Vivir un poco

1564 Words
Felipe me abraza, no sé si vana a entenderlo, pero no se trata solo de su cuerpo caliente envolviéndome con sus brazos y su calor, sino, la forma en la que le entrego mii corazón co los ojos cerrados, él me besa, despacio, y me mantiene cerca de su cuerpo como si fuese lo más preciado. No sé si voy rápido o despacio con respecto a mis sentimientos, sé que estoy con él y que eso es lo que importa, le beso mientras le quito la camisa, mi novio, sonríe y me carga de vuelta a nuestra habitación como si la cena hubiese dejado de importar. La muestra del deseo que siente Felipe por mí es evidente, palpable y me mira vigorosa. Yo le acaricio con una de mis manos y él coloca una de mis piernas sobre sus hombros, sus labios y su lengua acarician co suavidad mi centro del placer, yo gimo mientras le entierro la cara contra mi sexo, él sonríe contra mi sexo al escuchar cada uno de mis ruidos. Estoy extremadamente excitada y ansiosa por tenerlo dentro de mí, por sentir sus caricias y porque esta vez sí sea para toda la vida. Quiero acogerle completamente y se lo pido, con todo el descaro, le pido sexo alocado e intenso, y él me anima a que le guíe un poco más. —Introdúcete y no dejes de moverte—ordeno. Felipe me mira a los ojos y están llenos de deseo, pero no sé cuál debe de ser mi cara mientras se introduce de golpe, pero él parece emocionado con ello. Mis ojos brillan, mi sexo se inflama acogiendo su v***a. Felipe inicia algo inseguro de lo fuerte o lo rápido que quiero que ya y le exijo más, justo antes de lamer su boca, acariciar mi clítoris apresurarle mientras le miro a los ojos. Él se agarra de mis tetas con fuerza y yo gimo mientras me acaricio con fuerza, con dos de mis dedos o mi mano libre rodeo una de sus muñecas animándole a realizar más presión contra mis pechos. —Voy a correrme. —Hazlo, joder, hazlo—le exijo, y él aumenta la velocidad de sus embestidas, lleva una de sus manos a mi cuello y lo oprime justo antes de correrse, yo grito, con mi última bocanada de aire, y Felipe intenta moverse un poco antes para sentir mi sexo contraerse salvajemente alrededor des su polla. —Ahh—gimo contra su oreja y él deja caer su cuerpo encima del mío, le acaricio, mientras nuestros cuerpos se recomponen, su espalda, sus nalgas, lamo su oreja y le siento sonreír contra mi mejilla. —A mi mejilla. —¿Quieres que me quite? —No —respondo—. Me gusta tenerte cerca. —A mí también. Unos minutos más tarde, Felipe vuelve a tener hambre. Yo le propongo comer frente al televisor y acostados con nuestro pijama, frente a la chimenea, que la verdad está perfecta porque el clima ha cambiado radicalmente con la llegada de la noche. Nos parece ideal a ambos mientras buscamos una película. Felipe prueba mi receta y los dos sonreímos porque su cara delata lo mucho que le ha sorprendido que no sepa a mierda. —¿Entonces? —pregunto. —Está muy rico, muy bueno. —¿Ves cómo nunca es tarde para probar? Los dos reímos y Felipe sigue jugueteando con el control. Y, la verdad, yo me sueño, ha sido un día increíblemente largo, lleno de sexo y, sobre todo, de sentimientos. Mi novio pone una película de acción y reconozco que he escuchado mucho de Tom Cruise como actor, pero sé más de sus divorcios y su secta religiosa que lo que he visto. —¿De qué estás hablando? —Nunca he visto una película de Tom Cruise. —¿Carmina? —No me gusta, como últimamente estás usando mi nombre, suena a regaño. —Porque lo es... ¿Qué ves en la televisión? —No me gusta la televisión, no soy mucho de series y menos películas. —Dios mío, esto... ¿Quién eres? Esto no lo dice tu reporte — comenta notablemente escandalizado—. Mira, las series son un compromiso a largo plazo, no entiendo por qué no puedes comprometerte por una hora y media. —Porque me da sueño y me quedo dormida, por eso. —Mina, es solo una película. —Lo es, mi amor, pero a mí me aburre estar tan calmada sentada. —Vamos a ver a Tom Cruise. —Ya, claro, pero acabo de comer y probablemente me duerma. —Eres una asesina emocional —se queja mientras reanuda la película—. Mañana, tan temprano como despiertes, te pongo la primera de esta