriendo a tomar la llamada, sin fijarme y sin nada contesté: —Hola. —¿Ya no se puede ser amigos? —Hola, Raúl. —Sí. —Define amigos. —Bueno... —Los dos reímos—. Gente que se toma una copa de vino mientras otras toman una taza de café, conversamos sobre nuestras vidas y no hay sexo. —Muy bien, eso... ¿Cómo está yendo la terapia? —Bien... —¿Y por qué necesitas una amiga? —Todos necesitamos un amigo. —Vale... estoy en casa haciendo nada, ¿quieres vernos en algún lugar? —Paso por ti y decidimos. —Bien, voy a arreglarme, nos vemos en unos minutos. —Demoro cuarenta, ¿puedes intentar estar lista? —los dos reímos y decidí aclararle que es totalmente una mentira cuando le afirmo que estaré lista en cuarenta y cinco minutos.
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