Capitulo 4

2575 Words
Tahiel. Llegamos a la casa que preparé con tanto esfuerzo para traer a Manque a vivir una vida junto y felices, y la caída que me di duele, duele demasiado, porque la amo mucho, es todo muy reciente lo que está pasando, muy reciente para decirme que debo olvidarla, tengo enojo, muchísimo enojo, siento que de solo pesarla me vuelvo loco, mis manos tiemblan para darle un golpe, y de Gerson no sé nada, Itamar lo anduvo buscando por todos lados y nada, no sabe nada de él, nadie sabe de él, y no creo que se halla ido del pueblo, debe estar escondido en cualquier lado pero lo voy a encontrar, y no es solo por meterse con mi prometida, sino que crecimos juntos, era como un hermano para mi, si lo pienso podía esperarlo de cualquiera, no de él, pero la lealtad no va hacia ambos lados y lo comprobé. —Espera. —bajo del caballo estirando las manos agarrándola de la cintura para bajarla. —Aaagggg. —No te voy a dejar caer, calma. —Tahiel. —mi mamá viene con Yankiray que sonríe. —Solo vengo a verlos un poco y saber lo que deben hacer. —Si Yankiray. —asiento muy serio y Qidel sonríe vergonzosa. —¿Qidel?. —Si Yankiray, gracias por preocuparse. —Bien, igualmente mañana vamos a venir a corroborar. —Si, entiendo, no se preocupe. —Yankiray va con Qidel y yo me acerco a mi madre. —No sigas pensando en lo sucedió, ahora tienes una nueva vida y ella es el comienzo, tu lo decidiste hijo, dale una buena noche de bodas. —Si mamá, no la comparo, tranquila. —Pero si no puedes olvidarla no lo hagas o vas a sentirte mal. —asiento abrazándola, me alejo no sintiendo nada porque no estoy nervioso ni ansioso. —Bueno, nos vemos mañana. —abro la puerta viéndola a Qidel que entra sonriendo, mi papá y hermano van a controlar que no se acerque nadie a molestar—. Bueno. —mira todo como puede, dejé lamparas encendidas y se ve un poco—. No es muy grande ya que la vamos a ir agrandando de a poco y a medida que vayamos necesitando. —Se ve muy bonito. —Aca esta la habitación, ahi vas al baño. —camina alrededor de la mesa tocando la madera y las sillas, después toca las cortinas—. Mi madre con mi hermana te hicieron dos vestidos para que tengas hasta que pueda ir por telas y te haces mas. —Bueno, gracias. —No tienes que darme las gracias de nada, eres mi esposa ahora y me dices cada cosa que necesites para que te lo dé. —Bueno, no puedo no decir gracias. —se acerca frente mi poniéndome incomodo la verdad—. No te pongas asi, no vamos a hacer nada, entiendo como te sientes y que no puedes siquiera pensar con claridad, y entiendo como te sientes Tahiel. —¿Y tu no sientes que traicionas a tu ex?. —No, ¿Por qué me sentiría mal por alguien que no está?. —Fue tu esposo, te casaste con él. —Si, y no tiene nada que ver, fue hace casi dos estaciones atrás y murió mas rápido de lo que disfruté, no tengo porqué vivir del pasado, pero mi pasado esta más lejano que el tuyo y ya pasé por todos los procesos que tu estas pasando. —No puedes superar a tu esposo fallecido tan rápido. —¿Porqué no?. —Porque entonces eres una porquería de mujer que no tienes ni un respeto por tu esposo. —Estas diciendo cosas sin sentido Tahiel, yo respeté cada momento de casados y hasta de luto, y él no me respeto a mi, aun asi lo respeté y me preocupé, y se fue, ¿Qué más debo hacer? ¿vivir toda la vida dándole un lugar que no tiene? Él está debajo de la tierra, su familia me soltó la mano y quiero comenzar de nuevo gracias a ti, comenzar de cero. —Sabes que ellos van a molestar por no pedir permiso. —¿Dices que debí pedir permiso?. —No. —me muerdo el labio inferior evitando reir porque alza la mano festejando—. No debías pedir permiso y ellos ya no pueden decirte nada, por mas que esto fue un arreglo yo soy tu esposo, y voy a actuar como un esposo de todas las maneras posibles, solo que esta vez no puedo corresponderte en la cama Qidel. —Y esta bien. —No lo esta, no esta bien, debo cumplir contigo. —No, jamás podría acceder a acostarme contigo sabiendo que piensas en ella, y puede que nunca la olvides, pero cuando pase quiero que seas consiente de que yo te excito, no que pienses en ella para lograrlo, ahora vamos a dormir que estoy muy cansada, me la pasé pensando en si ibas a ir o no. Vamos a la habitación en donde me duele la verdad, porque había preparado esa cama para dormir con Manque, para pasar nuestra noche de bodas