Josh Con un plan en mente que trazamos Elio y yo durante el fin de semana sin que Nilo supiera, me levanté hoy dispuesto a desenmascarar a Monteiro a como dé lugar y lo primero era esperar hasta las diez cuando terminó nuestra clase con Cliff, misma que sentí duró una eternidad, pero al fin tuvimos la oportunidad de quedarnos a solas con él para hablar sobre la llegada de los estudiantes, qué les haríamos de bienvenida, el hospedaje y mil temas más que creímos jamás se acabarían, pero al menos le sacamos el almuerzo en un buen restaurante. —Sabía que ustedes eran los mejores para esta tarea y eso que algunos no creían en ustedes —comentó Cliff dejándonos extrañados. —¿Por qué no habríamos de hacerlo bien y más si lo tenemos a usted como mentor, padre Cliff? —dijo Elio dándome un puntap