William se sentó en la cama, y tocándose su brazo izquierdo la miraba con dolor, y a su vez, con algo de nerviosismo porque no quería ser descubierto. Cuando le entregaron la información de Briana le dijeron que la mujer poseía un buen coeficiente intelectual, por lo tanto, eso le indicaba que Briana no era ninguna tonta. Entonces, quejándose un poco del dolor porque no había sanado bien del todo, le respondió: —Si… tuve un accidente. —¿Pero y de que fue ese accidente? Y…¿Cuándo fue señor presidente? —preguntó Briana con mucha intriga. En ese instante, William estando algo ansioso porque no le gustaba mentir, y como señal cuando decía mentiras, doblaba su boca hacía un lado pensando lo que iba a decir: «¡Ahhh, ¿qué le invento para que no sospeche? Si le digo que me caí de una motocicl