Mi fin de semana fue una locura, me quede en casa de George hasta el domingo por la tarde, me sentía muy a gusto con su compañía y nuestras charlas. No volvimos a tocar el tema de mi hermano, pero si hablamos de Bruno, algo que me puso muy incómoda, sobre todo por el interés que le puso al tema y las miles de preguntas que disparo en mi dirección. Lo raro fue que a pesar de que él insistió con hablar de ello, después de aquella charla lo vi más distante y un poco afligido, lo que me hizo replantear mi sinceridad, le había dicho que amaba a Bruno, cuando en realidad no sé si lo sigo haciendo, pero como lo he hecho durante tanto tiempo, supuse que esa sería la respuesta correcta. Después de eso, solo vimos una película, todo en completo silencio y con el contacto mínimo, luego se fue a su