Tahiel.
Trabajo riendo todo el tiempo porque todos me dicen cosas por estar casado, cosas como que al fin la mojo, al fin revuelvo el guiso, al fin dejo de mearme en la cama, y un montón de cosas dirigidas hacia mi en forma de chiste, porque saben que a la mujer de uno no se le molesta, nunca moleste a nadie ni voy a permitir que me molesten con la mía, jamás, ni un chiste de nada, mi papá siempre nos dijo, las mujeres se respetan en publico y se corrigen en privado, y primero me parecía malísimo porque yo dije, a mi mamá la trata como una niña que hay que corregir, y después lo vi, vi problemas con mujeres que hubieron los cuales nadie habló sino que lo privado lo solucionaron, y entendí que no había que tocar esos temas delante de todo el pueblo y que las mujeres andes en boca de los hombres, porque eso se quiere evitar.
—Hijo. —sonriendo voy con mi papá que me envuelve por los hombros y yo por la cintura caminando.
—¿Itamar?.
—Fue a guardar unas cosas.
—Me imagino cosas pesadas que querías llevar.
—Tampoco voy a dejar que haga todo el trabajo.
—Yo sigo estando papá, no tiene nada que ver que me halla casado, sigo haciendo el mismo trabajo de la misma manera.
—Si, pero tu hermanos quiere tomar la riendas hijo, siente como que ahora es su deber hacer todo.
—Bueno, voy a darle el espacio pero siguen siendo mi familia papá, no voy a mirar a otro lado.
—Pero lo único que te voy a pedir Tahiel, es que lo dejes decidir, debe ir aprendiendo para cuando tenga su familia y yo no este.
—No comiences. —lo dejo y me agarra del brazo—. Papá.
—Hablo Tahiel, no quiero hacer mas esto. —paro de caminar viéndolo—. Puede que las temporadas mas llevaderas con tiempos agradables, los fríos y los calores no lo puedo aguantar mas hijo, mi cuerpo no rinde con esas condiciones, y quiero pasar tiempo con tu madre.
—Entonces déjame hacerme cargo.
—Itamar quiere tomar el cargo Tahiel, si lo dejo a uno lastimo al otro, no puedo elegir por ninguno, según el orden de nacimiento tu eres, pero él sabe que no es tu deber al tener tu propia familia.
—No voy a mirar a otro lado, —dejamos la charla porque Itamar viene corriendo y sonriendo, siempre esta sonriendo y de buen animo, no sé como hace la verdad, porque a todo le ve el lado bueno.
—Casi me dejan solo y los espíritus me llevan. —con mi papá nos empezamos a reir porque hace caras—. Un miedo me dio.
—¡Ay hijoooo!.
—¿Qué hablaban?.
—Del trabajo, y ahora tengo que ir por unas cosas que me pidió Qidel.
—¿Qué cosas?.
—Me pidió telas para la cocina.
—En casa tenemos, ven asi te doy.
—Esta bien, cuando vayamos con los blancos te las devuelvo.
—Es un regalo hijo, no te dimos nada con mamá y pensándolo ahora, no entiendo porqué no les dimos nada.
—Nos hicieron toda la fiesta papá, ¿Qué mas me tienes que dar?.
—Ya sé lo que les vamos a regalar. —Itamar me hace gesto de cansancio.
—Bueno, ¿hay qué pasar por algo? ¿ustedes necesitan algo papá?.
—Fíjate si hay alguna verdura que no sea cebolla y papa, no Itamar, tu no vas... —mi hermano lo mira no gustándole nada que no lo deje ir—. Vamos a casa, porque trabajaste un montón hijo, vamos asi te bañas y comemos.
—Esta bien. —se va no gustándole nada que lo haga irse a la casa, voy a la cocina a ver qué hay, y a penas entro esta la madre de Gerson, sin decir nada voy a ver que verduras hay.