cómodamente, teníamos intimidad con ella, no era diario ni regular, no era cada vez que nos veíamos pero lo teníamos, y me esforcé en que tengamos un lugar cómodo y podamos comenzar nuestro matrimonio en un lecho el cual pueda hacerle el amor con cuidado y respeto y nada, no pasó nada mas que una mentira y una tontera, y en la cama ella se acuesta silenciosa y cuando me acomodo no aguanto las lágrimas, y no sé qué decir, porque aun cuando no quiero siento que si la toco la engaño a Manque, y a parte que no me siento atraído por Qidel, es una chica muy bella, con su silueta delgada, pequeña de estatura, su pelo mas n***o que la noche sin estrellas, su ojos mas oscuros que el sol del atardecer, un azul profundo muy raro entre nuestra gente, y me refiero a los que no están mezclados con los blancos, yo tengo mis ojos verdes por mi padre que es blanco de ojos verdes, pero ella entre todos sus hermanos y familia es la única con esos ojos, y Manque siempre le decía la despreciada por sus ojos y nada que ver, con sus hermanos es igual, tiene su hermana mayor que si no fuera por sus hijos dirías claramente que es Qidel, y la verdad que me duele hacerle esto, usarla para darle celos a Manque, o vengarme, ya ni sé para qué la hago pasar por esto aunque para ella es la mejor salida que pudo tener. ................... En el baño me cambio la ropa para darle privacidad a Qidel de que pueda cambiarse con calma sabiendo que no voy a invadirla ni verla desnuda, no lo hacia ni con Manque menos con ella, respeto los limites y a Qidel. Salgo del baño yendo a mi tienda viendo a todos lados donde me siento apresado, en un pozo oscuro y frio, siento que me ahogo. —Estoy lista. —esta parada con el vestido que hizo Lane para ella como rosa suave, su pelo como la noche resalta demasiado haciéndola lucir muy bella—. Muy hermoso el vestido. —Ese lo hizo mi hermana Lane. —Oh, que bueno que me dices asi estoy consiente. —Tu haces lindos vestidos, el de la boda esta hermoso. —Lo hice bastante rapido, me gusta hacer ropa. —Debo ir por mas telas asi tienes mas vestidos. —Si, y este y el que hizo tu madre los voy a dejar como para reuniones importantes. —Bien, vamos entonces, nos esperan para comer. —a cada tanto recuerdo que ella viene conmigo y que debo esperarla—. Ahi mi padre ya esta cocinando. —Que bueno, tengo mucha hambre. —Tenemos alimentos, me hubieras dicho. —Lo vi pero no soy de desperdiciar, veníamos a casa de tus papás y vamos a comer, y no me tomes por aprovechada por favor, solo que lo encontré innecesario. —Esta bien, no pienso nada. —abro la puerta entrando primero donde veo a mi mamá con Lane acomodando unas cosas en la mesa, mi papá no está pero Itamar está pelando unas papas—. Permiso, ¿llegamos tarde?. —No hijo, pasen. —saludo de un abrazo a mi mamá y cuando abraza a Qidel siento nostalgia, hasta ayer era mi casa, mi hogar con mi familia y ahora tengo mi propia familia—. ¿Cómo estas? ¿Fue Yankiray?. —No, salimos antes, pero después hablo con ella, no se preocupe. —Hola Lane. —la saludo de un abrazo y la mano a Itamar—. ¿Y papá?. —Fue a ver como van cocinando las carnes. —los miro no entendiendo—. Papá dijo que comamos en familia ahora y a la noche hacemos fiesta, hay buen tiempo. —Ah bien, asi la familia de Qidel asiste. —Si, papá les fue a avisar que a la noche vayan, ven Qidel, siéntate con nosotras. —Permiso. —voy con Itamar a terminar de pelar las papas que no quedan muchas, mi mamá siempre nos hace pelar las verduras—. Gracias, no alcanzamos a tomar nada. —Deben tener hambre. —Yo si, estoy hambrienta pero aguanto. —Nooo, mira, tenemos pancito que hicimos. —me siento al lado de Itamar en silencio. —¿Estas bien?. —Feliz estoy. —Bueno, pero cambia la cara. —No puedo Ita, —terminamos de pelarlas y lavarlas y ahi vamos a la mesa justo cuando llega mi papá con cara de perro. —Iba a mandar a buscarlos. —Venga Benjamín, siéntese asi desayunamos. —hago que Itamar tome mi lugar en la mesa y yo a su lado con Qidel del otro—. Tome, coma que necesita fuerzas. —Eres una mandona mujer —Si, y me hace caso. —Lane riendo lo mira—. Coma le digo. —Estoy comiendo Catriel, no puedo todo junto. —¿Qué edad tienes Qidel?. —En invierno cumplo veintitrés estaciones. —Aaahhh, mira hasta pensaba que eras unos años mas grande que Tahiel. —¿Tan demacrada me encuentro?. —Noooo, a ver como lo puedo decir. —Ya la