MARION No creí ver a Bruno tan pronto, digo, pensaba que llegaría por la noche a nuestra antigua casa. Aún no me pasa el shock de que alguna vez estuvo en peligro mi vida y no me había enterado de ello. Si hubiera permanecido con Bruno, cuatro años atrás, era muy probable que estuviera en una tumba y no frente a él en ese momento. Aunque había cosas que aún no me cuadraban y por ahora estaba en un dilema de si quería saber o no. Tenía el rostro contraído en cansancio, no porque no durmiera bien, sino que algo había pasado en el hospital y era evidente la preocupación que sentía en ese momento hacia su padre. Ver a Bruno solo en la casa no era una buena señal. Decidí dejar por un momento la conversación de Bruno y él tal Genaro, pues había algo más importante en ese momento. ¿Qué había