Briana tomó otra de las sábanas y se arropó. William estando desnudo solo cubrió sus partes íntimas, porque era de esas personas que se acaloraban con nada. Ambos estaban boca arriba un tanto incomodos, porque a pesar de que en el sexo, se estaban empezando a soltar, en la vida diaria guardaban las apariencias. Así que, Briana quien era un poco más conversadora que William, quien era un hombre un poco más callado que ella, rompió el hielo diciéndole lo siguiente: —¿Y ya se siente mejor señor? —Si, esa píldora me ha ayudado bastante. Fue muy buena, más de la que me tomo para el dolor. —Me alegra mucho señor. Y… ya que estamos aquí, como está herido con su brazo…—Fue interrumpida por William. —No estoy herido, solo adolorido, herido seria si estuviera sangrando. —Perdón, lo dije mal. Ya