Horas más tarde… Eran las seis de la tarde, casi se ponía el sol y Briana estaba de lo más asustada porque ya pronto se acercaba su segunda entrevista. En horas más tempranas había recibido un mensaje de Javier a quien ella conocía hasta ahora como el señor Díaz, que el presidente quería verla a las ocho de la noche después que terminara sus obligaciones con su gabinete político los cuales asesoraban a William sobre cualquier tema relacionado con los deberes de cada m*****o del congreso. Así que, ella muy nerviosa porque no sabía que era lo que pasaría en esa conversación de acuerdo a sus documentos, salió de casa, ya sin el auto porque se lo había dejado a la abuela para que fuera a su empleo, y tomó un taxi directo hacia allá. La mujer ese día se llevó el cabello suelto, se puso pant