-02- Clases

1748 Words
El día anterior Jimin lucho, no, lo intento, pero no lo logró; Sus bragas fueron escaneadas por las demoníacas chicas que tenía como compañeras. Y esta mañana casi llega tarde a la primera clase por haber quedarse dormido, sus compañeras trataron de despertarlo pero él era imposible. Ahora se encontraba en la primera clase, el profesor se estaba tardando y el único que tenía problemas con eso era Park Jimin. Que se puede decir de él, le gusta el estudio. "Al fin", pensó al ver al que se supone sería el profesor de literatura. —Disculpa, puedo?— Jimin le prestó atención, y asintió al ver que se trataba del chico amable de ayer —Jungkook— se presentó. —Jimin— Ambos volvieron a prestar atención al hombre que hablaba detrás de su escritorio —Mi nombre es Chanyeol, y seré su profesor a cargo de la materia de literatura. Desde ya les digo que mis clases serán estrictas, no dejaré pasar ningún error y tampoco soy de los que regalan notas. Todo yace en su esfuerzo— dejó su postura de autoritario y se giró a escribir su nombre a un costado del pizarrón —Presentaciones. Empezaremos por la primera fila— miró a su estudiante y le hizo un gesto para que comenzara a hablar. Así fue hasta que dieron con la fila 4, donde se encontraba la chica de vestido blanco corto, si, con Jimin. Carraspeo delicadamente y se puso de pie nervioso por las miras que ahora se fijaban en él. —Mi nombre es Park Jimin— Se presentó y volvió a tomar asiento, de los nervios empezó a jugar con el borde de su vestido. Al parecer nadie sospechaba de que fuera un hombre. Se sintió aliviado, pero todo alivio se fue cuando confirmó que nadie sospechaba de él. Los murmullos detrás suyo le hicieron temblar y su espina dorsal sintió un pequeño piquete de electricidad. Escalofríos. —Es linda— —Es muy linda— —Sus piernas...— Jimin en ese momento supo que no iba a tener problemas en ser descubierto por su apariencia. Pero tal vez tenga otros problemas que tratar... La clase del profesor Chanyeol era silenciosa y un que otro comentario hacia algún estudiante, y ese silencio era un agobio para el menor. Pues tenía que escuchar todos esos murmullos hacia él. Pero había un límite, y maldición, él ahora era una chica! Debía de hacerse respetar, no?. El timbre sonó y Jimin se preparó para encarar a esos que hablaban en sus espaldas. Se giró y los observó con el ceño fruncido. —Oigan! par de idiotas!— primero había que llamar su atención, aunque ya lo tenía mucho antes —¿¡No pueden mantener sus palabras asquerosas dentro de su boca!? ah!?— Los chicos se miraron entre si sin saber cómo enfrentar a la enojada castaña. —¿Que?, ¿ahora sí pueden?— Uno del grupo levantó sus manos como si le apuntaran con algún arma y estaba listo para entregarse —Solo deciamos cosas lindas— Jimin lo pensó, y si, eran cosas lindas. Pero él es un chico!. Debía de ponerse de acuerdo el que era... —...— y por supuesto que no podía decirles que lo era, se giró fingiendo indignación y salio del gran aula —Eres una chica, eres una chica. Chica antes que chico, recuérdalo Jimin— se habló así mismo en tono bajo, siendo él y únicamente él, el que pueda escuchar. Camino hasta el buffet y como todavía no se sentía lleno por el desayuno, decidió comer algo antes de volver a clases. Una malteada de chocolate y un sándwich de pollo sería su segundo desayuno. Se relamió los labios y sentía como se le hacía agua la boca. Busco un lugar cómodo en donde estar y se dedicó a comer mientras miraba a su alrededor. —Ji~ Min~!— El menor tosió al atragantarse por el susto —Ups~ lo siento— —Dahyun...— —¿Cómo te está yendo? ¿los chicos de esta universidad son lindos, verdad?— Jimin volvió a atragantarse y negó efusivamente —Oh.. pero son tan atractivos!, con las chicas iremos en el almuerzo a ver al equipo de baloncesto, como hoy es el primer día se decidirá los equipos y los capitanes. Tenemos que ir y estar presentes en la selección!...— Ella seguía hablando y Jimin escuchaba pero por alguna razón no lleva a hacerlo con claridad. El solo quería comer. —Momo, ¿en serio? y como se llama...— el menor suspiro, ya no solo tenía a Dahyun hablando, sino que a Momo (otra de sus compañeras) también estaba. La castaña no pudo seguirles la conversación, ni siquiera lo intento ya que al parecer hablaban de un chico y era muy guapo y bla bla. Vio a Jungkook aproximarse y le hizo una señal de ayuda -S.O.S- movió sus labios y el pelinegro asintió al entende. —Disculpen— se les apareció —Me llevaré a su amiga. Vamos Jimin?— el menor asintió de inmediato y dejo a sus compañeras mientras le dedicaban sonrisitas y pulgares en alto. Jimin no capto y se fue con su nuevo amigo. —Me salvaste— le dijo Jimin y sorbió de su malteada —rico~— luego le dio una mordida a su sándwich. Jungkook miraba de reojo y sonrió por la hambrienta chica. —¿Y de que te salve?— pregunto tarde. —De ellas, no se a donde querían llevarme... además hablan rápido, no pude entender ni la mitad de lo que decían. Solo logre escuchar, baloncesto y chicos atractivos, ni siquiera se si escuche bien— su labio superior se desfiguró en mueca para luego mostrarse confundida mostrando un muy notorio ceño fruncido. Jungkook rió y negó divertido por las miles y cambiantes expresiones en la chica de estatura baja. Jimin resopló ya dejando el tema de lado, Jung no lo hizo para su mala suerte. —¿Y cual es tu opinion?, ¿yo estoy dentro de ese grupo de -chicos atractivos-?