—Ailen mi padre me manda a buscar verduras, bueno, a ver qué hay.
—Si, ahí hay lo que queda.
—¿No queda mas?.
—No, igual tienen que ir a la huerta a ver qué ya esta listo.
—Ah bien, crei que no quedaba nada mas. —agarro un saco sacando unos tomates, dos zapallos pequeños, ahora que no estoy mas donde mis padres no necesitamos los mas grandes, dos pequeño están bien, y nada mas, no es vaciar las cosas para los demás—. Bueno bellas mujeres, me retiro, tu no Talca, eres mas feo que patada de caballo.
—Cierra el pico. —salgo riendo porque me tira una papa por la espalda.
—AAAJJJJJ IDIOTA, ME DOLIÓ. —antes de salir meto la cabeza divertido—. ¿O querías que te trate de bella también?. —todas se rien a carcajadas y salgo riendo porque me insulta.
—Tahiel espera por favor. —la miro a la mamá de Gerson sin emoción alguna—. Gerson me comentó lo que sucedió, no entendía nada cuando no te casaste con Manque y nos sacaron la invitación a la boda.
—Ah.
—Quería decirte que Gerson no tiene nada que ver con lo que sucedió, yo sé lo que crié y sé que él nunca se metería con Manque si ella no lo obligó o extorsionó de alguna manera. —la miro no más, no hago nada, ni siquiera me muevo—. No pierdan la amistad por una zorra Tahiel, toda la vida siendo amigos y por esa mala mujer se separan.
—Mire señora, acaba de perder el poco respeto que le tenia, si tanto conoce a su hijo y usted lo crio déjeme decirle que pésimo trabajo hizo.
—No te permito hablar asi.
—Usted no puede permitirme nada a mi, y no me venga aca a hablar de su hijo poniéndolo en bueno porque bastante madurito es para que lo anden obligando a hacer cosas, y antes de venir a decirme lo que debo hacer dígaselo a su hijo, que se haga cargo del niño que hizo y que no tiene la culpa de nada, que se ponga los pantalones y sea hombre no mujer que se esconde debajo de las faldas de la madre, hubiera criado a un hombre señora. —me voy sin mas nada que decir pero el poco buen humor que tenia se fue a la mierda, en casa de mis papás entro golpeando la puerta—. Permisoooo, vengo a dejar una cosas. —voy a la mesa sacando las cosas para ellos y mi mamá me abraza de atrás—. Hola mami.
—Hola hijito, te estaba extrañando.
—Ay mami, vive al lado, deja el drama. —le saco la lengua a Lane que me hace lo mismo.
—A ustedes también los voy a extrañar y eso que van a vivir al lado también.
—Uy esta mujer que anda sensible. —Itamar entra en pantalones cortos y el pelo estilando.
—Hijoooo, ¿Cómo no te secas? te puedes enfermar.
—Si papá estaba ahi que me apure que me apure que quería bañarse, a penas y me puse el pantalón.
—Bueno gente, me tengo que ir.
—Cuando puedan vengan hijo, asi comemos mas intimo.
—Si, a la noche venimos entonces, saluda a papá. —le doy un beso a los tres y salgo, a penas entro a mi tienda siento el olor a comida, Qidel esta en la mesa con los utensilios puesto y la olla en la mesa—. Qidel.
—Ah, estaba pensando que ya no venias.
—Bueno, es mi casa.
—Nadie dijo que no lo era. —dejo las cosas en la mesa de la cocina mirándola por lo contestona que es—. ¿Voy sirviendo?.
—Si, vengo con mucha hambre.
—Aun no sé que comidas te gustan, pero hice un estofado.
—Como lo que sea, no soy quisquilloso.
—Bueno, eso me alivia. —me siento en mi lugar que se siente raro, mi papá siempre fue el jefe y ahora yo estoy en ese lugar, obvio que en casa de mi papá y aun en esta mesa el ocupa ese puesto.
