¿Te explicas?

1506 Words
Brenda está en mi casa al día siguiente. Le cuento el drama con la familia de Felipe, le cuento el drama con esas fotos y termino de informarle que mi nuevo novio pretende que ponga mi vida en pausa por él. Brenda se queda en silencio y me mira en cuanto finalizo. —¿Hola? ¿Tienes alguna opinión? —pregunto. —Esta vez es mucho que procesar —responde—. Pero... entiendo a tu papá. —¿Perdón? —Sí, si yo tuviese un bebé secreto al que vigilo desde la distancia, no permitiría que tuviese otra mamá y papá. —Ya vale... normal. —Egoísta, pero real —defiende Brenda—. Con respecto a Felipe, no sé, me parece muy mono y tierno... en lo personal, yo haría cualquier locura por amor. —¿Cualquier locura? —Sí, por eso no me permito enamorarme de cualquiera. Pero yo no sé, me mudaría a la semana si fuese la persona correcta, le daría bebés si es lo que quiere, casarme para amarle sería necesario. O sea, haría muchas cosas. —Ya, dejarías tu carrera por completo por un hombre. —Prostituirme no es una carrera. —Yo sé eso, Brenda. Hablo de ¿aceptarías ser la mantenida de tu esposo? —Sí y no. Si tengo mi título debajo del colchón por si no funciona, sí. —Ves... —Pero es un poco agotador. —Lo es. —Eras una bebé preciosa. —Soy una mujer preciosa —aclaro y ella ríe. Veo mi celular y tengo un mensaje de Felipe. Felipe: ¿Cómo va el espacio? Mina: Estoy pensando mucho en ti. Felipe: ¿En mandarme la mierda o en venir a vivir conmigo? Mina: En invitarte a una cita, al cine, con mi dinero. Felipe: Bueno… no sé. Mina: ¿Felipe? Felipe: Obvio, sí. Pero solo si vamos al cine viejo. Mina: ¿Qué están pasando ahí? Felipe: Ya lo sabes, muñeca, a nuestro actor favorito. Mina: Qué niñato eres. Paso por ti a las 8:00. Felipe: Vale. Y mañana toca el curso de conducción teórico, porque necesitas poder pasar bien por mí, por ahora, voy en mi auto con mi licencia de conducir. Mía y yo almorzamos en casa y después Mickey me viene a recoger para mi reunión con Madison. Dejamos a Brenda en su casa y me despido de ella. Luego, el chofer me lleva a la oficina de mi jefa. Ingreso al lugar con un detalle para Madison y en su lugar encuentro a Álvaro. Esta vez va muy bien vestido, en traje completo, con la barba recién marcada, el cabello perfectamente peinado a pesar de las canas, y una sonrisa natural que relaja su rostro. Él le pide a su secretaria que no lo interrumpan y yo me acerco. Él finalmente para saludarme. —Hola —me saluda y yo sonrío. —Has sido un regalo fabuloso. —Con gusto. Espero que lo disfrutes. —¿Cómo supiste que se trataba de mí? —Tengo fotos tuyas de pequeña. Son pocas, las vi y decidí comprarlas para ayudar a más niños huérfanos. —¿Por mí? —No seas egoísta, hay otras personas que hemos sido víctimas de la pérdida prematura de nuestras figuras paternas. —¿Tú? —Mi mamá tuvo una muerte prematura y mi padre un accidente de auto. Mi tío nos acogió a mí y a mi hermana porque teníamos dinero, y a mí, por ser varón, me institucionalizó tan pronto como le fue posible, para formar mi carácter y quitarme las ganas de vivir —los dos reímos—. Siria, mi hermana, me sacó de ahí en cuanto cumplió los dieciocho, y mi cuñado se convirtió en mi nueva figura paterna. —Bueno, hay un final feliz. —Él es un cabrón hijo de puta. No tengo a quién más salir. Los dos reímos. —Bueno, yo no tengo hermanos rescatistas ni cuñados, ni nada. Nunca sé cuál es la puerta correcta ni la mejor respuesta. —¿Te cuento algo que aprendí? —Dime. —La mejor respuesta es aquella en la que puedas sobrevivir sobria, borracha, triste, feliz, con un grupo de gente o sola. Literalmente, lo mejor exclusivamente para ti, Mina. Podrá intentar convencerte de que te quedes conmigo, pero tú sabes que no soy la puerta de la felicidad y yo... no quiero... no quiero hacerte daño —reconoce más para sí mismo que para mí—. Bueno, el papeleo. Los dos firmamos los documentos. Él me explica