Josh —J-Josh, sostenlo más fuerte —jadeó Elio. —Eso hago, resiste un poco más. —No creo que pueda, está demasiado húmedo. —Vamos, esto no es nada para nosotros. No te dejarás vencer ahora cuando estamos tan cerca ¿O sí? —Habla por ti que estás acostumbrado a que te usen, pero yo no. —No seas idiota —mordí su brazo sacándole un gemido. —¡No hagas eso o en verdad no soportaré y te bañaré de pies a cabeza! —No nos caería mal considerando que llevamos dos horas en un arduo trabajo —contesté con picardía y volví a morder su brazo sacándole otro gemido. —¡Ya basta, Josh, lo digo en serio! —Deja de quejarte, mejor pégate más a mí o se nos caerá la plantilla del techo y todo quedará arruinado. —Te dije que era mejor llamar a un fontanero para esto, ¡pero no!, tú y tu necedad en querer s