—¿Porqué te alivia?.
—Porque voy a poder cocinar de todo, igual... —me sirve un plato bastante abundante—. Cuando algo no te guste me dices asi no lo hago mas.
—Bueno, veamos como esta.
—Tenme un poco de paciencia ya que estas acostumbrado a la comida de tu madre, entonces puede que no te agrade mi comida.
—Eh comido muchas veces tu comida Qidel, cocinas muy rico, por eso digo que cocines lo que desees, bueno, puede que hallan días que te diga que quiera comer alguna cosa en especifico pero después decide tu.
—Gracias Tahiel, oh, espera que hice pan. —va a un cuenco trayendo pancitos pequeños, me pone uno al lado asi como.
—Esta muy rico Qidel. —ella come muy despacio y silenciosa.
—¿Hay algo que te gustaría que haga?.
—No, por ahora nada, igual, mis papás nos invitaron a comer a su casa.
—Ah bien, ¿necesitas que te prepare agua asi te bañas?.
—No hace falta, me baño en el rio.
—¿Puedo ir contigo asi me baño?. —la miro enseguida y ella sonríe sin dejar de comer—. Lo digo porque me da miedo ir sola, no conozco el lugar.
—Si, vamos juntos.
Comemos en un silencio muy incómodo, por eso como mas que apurado porque no quiero esta situación, siento que no tenemos nada de qué hablar cosa que no es asi, porque nos tendríamos que esforzar para conocernos ya que aunque no vamos a llegar a ningún lado estamos casados, comemos en la misma mesa y dormimos en la misma cama, no podemos estar el silencio siempre, recién vamos dos días de casados y queda un buen tiempo para cambiar, al menos ser amigos.
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En el rio me saco la ropa quedando en calzones porque no me da para estar desnudo delante de ella, cosa que ella no piensa igual porque se saca el vestido quedando desnuda completamente, entra al agua haciendo equilibrio hasta que le llega a las caderas, mueve el aguan con las manos y se lanza, me meto al agua viendo por donde va nadando cerca de donde estoy, cuando viene frente a mi sacando su cuerpo del agua y queda con los pechos al aire siento que me falta el aire.
—¿Qué haces?.
—Bañándome, ¿me pasas el jabón?.
—¿Porqué te metes asi?.
—¿Desnuda?.
—Si, no entiendo porque te metes asi.
—Yo me baño desnuda, no sabia que te bañas con ropa intima.
—Me baño desnudo, pero tu... Eeejjj... —me hago a un lado cuando se pasa el jabón por los pechos, me tiro y nado lejos de ella porque no, no puedo, no es asi la cosa y ella no entiende—. ¿VAS A QUERER JABÓN?.
—SI, TÍRALO. —lo tira y ahí la veo enjuagarse el pelo y sale del agua entrando a la casa aun desnuda y con sus prendas en las manos, salgo atrás porque el sol ya se esta poniendo y debemos ir donde mis padres, espero un poco para entrar asi le doy tiempo a cambiarse.
—AAAAGGGGG.
—¿Qué?. —pone una mano en su pecho con tremenda cara de asustada—. ¿Qué pasa?.
—Iba a decir si ya salías, ay que susto.
—Perdón, no hice ruido al ingresar.
—Eso es signo del buen cazador que eres. —sonrío fregándome el pelo asi me lo seco—. No debes hacer nada de ruido.
—¿Cómo sabes que los cazadores no hacemos ruido? tu esposo no hacia esos trabajos, era agricultor.
—Bueno, trabajé siempre en la cocina y hablo con las personas.
—¿Hablabas con otros hombres estando casada?. —frunce las cejas—. ¿Lo hacías Qidel?.
—Fue antes de casarme contigo.
—No te pregunté eso.
—Pero es asunto de Meucaneo no tuyo.
—Es mi maldito asunto Qidel. —avanzo un poco ya molesto.
—Pero...
—No, porque debes estar en la boca de todos.