— Las mejillas de la castaña se encendieron y asintió con momentos de su cabeza. Jungkook pensó que era realmente linda. —¿Te gustaría conocer a un amigo?— El timbre sonó —después... te gustaría?— Jimin no le veía el problema a eso, así que acepto a esa persona. ... —El es Taehyung, y es mi mejor amigo— presentó Jungkook al chico de cabellos rubios —Taehyung, ella es Jimin—. El recien presentado tomó la mano de la chica y sacudió frenéticamente, Jimin pensó que perdería el brazo —¡Taehyung! ¡es una persona!— —Duh—  le dijo obvio, volvió a mirar a Jimin—¿te gustan las ranas?— —Ehm.. si!— Jimin sonrió al recordar su antigua mascota, era una ranita de color verde y toques de naranja, se llamaba Wally porque siempre tenía que encontrarlo. Taehyung sonrió cuadradamente y abrió los ojos con emoción, tal vez ella podría ser su primera mejor amiga!. —Vayamos a conocer a Lucifer!— Jimin no pudo negarse, más bien, Taehyung no la dejó hablar y lo la arrastró por toda la universidad hasta dar con los dormitorios de los hombres. Dentro de la habitación había otros chicos mas, pero estos estaban en lo suyo, uno leía un cómic y otro tocaba la guitarra. —Él es lucifer— Mostró Taehyung señalando la mediana pecera que hacía de casa para la rana brillante color n***o. "Ella" se acercó y sonrió, luego se mostró triste, tantos recuerdos con su Wally... —Uh..— —Mi Wally era de color verde y naranja, un día se me escapó y se perdió en el bosque...— explicó Jimin mientras metía mano en la pecera y sacaba a Lucifer. —Por lo general una chica saldría espantada y asqueada... no serás un chico en cubierto, verdad?— bromeó para luego reír. Jimin se tenso, pero luego empezó a reír para no parecer sospechoso y agregó:—A las chicas también pueden gustarle las ranas—. Taehyung asintió soltando un "Duh" nuevamente, aun así Jimin maldijo en sus adentros si era descubierto el primer día, sería como: No puede ser siento, vaya broma. —Eso no tendría sentido Taehyung. Ahora... Jimin, te gustaría..— Jung fue interrumpido. —¿Que hace una chica en nuestro dormitorio de solo chicos?— Interrumpió con su pregunta uno que entraba. —Youngjae, desde cuando es solo de chicos?— cuestiono Jungkook. —AHH! Agh!, No te me acerques!— gritó horrorizado Jae cuando Jimin se le acercó a saludar, el menor frunció su ceño —Saca esa cosa de tus manos! te puede pegar alguna enfermedad!— —No hables así de Lucifer! es más sano que tú! Chico alergia a los gatos!— Defendió Tae a su pequeña mascota, Jimin no tardó en defenderlo también. Jungkook solo podía reír con sus otros compañeros por la escena montada. —Que vuelva al infierno!— gritó Jae, —Espero y te encuentres con un gato!— se la devolvió Taehyung, —Que te encuentres con un gato!— repito Jimin. —Eso ya lo dije Jimin— —Oh.. me quede sin ideas con respecto a los gatos, podemos usar perros?— —Él es solo alérgico a los gatos, verdad amigo?— Youngjae asintió. Esto daba fin a la "agresiva" discusión. Youngjae rebusco entre sus cosas y encontró por lo que había venido, su tan preciada remera con estampado de gatos. —Ehm... ¿te podrías voltear? ¿o salir?, si, eso, ve afuera, necesito cambiarme—. Jimin dejo a Lucifer en su pecera y salio de la habitación acompañado de Jungkook, quiso reclamarle al chico Youngjae, luego se recordó que era una CHICA. —El timbre está por sonar, tienes alguna otra clase?— Jimin negó y su estómago rugió hambriento. Se avergonzó por eso y agacho su mirada —creo que tengo hambre...— murmuró cosa obvia —iré al buffet— —Yo también voy, tengo hambre— Taehyung apareció con Lucifer en su hombro. —Yo igual, pero Taehyung, mantente alejado de mí—. El rubio rodó los ojos, pero fue Youngjae el que se alejó. Jimin curioso observó la vestimenta de Jae y bueno, si era alérgico a los gatos, no quería decir que los odiaba?, pero talvez tuvo la mala suerte de ser alérgico a ellos. Jungkook sonrió por la intensa y pensativa expresión en la chica al lado suyo. —Le gusta alguien, y ese alguien es fan de los gatos— explico Kook y ahora todo cobraba sentido en la cabeza del menor. En plática sobre el amor imposible de Youngjae con el amante de los gatos, llegaron a la fila del buffet y se sirvieron lo que cada unos deseaba comer en estos momentos. Taehyung se acercó para tomar las pinzas que se encontraban en las verduras salteadas. El chico a su lado vio por el rabillo de su ojo una cosa viscosa que lo miraba siniestramente con dos rayas en sus ojos, puso su peor cara de asco y gritó con terror. Taehyung observó al chico gritón que ahora se encontraba en el piso. —Es solo una rana...— dijo en murmullo —¿Estas bien?— —Asco! Aléjate, aléjate!— —Hey! mas respeto con Lucifer!— —Con.. ¿Lucifer?— Se puso de pie y salió espantado del bufé. Taehyung sonrió con expresión de ¿enamorado?, y siguió en lo suyo pero en las nubes. Jimin en ese momento se dio cuenta de que había hecho amigos raros... ¡Pero agradables!
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