embarraste papá. —No hija, pero espera que no encuentro las palabras correctas. —Qidel riendo me hace un pan, sé que mi madre y Lane tienen la intención pero mi esposa es la que me sirve desde ahora y ellas respetan eso—. Es que te veo y eres una mujer madura Qidel. —Bueno, cuando quedé viuda y perdonen que lo nombre porque no debería, pero cuando Meucaneo murió me sentí perdida, y sé que ahí hice un cambio, como que madure, tal vez antes de eso era muy niña aun. —Puede ser, tal vez la perdida te hizo madurar. —Si, agradezco que madure porque si me afectaba con deseos de irme con él no hubiera estado bueno, igual, no sentía nada por él aunque igual me dolió. —Lo mismo con primer esposa, no sentía nada por ella pero me dolió por los hijos. —lo miramos a mi papá cuando habla—. Entiendo tu situación aunque le dije a Tahiel que no era manera para desposarse. —¿Cuál manera?. —Ella simplemente aceptó mi propuesta, no tiene nada que ver en nada, fue mi propuesta y ella la tomó, solo vi la buena persona que es. —Bien. —sé que no lo cree pero no quiero que piensen mal de ella ya que todo el pueblo esta con nosotros en sus bocas diciendo cosas que no son—. Tienen sus razones los dos, porque tu Qidel, también tienes tus razones para aceptar tan apresuradamente, y si no fueras una buena muchacha que tienes un buen repertorio detrás tuyo nunca hubiera dejado que mi hijo te despose, asi que lo único que espero de ti es respeto y compostura. —Y no decimos que finjas algo Qidel, sino que cuando algo se salga de control que lo va a hacer porque no se conocen y ya viven juntos como matrimonio, pidas consejos, no conmigo si no te sientes cómoda, pero hay muchas mujeres de confianza para hablar de todo, y con un matrimonio de mas de veinte estaciones te digo que la base del matrimonio es hablar, una vez no quise hablar y casi nos separamos por ponerme en que yo tenia la razón, los niños eran pequeños y iba a destruir todo por no oír a Benjamín, por eso les digo a lo dos, hay que hablar, si no saben que decirse y como decirlo mejor no se dice nada o se van a lastimar. —Lo que me hizo Manque no era para hablarlo mamá. —No, pero una discusión porque la casa no se limpia no es lo mismo, no es para llegar a la separación, porque la comida no alcanza no es motivo de separación, hay que diferenciar las cosas y los problemas Tahiel, porque esto va para ti y para tus hermanos que deben ir sabiendo la cosas, no somos el ejemplo perfecto porque no es asi, pero sabemos algunas cosas básicas. —¿SE PUEDE?. —SIII, PASAAAA. —mi hermana Zatil con sus hijos entran. —Aaaagggg desgraciado que eres, no me dices nada. —Quería que sea sorpresa hermana. —me paro dándole un abrazo. —Si, demasiada sorpresa, anoche nos quedamos como unos tontos esperando que pasen y papá me dijo que te casaste con ella. —Si, Qidel. —se para sonriendo—. Qidel, mi hermana mayor Zatil, Zatil, ella es Qidel, mi esposa. —Te recuerdo de la cocina, eh ido y estas ahi. —Si, trabajo en... —Trabajabas en la cocina Qidel. —Si. —sonríe asintiendo—. Trabajaba en la cocina. —Con razón ibas tanto a la cocina Tahiel, eres tremendo. —¿Y quién se resistiría mi nena?. —Yo no. —todos se rien y yo la miro asombrado—. Yo no me resistí por eso dije que si enseguida. —Aaagggg. —empujo a Itamar riendo porque me hace cara de asco como una burla inocente—. Qidel, esos ojos no te dejan ver nada claramente. —Mira que eres casi igual que tu hermano. —nos miramos los dos abriendo los ojos enormes y todos se rien—. Y con su papá son iguales, pero Tahiel tiene algo que a mi, me atrae. —Eeeesa. —Y mas vale capo, por mi debe sentir atracción. —quedó serio enseguida, pero Itamar se da cuenta enseguida. —Es lo mismo Qidel con sus hermanas, son iguales, menos esos ojos de los espíritus. —Siiiii. —Qidel se sienta hablándole toda burlona pero porque Itamar es mas desenvuelto, habla con todos y es raro que caiga mal—. Duerme tapadito porque a la noche los libero y vienen por ti. —Ay mamiiiii, me da miedo ahora. . . Llegamos!!! Seguimos con la misma rutina, un cap diario a las 22:00 Arg, cuando no pueda subir aviso y si no aviso es porque surgió algún inconveniente. Espero sus comentarios que ayudan muchísimo a la historia, besitos!!1 . .
Free reading for new users
Scan code to download app
Facebookexpand_more
  • author-avatar
    Writer
  • chap_listContents
  • likeADD