—No es asi, ¿o los hombres me tenían en su boca?.
—No es el punto, el punto es que eres una irrespetuosa.
—Llevamos dos días casados y ya me acusas de algo que nada que ver.
—Te escucho entonces, aclara las cosas.
—Mas que hablar escuchaba cuando iban a la cocina, contigo también compartí palabras y fue eso, compartir unq charla, no me acuses de cosas que no hice y no voy a hacer, porque si Meucaneo me daba permiso de estar en la cocina y responder a preguntas estando él presente en casi todas las ocasiones no quiere decir nada, Meucaneo fue el único hombre con el que me acosté y nadie mas, no me trates de nada ni menos como si fuera esa zorra que... —quedo de piedra porque no me lo creo, le di una cachetada.
—Qidel perdona.
—Puedes darme todos los golpes que quieras, pero de zorra no me vas a tratar, porque no lo soy y nunca lo fui. —me hago hacia atrás viéndola sorprendido porque ni siquiera tiene lágrimas en los ojos, como que se pone de una manera que si me acerco me golpea—. Y lo que Meucaneo me permitía no es de tu incumbencia porque era mi matrimonio con él, y lo único que hizo fue dejarme hablar con cualquier persona sin pensar que lo estaba engañando, nada mas.
—Pues conmigo eso no va a pasar, no te quiero ver hablar con ningún hombre.
—Bueno, ve a cambiarte asi vamos donde tus padres. —en silencio y avergonzado conmigo mismo vamos donde mis papás, comemos y ella habla con todos como si no hubiera asado nada en nuestra casa—. Tenemos que quedar Lane. —sentado en la mesa miro como lava los utensilios con Lane y mi mamá prepara un té—. Quedé con deseos de comer budín.
—Mañana hacemos, voy a verte y llevo todo asi hacemos.
—Hagan bastante asi comemos todos. —las dos lo miran sonriendo a Itamar.
—Sabemos que eres un barril que nunca se llena Ita, hacemos varios.
—Yo también quiero. —mi papá habla divertido—. No me digas barril, cocinas riquísimo hija.
—Ay gracias.
—Hijo. —mi mamá me da una taza con té.
—Gracias mami.
—Chicas vengan a la mesa. —Qidel viene a mi lado y Lane saca unas cosas de la alacena—. Aaaahhhh, lo tenias escondido.
—Si papi, sino se comen todo y no podemos compartir nada.
—Que mala que eres Lane, nos tratas como que nos comemos todos sin pensar en nadie.
—Es exactamente lo que digo Itamar.
—Uuhhh esta.
—¿Lo vas a negar?. —mi papá los mira divertido porque viven diciéndose cosas y mi mamá atiende a mi papá en silencio.
—Pero te traemos de todo para que nos cocines y después nos lo niegas.
—No te lo niego, lo raciono porque sino te comes todo en un solo día angurriento.
—Bueno che, vamos a tomar el té calmados.
—Pero papá, Lane no nos deja comer nada.
—Aaaaagggg. —Qidel se rie viéndolos pelear, al terminar el té Qidel se para levantando la mesa—. No Qidel, yo levanto, no te preocupes.
—Lo lavo rapidito
—No te preocupes. —dice mi mamá sonriendo, me paro asi nos vamos—. Vayan a descansar, vinieron a comer y cocinaste, lavaste los platos, al final no te invitamos nada.
—No se preocupe Catriel, la comida riquísima, me gustaría que me enseñe algunas cosas cuando tenga tiempo.
—Mañana voy con Lane asi nos conocemos mas.
—Si, gracias. —mi mamá me abraza con fuerza.
—Descansa, te amo hijo.
—Yo también mami, descansen.
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Holis, para el sábado hay reto de 250 votos para tener maratón de 3 cap como veníamos haciendo.
Me encantaría que me vayan comentando como les va pareciendo la historia...
Besitos...
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