Qidel. Haciéndome la dormida lo veo pararse, sale de la tienda y yo atrás, me hago la idea de qué va a hacer, y la verdad me da pena, mucha pena, me quedo atrás de un árbol viéndolo, se agacha viendo la caravana donde va el amor de su vida con su amigo, se pasa la mano a cada tanto por la cara donde llora y lo entiendo, es algo muy doloroso, aun a mi me duele como se siente, no me quiero imaginar como se siente él viéndolos pasar en lo que debió ser su boda, con la mujer que ama desesperado por hacer una vida, una familia juntos, y decido darle su espacio, volver a la tienda y esperar a ver qué sucede y como se toma esto que pasó, como se toma el dolor y humillación. En la cama mirando a la nada pienso en como me sentí cuando me di cuenta que no iba a llevar un matrimonio normal con Meuca