Nilo La congoja que yo tenía se marcó en el rostro del padre Enrique demostrándome que también le afectaba la situación de Monteiro, más al ser su discípulo, uno al cual le tenía gran estima, pero si el padre Enrique y el padre Claude lo apoyaban era porque todavía confiaban en él y tenían lo necesario para ayudarlo y de ser así yo debía poner de mi parte, así como también debía ponerle un alto a Josh. Por mucho que lo ame, no estoy dispuesto a que arruine la vida de la única persona que nos ha ayudado con esmero y dedicación sin pedirnos nada a cambio. —Monteiro hizo mucho por nosotros y es hora de retribuirle, así que no se preocupe, padre, me aseguraré de seguir sus indicaciones para que pueda quedarse con nosotros —contesté decidido. —Siempre me gustó eso de ti, Nilo, que aun cuando