Capitulo 1
Tahiel.
—Hijo. —mi mamá entra a mi lugar privado como viene, sin consultar ni ser precavida, llega y entra y eso que mi papá le ha dicho, "sé cuidadosa mujer, que son hombres adultos", no entiende obviamente, porque su inocencia de qué podemos estar haciendo para que no entre es maravillosa.
—Catriel, deja de ingresar asi mujer.
—¿Qué? no tiene nada de malo si soy su mamá. —mi papá me niega desde la entrada y mi mamá abre la lona de la ventana asi se ventila mi lugar y yo como estaba de lado durmiendo me giro gimiendo por la luz que ingresa—. Vamos hijo, ya tengo el desayuno y tienes que aprovechar el día. —se inclina dándome un beso en la frente y me da un golpe en el pecho—. Arriba hijo.
—Si, ya voy. —sale entrando al lugar de Itamar y alzo las manos a mi papá—. ¿No ibas a hablarlo?.
—Si, pero es tu madre, —alza las prendas que dejé tirada ayer cuando me acosté mirándome—. ¿Cómo la hago entender?, vamos, arriba que tenemos todo preparado.
—Si. —me levanto estirándome, son días calurosos y duermo en calzones que conseguimos con los blancos.
—¿Qué haces hoy?. —busco que ponerme y va a mi cama sacando las mantas, todos los días ventilamos la cama o mi mamá se enfurece.
—No mucho, vamos a ir con Ita al rio y los chicos.
—¿Llevan a tu hermana?.
—¿Quieres que la lleve?. —me pongo el pantalón corto mirándolo sentado en mi cama.
—Si, asi pasamos el día con mamá.
—Bueno, la llevo entonces.
—DALE TAHIEEEEELLL. —salimos juntos pero me voy a lavar y vuelvo, mi mamá me sirve un tazón grande con leche con chocolate, hay bizcochos y pan con dulce casero hecho por mi mamá que le sale espectacular—. ¿Itamar qué pasa?.
—Nada. —tiene las manos entre las piernas y como que se tambalea de atrás adelante, Lane frente a él frunce las cejas porque es re activo y el que mas habla y ahora está mudo y quieto, mi mamá da la vuelta por la mesa poniendo una mano en su frente—. ¿Qué pasa mami?.
—Estas raro hijo, ¿te sientes bien?.
—Si, solo que tengo fiaka, nada mas.
—Esta medio dormido amor.
—Si, pero nunca lo vi asi Benjamín. —bostezando agarra la taza tomando y mi mamá vuelve a su lugar.
—Esta muy rico mami, gracias.
—Itamar, si te sientes mal nos dices de inmediato hijo, estas raro.
—Capas que se va a enfermar mami.
—Otro día, hoy quiero ir al rio con los chicos.
—Lane, ven con nosotros, las chicas van a ir.
—Buenísimo, aunque préstame un pantalón corto.
—Si. —me sirvo huevos revueltos en el pan porque no soy mucho del dulce.
—Ay Benjamín, no me siento tranquila ahora. —mi mamá mira sin parar a Itamar.
—No tengo nada mami, solo como cansancio, pero como bien y ya.
—Si antes de salir no te veo bien no vas a ningún lado, te quedas aca y llamo a Maca que te venga a ver.
—No exageres mami.
—Ey, tu madre se preocupa no respondas asi.
—Pero es verdad pa, no es para tanto.
—Bueno, pero nos preocupamos, y si vemos que no estas bien no nos vamos a quedar tranquilo. —mueve la pierna dándome un golpe debajo de la mesa donde se ponen densos.
—Bien, me dicen que creen.
—Tate.
—Si, no te vi. —Lane me da mas pan con huevo y queso.
—Ita.
—Gracias, esta buenísimo el pan.
—Lane lo hizo, se levantó muy temprano asi comíamos pan calentito.
—Cada día cocinas mas rico hermana.
Mi papá la mira todo baboso donde es la bebé, mi hermana Zatil la pelea cada vez que se ven, y sé que mi papá nos ama a los cuatro, pero Lane es especial al ser la menor y que nació en su adultez, en una edad mas madura, bueno, los tres, ya mi padre era abuelo cuando me dieron vida, era un hombre adulto que sabia bien qué quería y como lo quería, y no digo que no quiera a mi hermana Zatil, sino que la tuvo en su juventud, tal vez ni quería a la que era su esposa, tal vez de verdad se enamoró de mi madre antes de casados y nos crearon, porque ahora si veo el amor, no lo pongo en duda, vi siempre como se tratan y los afectos que se tienen, en como mi papá sonríe con los ojos brillosos cuando ella se le acerca sonriendo, cuando mi mamá se sienta arriba de sus piernas envolviéndolo por el cuello y dándole besitos mientras le habla en susurro, me encantaría tener eso, ese amor de esa manera, mi papá siempre nos dice que la relación se va construyendo, que se va puliendo, y siempre nos dice, cuando creamos una herramienta no sale a la primera, se va puliendo, se va perfeccionando hasta que va quedando como nos va gustando y mas que nada que sirva, que cuando la utilicemos nos de un uso bien bueno y no nos lastime, lo mismo con la esposa, puliendo con cuidado, acomodando las cosas que molestan y siempre respetando, nos va dando herramientas para cuando nos casemos, él sabe, dos matrimonios tuvo y sabe como son las relaciones, y tomo todo lo que puedo porque con Manque nos vamos a casar en a penas unas lunas, estoy preparando mi casa y mis cosas para tener donde ir y no venir a casa de mis papás, ellos quieren que vivamos con ellos pero no creo que una esposa quiera vivir con sus suegros, no me gustaría que Lane lo tenga que vivir menos Manque, que aunque se lleva mas que bien con mi mamá no me gusta nada la situación.
—Itamar ve con Lane.
—Si. —salgo del agua yendo con Manque que viene llegando.
—Hola.
—Hola. —me inclino dándole un beso pero se va para atrás.
—¿Qué sucede?.
—Nada, ¿después podemos hablar un poco?.
—¿Pasa algo?.
—Es sobre la boda.
—Ah bien, tenemos que hablar bien de la comida, mi padre ya compró los ingredientes de la carne para la boda. —asiente mirando detrás mío—. ¿Nos sentamos?.
—Si. —nos sentamos en un tronco donde veo a mi hermanos y sobrinos jugar en el agua, sobrinos de mi edad y algunos casados.
—Estoy nervioso asi nos casamos, queda poco. —la miro sonriendo que asiente—. Hoy no hice nada pero cuando vaya a mi casa voy a terminar de acomodar las cosas que nos quedan, quiero que tengamos mesa y sillas.
—Tahiel, espera a la noche asi hablamos.
—Pero dime ahora. —la envuelvo por las caderas sintiendo algo raro—. Estas mas rellenita Manque, estas comiendo mejor por lo que veo.
—Si, pero...
—¿Tahiel, podré hablar contigo?.
—¿Acaso no ves que esta conmigo?. —me paro atrás de Manque cuando Qidel aparece.
—Ya te dije Manque, no me interesa tu prometido, solo que me dijeron que Tahiel hoy estaba a cargo de llevar leña a la cocina y no hay.
—Ah si, ahí voy, perdona.
—No quiero que vayas con ella.
—Voy por leña Manque. —le doy un beso sonriendo—. Cuando termine de llevar voy por ti asi hablamos y me dices lo que quieres acomodar para la boda.
—Si.
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