1. NUDO PROBLEMÁTICO
—¿¡Qué significa esto!?
—¡Nilo!
La tensión incrementó en el aire con las miradas fijas en Nilo quien se consumía en ira y decepción al vernos y no es para menos, considerando que yo estaba desnudo con mis manos sobre Monteiro que tenía su camisa a medio abrir.
—¡Te hice una pregunta! —gritó eufórico, sus venas resaltaban mostrando un0a furia descomunal.
—Puedo explicarlo, solo cálmate —dije rápidamente intentando cubrirme y llegar a él, pero me hizo una señal de alto deteniéndome en seco.
—Estoy harto de ti, Josh ¡HARTO! ¡De ahora en adelante puedes seguir haciendo lo que te dé la puta gana, pero no vuelvas a contar conmigo para nada!
Arrojó en mi cara las cosas que traía en sus manos y salió rápidamente de la recámara, intenté ir tras él, pero Monteiro me detuvo.
—¡Suéltame! ¡Necesito hablar con él!
—¿Y qué le dirás con exactitud? —inquirió con una profunda voz que me inquietó. —¿Le contarás las veces que has hecho esto o lo mucho que te gusta jugar a sus espaldas? —tomó con fuerza de mi cuello pegando sus labios a mi oído. —¿O quizás le dirás las veces que te corriste mientras te olvidabas de él?
—No es cierto…
—Sí lo es y lo sabes —frotó su mano en mi entrepierna calentándome. No quería, pero mi cuerpo se dejó llevar rápidamente por su acción. —¿Lo ves? Te fascina esto.
—Suél…tame… —ordené con dificultad al presionar más de mi cuello y aceleró el movimiento.
Intenté pensar en algo más, intenté incluso dejar mi mente en blanco, pero él sabía mis puntos débiles y antes de que pudiera hacer algo, apuntó hacia mi pecho donde derramé mi placer llegando a salpicar un poco mi rostro y él, perverso, sonrió repasando un dedo en mi mejilla haciéndola después a un lado casi como si me abofeteara.
—Di lo que quieras, Josh, pero no puedes negar tus impulsos —salió de la habitación mientras yo quedé hecho trizas en el suelo.
No puede ser, ¿por qué tuvo que venir ahora? No se suponía que esto pasaría, no se suponía que él… nosotros…
—Ya no hay un nosotros… —susurré arrepentido.