que es una disolución amistosa. Sin embargo, prefiere que la cuota de cancelación me la deje a mí por completo. —¿Estás diciendo que los diez millones que le has cobrado a Felipe me los estás dando? —Sí, pero no quiero que te los pases por la nariz ni por el culo. Quiero que pongas la prima en una casa o un carro, lo que se te ocurra, y así tendrás un colchón. Tu plan de depender eternamente de un hombre no es un buen plan. —Álvaro, es mucho dinero. —Lo sé. Úsalo sabiamente. ¿Tienes un plan o interés? —No, venía a firmar una anulación, no a hacerme rica —él ríe—. Vale, buscaré un edificio que quieras comprar y que valga menos de diez millones o más. Yo procesaré el crédito y que se pague solo. En diez años, podrás tener algo. —¿Cuál es tu interés en mí? Álvaro me seleccionó a dedo, ha venido corriendo en cuanto se le ha parecido correcto, con su pinta de hombre malo, mafioso y loco, también ha hecho méritos, para demostrar que es un hombre leal, responsable y amoroso, está cuidándome las espaldas constantemente, pero ¿Por qué? —Mi principal interés es follarte, porque estás buenísima y me pones. Y mi interés secundario es ayudarte, porque creo que has tenido que comer una cantidad de mierda, lágrimas, dolor, desesperación y decepción, y tú te has comido el triple. Mi historia se basa en que tuve una familia rica de mierda, la tuya... tienes dos papás del culo. Álvaro lo había leído todo, me veía más que, me veía más que con deseo con esa tristeza que vi en los ojos de Felipe, esa que dice: “todo mal”. Yo suspiro y le comento: —Aahh, aparentemente mi informe es una carta de tristeza. —Tienes una historia triste, escríbele un final feliz. —Respondió Álvaro y se puso en pie. —Apartamentos, pueden ser varios apartamentos, cinco o seis. La renta los iría pagando y eventualmente tendría dinero fijo en diez años. —Sí, muy bien. Hablaré con mis bienes raíces y te mandaré datos. —Gracias. Abandono la oficina de Álvaro y después regreso a casa para cambiarme y alistarme para mi cita con Felipe. Unas horas más tarde, estoy preparada y pienso en lo mucho que tendré que empacar si me mudo. Lo bueno es que con lo que tengo ahorrado de mis trabajos puedo poner mi enganche para un apartamento. Pero si compro lo que quiero, es necesario que tenga un trabajo que me ayude a pagar las cuotas del mes. En la noche cuando finalmente Felipe llega por mí, parece serio y molesto. —¿Hola? —pregunto. —¿Qué has hecho hoy? —Me he reunido con mi exjefe para cancelar los contratos —Él asiente. —¿Solo eso? —Sí. —respondo— ¿Y tú? —Trabajar. —¿Quieres cambiar de plan? —pregunto mientras él enciende el auto.—¿Has tenido un mal día? —No. —¿Qué te ha molestado, Felipe? No lo entiendo. —No me gusta que estés alrededor de otros hombres. —Felipe... —No quiero que tengas que estar cerca de él o de Raúl. Necesito, por el bien de nuestra relación y mi paz mental, que ambos queden en el pasado. —Felipe, ¿tienes alguna otra exigencia? ¿Cómo planeas mi vida, solo para ti? ¿Alrededor de ti? ¿De qué va todo esto? Se puede ser inseguro, celoso, maduro, pero la posesividad no va conmigo —respondo. —No soy alguien a quien puedas amarrar o enjaular. Soy una persona, tengo deseos, metas y sueños, y ser una adorno en tu casa definitivamente no lo es. —Bajo del auto y camino de vuelta a casa. Felipe no me sigue, no me llama. Y siento el ardor de una nueva decepción estremecerse alrededor de mi cuerpo. Chicas, no hay wifi en mi apartamento, entonces subir los capítulos es un drama. Por eso estoy intentando escribirlos igual y subirles varios a la vez, espero este problema se arregle porque llevamos desde el martes sin nada y ya no la doy. No pierdan la fe, no dejaré la novela ni nada, lo que necesito es que compren las otras para pasarme de lugar jajaja. Las leo en comentarios y espero que pesar de todo estén disfrutando. 
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