saga. —Sí, soñaré con Tom Cruise y contigo. Felipe se ríe ante mi broma y me rodea con su brazo. Yo me quedo junto a su cuerpo intentando no dormirme, pero el sueño me gana. A la mañana siguiente me despierto con el cuerpo de mi novio cerca del mío. Le acaricio el pelo y bosteza largo y tendido. Me pregunta si me gustaría dormir un poco más y asiento antes de acomodarme un poco más cerca de su cuerpo si es posible, y volver a intentar quedarme dormida. Cuando despierto una hora más tarde, veo que Felipe ha salido. Me levanto rápidamente de la cama. Él viene bajando del auto y trae unas cuantas bolsas en las manos. Me acerco con la intención de ayudarle y él me llena de besos. —He comprado unos trajes de baño y equipo para tomar un buen paseo. Podemos ir a hacer snorkel y pasar un día hermoso. En la noche iré a casa de mi abuelo para celebrarle el cumpleaños. ¿Quieres venir? —Leerán el testamento. —Sí. —Prefiero no ir, pero estaré bien solo. Puedo conocer el lugar y comer en un restaurante. Luego tomaré un taxi hacia acá. —Puedo no ir. —Felipe, es tu familia y también es tu dinero. Sé que se trata de millones, de millones. Incluso si se tratara de una sola fracción de esa fortuna impresionante, el negocio de Felipe podría necesitarlo. ¿Y por qué no? Si su decisión es simplemente vivir de ello por la eternidad, no voy a ser yo quien le impida ser recompensado por venir de una familia adinerada e interesada en su bienestar. Él asegura que preparará el desayuno más maravilloso del mundo y yo le creo mientras voy a tomarme una ducha larga y a trenzar mi cabello antes de ir a la playa. Él sonríe cuando me ve peinada y lista para salir. —¿Sabes nadar? —pregunta y yo asiento. Es una de las cosas que más me gusta y que aprendí tarde en la vida. Yo creo que cualquier persona que pueda estar en el agua y disfrutar de su movimiento, de la sensación que despierta en nuestros cuerpos, es completamente afortunado. Felipe no miente, su desayuno es espectacular. Me ha preparado un par de tostadas, aguacate con tocino y tomates cherry, y tres huevos fritos. Le miro encantada porque ha puesto atención a lo que me gusta y lo que no. Veo su plato y tiene lo mismo, solo que en lugar de pan, queso. Los dos desayunamos en silencio disfrutando de la vista del lugar. Le pregunto qué ha pasado con la película y él se muere de risa. —Te dormiste como a los tres minutos, es lo que no hay. —Lo siento, trataré de pellizcarme los ojos —los dos reímos a carcajadas y él besa una de mis mejillas después de disfrutar del desayuno. Felipe va a cambiarse y alistarse antes de preparar con todo el orden que le caracteriza la hielera. Yo nos paso bloqueador solar y me apresuro por salir, sin tener la noción real de la sorpresa y estaba a punto de vivir. Pasamos el día entre arena, mar, naturaleza y conversaciones sin sentido y muchas risas. Así, a las tres de la tarde, Felipe me obliga a acompañarlo al orzar. Si fuese por mi decisión, hubiese disfrutado por más tiempo del agua y la belleza que oculta. Después de comer riquísimo, vamos a casa. Felipe se alista para su salida y yo le aseguro que tomaré una siesta espectacular. —No estarás molesta o incómoda. —Oh... he tenido el mejor regalo del mundo y la mejor compañía, unas horas sola no van a matarme —le aseguro. —¿Tienes el regalo para tu abuelo, las llaves, todo? —Sí —Felipe me llena de besos y me promete que estará en casa tan pronto como le sea posible. Yo lo despido desde el frente de la puerta y lo veo subir al auto y partir. Después regreso a la cama y me aplico un poco de aloe vera. No me he quemado, pero sé que es un buen revitalizador para la piel. Recibo mi celular y leo un nuevo mensaje de Álvaro, a quien había bloqueado. Lo abro y de inmediato leo: ¿Te hace correrte como yo? Escucho goles en la puerta. Veo la hora de envío algo agobiada, incluso citada por su pregunta, pero no puedo creer la osadía, más golpes, más fuerte es intenso salgo de mi habitación y voy corriendo hacia la puerta.
Free reading for new users
Scan code to download app
Facebookexpand_more
  • author-avatar
    Writer
  • chap_listContents
  • likeADD